Fontestad resurge de las cenizas para ser el 'rey de las naranjas' seis años después

  • La principal planta de la empresa valenciana sufrió un incendio en 2012. Ha apostado por la tecnología y es capaz de ofrecer naranjas todo el año. 
Fontestad
Fontestad
Archivo

En mayo de 20102 un incendio destruyó completamente las instalaciones de la empresa Fontestad en Museros (Valencia), que apenas contaban con diez años de antigüedad. Seis años y medio después de aquellas cenizas, es hoy una empresa más fuerte, que apostó por la tecnología para resurgir, adaptarse a las exigencias del mercado y sus nuevas tendencias de consumo. Así, por ejemplo, es capaz de ofrecer naranjas todo el año, no solo en temporada (de noviembre a abril) como demanda el consumidor en la actualidad. Con estas premisas, la compañía valenciana de cítricos conseguirá, si no en esta que ahora comienza, en la próxima campaña doblar la facturación de 75 millones de euros que tenía antes del incendio.

Y es que hasta hace unos años en España, a partir del mes de mayo, solo se consumían naranjas de zumo y apenas de mesa, pero ahora se demandan naranjas de mesa todo el año, que se satisface con fruta procedente del hemisferio sur, Sudáfrica principalmente, pero también Argentina o Chile, y con la apuesta de los productores españoles, como Fontestad, "por alargar la campaña y plantas variedades de producción tardía", que permiten la presencia de naranjas "españolas y de calidad" en nuestras mesas durante el verano, "hasta la segunda semana de septiembre". Así, desde la empresa se señala que "el objetivo es el de poder tener naranja española todo el año y creemos que no estamos muy lejos de poder conseguirlo".

Las cifras de la compañía familiar que comenzó en los años 50 con un pequeño puesto de fruta en un mercado así lo atestiguan. La última temporada completa antes del incendio, 2010-2011, las ventas de la empresa que fundara Vicente Fontestad Planells ascendieron a 75,3 millones de euros, pero se hundieron hasta los 22,3 millones en la 2013-2014 y no resurgieron con mucha fuerza hasta la temporada siguiente, la 2014-2015, ya con la nueva planta inaugurada, cuando se cuadruplicaron hasta los 90 millones de euros.

La última campaña, 2018-2019, Fontestad facturó 135 millones de euros, un 80% más que antes del siniestro y un 8% más que la campaña anterior, a partir de "una producción anual que alcanza los 120 millones de kilos de cítricos, siendo de producción propia y controlada un 40% con unas 900 hectáreas repartidas en la Comunidad Valenciana, Andalucía y Murcia" y con unas instalaciones de 50.000 metros cuadrados en Museros, dotadas con la más puntera tecnología para el procesamiento y envasado de mandarinas y naranjas de las más diversas variedades, y presencia en Madrid, en el mayor mercado mayorista de España como es Mercamadrid y una base logística en Perpiñán (Francia), como centro  de operaciones para la exportación a Europa, donde tiene sus principales mercados en Francia, Suiza, Reino Unido, Alemania y Polonia.

Actualmente trabajan en la productora y comercializadora de cítricos unas 1.250 personas y en los últimos años ha abierto incluso una ventana, todavía pequeña, de exportación a China. "Es precisamente la gran capacidad de selección de Fontestad, la que nos permite alcanzar siempre su objetivo prioritario: garantizar en todo momento la mejor calidad y servicio a sus clientes", afirman desde la compañía.

Fontestad reconoció en su día que el incendio "se reflejó en las cuentas anuales entre los ejercicios 2011/12 y 2013/2014", pero "por suerte", en el momento del siniestro, "la sociedad tenía contratadas diversas pólizas de seguro con varias compañías con el fin de salvaguardar sus activos" lo que le reportó 40 millones de euros. Dinero que facilitó la construcción de su nueva planta "dotada de la última tecnología". Igualmente, Fontestad está apostando por la sostenibilidad en todos los procesos, desde el cultivo a la cosecha, la manipulación y el envasado, y ha invertido 2 millones de euros en instalaciones fotovoltaicas que permitirán el ahorro del 25% de la energía utilizada en la central de envasado, además de un sistema de reciclado del agua.

Ahora, la empresa familiar valenciana prevé seguir creciendo en esta temporada de cítricos que ahora se inicia, a lomos de una campaña que se prevé "buena" y, según cifras del Gobierno valenciano, en la que se espera una cosecha de cítricos de 3.894.543 toneladas, con lo que se recuperan unos niveles de producción normales, apenas un 1,2% inferior a los de 2016-2017 y un 23% superiores a la desastrosa campaña 2017-2018. Además, según fuentes del sector, la gota fría que sufrió el levante español en el mes de octubre parece no haber afectado, "en demasía" a los cultivos de cítricos, ya que la campaña va con algo de retraso por lo que la piel de la fruta está todavía dura, lo que le ha permitido resistir "bien" el agua, así que se prevé también una calidad "excelente" y un buen calibre de la fruta.

Mostrar comentarios