El futuro de la compañía, en juego

Fridman presiona a los minoritarios en Dia para pasar por caja y ampliar capital

El empresario ruso recuerda que el grupo de distribución podría retrasar su plan de negocio actual si la suscripción del segundo tramo, a la que no tiene previsto acudir, no se cubre por completo.

Mikhail Fridman
Mikhail Fridman, propietario de Letterone, dueño de Dia.
Europa Press

Dia encara la recta final para su futura ampliación de capital, la que quiere llevar a los accionistas minoritarios a pasar por caja y apoyar la compañía en un momento crucial para su supervivencia. La cadena de supermercados, cuyo accionista principal desde 2019 es el fondo de inversión Letterone, del magnate ruso Mikhail Fridman, ha lanzado un aviso a los inversores y ha alertado de que el futuro de la compañía depende de esta operación

Así, el folleto de ampliación de capital depositado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) deja claro que la participación de los accionistas minoritarios, que ahora mismo representan casi el 26% del capital social del grupo, es vital si no se quiere poner a la compañía al borde del precipicio. "El grupo podría enfrentarse a un retraso en la ejecución de su plan de negocio actual en caso de una suscripción incompleta del segundo tramo del aumento de capital", reza la documentación depositada ante el regulador bursátil.

Ese segundo tramo es la ventana abierta para que los accionistas minoritarios cubran con su dinero 258,5 millones de euros. A este respecto, DIA avisa de que "el accionista mayoritario de la sociedad (Letterone) no ha suscrito ni comunicado su intención de suscribir o no nuevas acciones en el segundo tramo del aumento de capital". El comunicado es un aviso a navegantes, aunque no cierra la puerta del todo a un nuevo rescate 'in extremis' del empresario ruso.

Lo que sí hará el fondo con base en Luxemburgo es asegurar el primer bloque de la operación. Capitalizará los derechos de crédito que ostenta frente a Dia por los préstamos que concedió en su momento. De esta forma, cancelará la deuda y la convertirá en acciones con una emisión de 38,4 millones de títulos nuevos. Está previsto que el proceso se inicie el próximo martes 13 de julio y finalice el jueves 12 de agosto.

La situación financiera de la cadena de supermercados es grave. La compañía se encuentra actualmente en una situación de patrimonio neto negativo - quiebra técnica - debido a las pérdidas acumuladas en los tres últimos ejercicios. Así, indica que podría terminar en causa de disolución legal al cierre de este año si el aumento de capital no se ejecutara por completo y si los resultados al cierre de 2021 arrojaran pérdidas que mermen el patrimonio neto a menos de la mitad de su capital social.

El anuncio coincide con el comunicado de la congelación de sus objetivos para este 2021. Pese a que el pasado año la cadena de supermercados aseguró que iba a cerrar el año con ventas totales por valor de 7.000 millones y un crecimiento en las comparables de en torno al 5 y el 7% -también para 2022 y 2023-, la pasada semana dio marcha atrás y aseguró ante el regulador bursátil que dichas previsiones "no constituyen actualmente una referencia válida para el seguimiento del desempeño de la sociedad".

Riesgo para los minoritarios

Por contra, los accionistas minoritarios se juegan su permanencia en capital de la compañía si no ejecutan sus derechos de suscripción preferente en la ampliación de capital. Ahora mismo, los dos accionistas minoritarios principales son el fondo Naturinvest, de la familia heredera de Carrefour, y el inversor portugués Luis Amaral, dueño del 'family office' Western Gate. El primero ostenta el 4,01% de Día y el segundo el 2,18%. 

Tanto Amaral como Bontoux se han enfrentado en los últimos años a Letterone. El primer choque llegó tras la oferta pública de adquisición (opa) que Fridman lanzó para dominar la compañía- hasta entonces se había dedicado a comprar títulos hasta alcanzar más de un 28%-, aprovechando que la cotización se había hundido en los meses anteriores por los malos resultados empresariales y el acoso de los bajistas

Y el último roce ha llegado con esta operación en la que, de no acudir a la ampliación, los minoritarios verían diluida su participación casi en un 90%. Esto significa, por ejemplo, que Bontoux pasaría a tener un 0,96% de las acciones y que la participación de Amaral se limitaría al 0,25%. Solo la suscripción total de las acciones les permitiría mantener su peso actual.

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