Tras la opa

Los fondos se marcan un plazo mínimo de un año antes de vender Másmóvil

El consejero delegado desvela que no hay intención de salir de la compañía a corto plazo en mitad de la ola de consolidación en el sector de las telecos.

Recurso de la salida a bolsa de MásMóvil
Másmóvil será excluida de la bolsa en noviembre.
MÁSMÓVIL

Aún no se ha cerrado la oferta pública de adquisición (Opa) sobre Másmóvil y el mercado ya da por descontado que el cuarto operador de telecomunicaciones español será protagonista de la nueva oleada de adquisiciones y fusiones en el sector. En este contexto, el consejero delegado del grupo, Meinrad Spenger, ha confirmado a la plantilla en una comunicación interna que los tres fondos internacionales, Cinven, KKR y Providence, se han comprometido a no vender en un periodo mínimo de un año. De esta forma, enfría la posibilidad de una operación corporativa inminente en un mercado especialmente competitivo en precio como el español.

Los tres fondos de 'private equity' internacionales han resultado claramente vencedores en la opa lanzada el pasado mes de junio. Pese a las dudas persistentes de algunos de los accionistas minoritarios por el precio fijado -que valoraba la compañía en casi 3.000 millones de euros sin contar la deuda de algo menos de 2.000-, lograron una aceptación de más del 86%. Hoy se está a la espera de que al menos el 4% venda sus participaciones hasta mediados de octubre, antes de ejecutar la compra forzosa y aprobar la exclusión del mercado de valores el próximo mes de noviembre.

Con la operación prácticamente encarrilada, todos los ojos ya están puestos en el día siguiente a estampar la firma en el papel. Las tres gestoras internacionales daban por hecho en la presentación de su operación que se convertirían en uno de los protagonistas de la consolidación y que fomentarían todas las operaciones que hicieran falta para ganar tamaño o para aprovechar esa ola. Hay que tener en cuenta que la compra de Másmóvil no ha reducido el número de jugadores en el sector en España. En el país sigue habiendo cinco con infraestructura propia -Telefónica, Orange, Vodafone, Másmóvil y Euskaltel- y seis si se incluye a Digi, operador móvil que explota exclusivamente la red de terceros.

Ante esas perspectivas, el consejero delegado ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a la plantilla. En una comunicación interna enviada al equipo, asegura que los fondos se han comprometido a no vender la empresa en un periodo mínimo de doce meses, alejando así la posibilidad de una operación a corto plazo de fusión con algunos de sus competidores. Este lapso de tiempo específico, que debería estar incluido en el pacto de socios definitivo que se firmó antes de la liquidación de la oferta ejecutada la pasada semana, está muy por debajo de los tiempos de un fondo de inversión de capital riesgo 'estándar' que acumula entre cinco y diez años en el accionariado para, posteriormente, salir con una venta a un tercero o una salida a bolsa. Eso demuestra que existe una expectativa de consolidación en un periodo relativamente corto de tiempo.

Sin cambios en el equipo

Otra de las grandes dudas que hay en el equipo es la estrategia que va a seguir la compañía en este tiempo como empresa privada en manos de los fondos. Spenger también ha trasladado al equipo que desde los fondos hay una intención de mantener el plan de crecimiento de la empresa, tanto orgánico como inorgánico. Desde el año 2016, Másmóvil ha gastado más de 1.000 millones de euros en adquisiciones para ganar en tamaño tanto en número de clientes como en infraestructura: Yoigo (612 millones), Pepephone (158 millones), Llamaya (30), Lebara (55) y Lycamobile (361).

Sobre la gestión del equipo los fondos ya despejaron dudas en sus primeras comunicaciones tras la opa. Su intención no es 'tocar' a la plantilla, ni cambiar o modificar sus condiciones de trabajo en los próximos doce meses. En Másmóvil no hay comité de empresa, debido a que se trata de una empresa relativamente joven en la que aún no ha habido ninguna iniciativa para crearlo. En total, según sus propias cifras, la compañía ya roza el millar de trabajadores con un crecimiento muy significativo en los tres últimos ejercicios. El salario medio, de acuerdo a su informe semestral, es de casi 27.500 euros.

Para este nuevo viaje del cuarto operador español cuenta con un equipo de consejeros procedentes de los tres fondos que han sido artífices de varias operaciones corporativas importantes en el continente europeo. Entre ellos se encuentra Thomas Railhac, socio de Cinven y responsable de la compra por parte del fondo de Allegro, el 'Amazon polaco' que ahora pretende salir a bolsa por un valor de hasta 11.000 millones, más del triple de lo pagado hace un par de años. También está Jorge Quemada Sainz-Badillos, también de Cinven, que fue el encargado de liderar la venta del Grupo Ufinet, el que fuera el negocio de fibra óptica de Gas Natural, por más de 1.500 millones.

Ola de consolidación a la vista

Con Másmóvil como protagonista o sin ella, el sector de las telecos está abocado a una consolidación, al igual que está sucediendo en la banca. La batalla entre las operadoras está en máximos, con niveles de portabilidad similares a los del año 2015, cuando se completó la primera ola con las compras de Ono (Vodafone) y Jazztel (Orange). Y todos los primeros ejecutivos de los competidores han reclamado una regulación más favorable a las uniones. Es lo que hizo el propio José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, hace tan sólo unas semanas, cuando afirmó: "Competimos no sólo con OTT sino con cientos de pequeñas operadoras de telecomunicaciones que nacen fuera de las dinámicas competitivas, amparadas por una regulación obsoleta, y así no se puede competir". El ya exCEO de Orange en España, Laurent Paillassot, hizo el mismo llamamiento en repetidas ocasiones.

Junto a Másmóvil, uno de los que ha estado en todas las quinielas es Euskaltel. Con el fondo británico Zegona como accionista de referencia, el operador de origen vasco busca posicionarse en este 'baile'. La clave está en su plan de expansión por toda la geografía española con su marca Virgin. Sin embargo, su consejero delegado (y exjefe de Jazztel), José Miguel García, trató de enfriar una operación a corto plazo en unas declaraciones a La Información: "Estamos en una situación que está muy lejos de donde queremos estar; no le dedico ni un minuto al mes a pensar en esto".

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