Las autoridades francesas han rechazado la demanda de paro parcial (equivalente al ERTE) que le hizo el gigante estadounidense Amazon para los trabajadores de sus seis centros logísticos en el país, donde mantiene suspendida la actividad desde el 15 de abril por un contencioso judicial con algunos sindicatos. Amazon explicó este lunes, en una declaración a la prensa enviada a Efe, que la decisión en su contra del Tribunal de Apelación de Versalles del pasado 24 de abril "evidentemente ha tenido un impacto en la actividad en Francia".
La dirección, que dijo estar evaluando las implicaciones y mantenerse en contacto con las autoridades para informarles de la situación en sus instalaciones, reconoció que había "solicitado la aplicación del dispositivo de actividad parcial (equivalente al Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), como se han podido beneficiar otras empresas". El Ministerio de Trabajo, que confirmó haber dado una respuesta negativa a la plataforma, no ha indicado hasta ahora sus razones.
El Tribunal de Apelación de Versalles confirmó esencialmente un dictamen judicial anterior, que restringía a Amazon el tipo de productos que puede distribuir en sus centros mientras no se ajuste a unas reglas de consulta con los representantes de los trabajadores sobre la seguridad sanitaria por la crisis del coronavirus. En caso de incumplimiento de esas restricciones, la empresa se expone a una sanción de 100.000 euros por cada sanción constatada.
Aunque Amazon aseguró que sus seis centros logísticos en Francia (donde trabajan unas 10.000 personas) son "seguros", decidió que siguieran cerrados con el argumento de que dada la dificultad técnica para impedir que se traten accidentalmente productos cubiertos por la prohibición, no podía correr el riesgo de recibir multas multimillonarias. No obstante, la plataforma no ha dejado de servir a sus clientes en Francia a partir de sus almacenes en países vecinos.
Tres sindicatos de la empresa (CGT, CFDT y Sud) han pedido una reanudación de la actividad progresiva a la dirección, al tiempo que han criticado la tentativa de recurrir al paro parcial, calificada de "indecente". En un comunicado, esas centrales subrayan que ese dispositivo está concebido para ayudar con fondos públicos a los empleados de "empresas cuya actividad es imposible en este periodo, como la restauración o los comercios no esenciales".
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