Creará 1.000 puestos de trabajo

Cristina Garmendia puja por el segundo gran PERTE para el sector aeroespacial

Tras el coche eléctrico por el que apuestan Volkswagen e Iberdrola, la empresa Satlantis, fundada por la exministra, es la principal candidata para desarrollar una familia de microsatélites medidores de metano.

Cristina Garmendia, exministra de Ciencia y fundadora de Satlantis
Cristina Garmendia, exministra de Ciencia y fundadora de Satlantis
Europa Press

La empresa vasca Satlantis, grupo fundado por la exministra de Ciencia Cristina Garmendiapuja por el PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) del sector aeroespacial, uno de los cinco consorcios público-privados que el Gobierno tiene pendiente de resolución y que son susceptibles de recibir ayudas europeas. El Ejecutivo inauguró hace un mes la ronda de alianzas con el PERTE del coche verde, que contó con Volkswagen e Iberdrola como grandes beneficiarios. La apuesta de Satlantis pasa por el desarrollo de microsatélites para la medición de emisiones de metano, un proyecto que aspira a crear mil puestos de trabajo con una inversión de varias decenas de millones de euros.

Satlantis ha enviado la documentación pertinente al Ministerio de Industria a fin de posicionarse en el concurso reservado a la industria aeroespacial, que ya ha captado la atención de otros gigantes del sector. La propuesta de la compañía se enfoca en el mapeo de emisiones de metano, el segundo gas de efecto invernadero que más contribuye al calentamiento global, gracias al desarrollo de microsatélites de gran precisión. La tecnología de observación de emisiones que quiere desarrollar Satlantis se convertiría en la más precisa del mercado. Los satélites del ambicioso programa de la Comisión Europea (CE) 'Copérnico' miden estas transmisiones de gas en un radio kilométrico, mientras que la apuesta de la compañía vasca promete una precisión de cinco metros cuadrados. En definitiva, aspira a identificar en qué punto concreto del planeta se está dando una fuga de metano en cada momento. 

Estos baremos no se habían alcanzado hasta ahora por ningún satélite, lo que ha atraído la atención de Europa, donde ya avalan la conveniencia de dar respaldo económico al proyecto de la compañía vasca. La inversión necesaria para poner en marcha el proyecto de Satlantis es notablemente inferior a las que se barajan para otras de las grandes áreas de estos proyectos estratégicos. Las decenas de millones a las que apunta la compañía contrastan con los 1.000 millones de euros que el Gobierno prevé dedicar al estímulo de la demanda del coche eléctrico, o los 1.555 millones de inversión que exigirá el proyecto tractor 'Hoja de Ruta del Hidrógeno Renovable'. integrado en el Plan.

El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia -que el Gobierno aprobó el martes y remitirá a Bruselas el próximo viernes- dedica una mención especial a los PERTE, seis proyectos estratégicos ideados bajo un modelo de colaboración público-privada a largo plazo. La identificación de los citados proyectos quedará en manos del Consejo de Ministros, que pondrá en marcha los procesos para articular la alianza entre las empresas y el Estado que dará músculo a los proyectos. El Plan recoge los siguientes PERTE: Automoción sostenible (el primero en ser anunciado), hidrógeno verde, industria aeroespacial, agricultura sostenible, uso del español en el área de la inteligencia artificial y desarrollo de un sistema de salud puntero. El Gobierno debe acometer una labor de cribado, determinante para saldar algunas de las asignaturas pendientes del país.

Desde el Ejecutivo inciden en que cualquier proyecto candidato a la ayuda de Bruselas debe contar con un componente tractor, esto es, con efectos a largo plazo, realizados de forma cooperativa e involucrando a buena parte de los eslabones de la cadena de valor industrial. Precisamente, Satlantis señala que una de las fortalezas del plan es la retención del talento científico gracias a la creación de 700 puestos de trabajo hasta el final del PERTE (2023) que podrían llegar hasta los 1.000 poco más de un año después. La compañía prevé objetivos a corto plazo, como el desarrollo de un microsatélite de alta precisión en los primeros doce meses. En una segunda fase, el grupo anticipa un despliegue de diversos proyectos en esta tecnología que, previsiblemente, favorecerán a diversas pymes de la cadena de valor.

La SEPI y Enagás entraron en el capital de Satlantis el pasado abril en el marco de la ampliación de capital de 14 millones que acometió la compañía

El equipo fundador de Satlantis tiene en sus manos la mayor parte del capital de la empresa, con Rafael Guzmán, chief technology officer del grupo, como primer accionista. Destacan también las posiciones accionariales de Tomás Hernani, consejero delegado de Satlantis, Antonio López, miembro del consejo, y la propia Garmendia. La histórica directiva de la empresa vasca dio un paso al lado en diciembre del año pasado a fin de ceder el testigo de la presidencia del grupo a Jean Jacques Dorian, exdirector general de la Agencia Espacial Europea (ESA), que desde entonces pilota la compañía. 

Desde el citado relevo, Satlantis ha vivido la incorporación de nuevos inversores. El pasado 14 de abril la compañía acometió una ampliación de capital por 14 millones. La operación abrió la puerta de Satlantis a Enagás, socio líder de la ronda de financiación, y a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) a través de su filial de la SEPIDES. La transacción contó también con los accionistas históricos de la compañía ORZA (propiedad de los fondos de pensiones vascos Elkarkidetza y Geroa), AXIS (filial de capital riesgo del grupo ICO) y la Diputación Foral de Bizkaia.  

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