Los empresarios catalanes empiezan a temer las consecuencias económicas por la violencia en Cataluña de las últimas horas. La patronal regional, Foment del Treball, ha advertido de que los altercados pueden suponer "un riesgo para la actividad económica". A lo que hay que sumar que se resienta "la convivencia pacífica entre una ciudadanía que se define por su carácter tolerante, pacífico y solidario".
En un comunicado remitido este miércoles, y "como consecuencia de la violencia que se ha vivido en las últimas horas", Foment ha apelado a retomar el diálogo entre Gobierno central y Govern catalán. Y es que según la organización, la interlocución entre ambas partes "es el actor que aún no ha intervenido en el conflicto político de Catalunya y el resto de España".
Los riesgos económicos provocados por las acciones violentas en las calles catalanas son vistos con especial preocupación en Foment. La organización empresarial asegura que "la proyección internacional de Barcelona" está en peligro por lo sucedido en las últimas horas, debido a que "es un capital de alto valor que reporta grandes beneficios a diferentes sectores económicos e industriales como el turismo". Por eso llaman a "evitar la destrucción de este capital" por "responsabilidad", además de para mantener "el carácter abierto y plural de la ciudad", reconocida de esta manera en toda Europa.
Según la patronal, la Generalitat está incurriendo en una "extrema contradicción" al alentar las movilizaciones contra la sentencia y a la vez ser la responsable de "preservar la seguridad ciudadana y el normal funcionamiento de los servicios públicos". Lo que, como señalan, deriva en los choques "entre manifestantes y los cuerpos de seguridad", por lo que instan a "corregir esa anomalía" y a que el Govern rectifique desde el respeto a la legalidad. También rechazan la violencia, que no está amparada por la "legítima protesta y la libertad de expresión", por lo que muestran su apoyo a las fuerzas de seguridad para que preserven "el orden en nuestras ciudades".
Con todo lo anterior, Foment se ha puesto a disposición de los gobiernos que lideran Pedro Sánchez y Quim Torra "para contribuir a la construcción de un clima de diálogo en el inicio de esta nueva etapa que concluye, precisamente, una década de muros y silencios", en referencia a la sentencia del Tribunal Supremo por el procés.
Tras los acontecimientos en varias ciudades catalanas, el Gobierno ha asegurado que no descarta "ningún escenario" ante la 'kale borroka' que se vivió en las calles de Barcelona, Tarragona o Girona. Por ahora, el president Torra no ha condenado dichos actos violentos, y se ha limitado a sumarse a las protestas contra la sentencia y a exigir la libertad de los "presos políticos".
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