Fridman despeja la opa... pero necesita a la banca para culminar su rescate de Dia

  • El magnate ruso ha sacado adelante su ampliación y da paso a meses de negociaciones que, si fracasan, pueden acabar en concurso.
Junta de accionistas de Dia 2019.
Junta de accionistas de Dia 2019.
José González

Dia lleva casi un año inmersa en una carrera de fondo de la que aún no tiene claro dónde está el final. Y, cuando cree que está más cerca de la meta, vuelve a empezar una nueva etapa. Eso es, precisamente, lo que le pasó este miércoles en la junta de accionistas que, en teoría, estaba planteada para sacar adelante la ampliación de 600 millones de euros que proponía el consejo de administración (con acuerdo de la banca acreedora) y que acabó dando el visto bueno a la propuesta de 500 millones que propone Mijaíl Fridman, el dueño del 29% del capital. 

En los últimos meses el magnate ruso (a través de su brazo inversor Letterone) y el consejo de administración de Dia, encabezado por Borja de la Cierva, han estado inmersos en una (aparente) guerra por el control. Sin embargo, pese a la derrota del consejo este miércoles, en el que la junta no aprobó ni la gestión del consejo, la cúpula de la cadena de supermercados no transmitió un espíritu de derrota. Al contrario, públicamente aseguró que están dispuestos a negociar. Y, en privado, asumían que sacar adelante la ampliación de 600 millones era muy difícil en una empresa que no tiene accionistas de referencia al margen de Fridman. Pero quedan más incógnitas y, algunas de ellas, pueden resolverse en las próximas semanas.

¿Saldrá adelante la opa de Letterone?

No se sabrá, previsiblemente, hasta que llegue el verano, pero Fridman lo tiene más fácil. El magnate condicionó la ampliación de capital de 500 millones de euros que quiere suscribir a que salga adelante la oferta de compra (opa) que lanzó a principios de febrero. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aún no se ha pronunciado sobre su propuesta, que sí que tiene ya el visto bueno de la Comisión Europea, por ejemplo. Cuando el supervisor dé luz verde al su folleto de compra se conocerán los detalles de una oferta que, de entrada, valora cada acción de Dia en 0,67 euros

Fridman despeja el terreno, en parte, por el mismo motivo por el que la junta de este miércoles no se le puso cuesta arriba. Dia no tiene accionistas de referencia salvo él y su opa está condicionada a que la acepte un 35,49% del capital de Dia (el 50% de las acciones a las que se dirige). Basta con convencer a minoritarios que quieran salir y olvidarse de los quebraderos de cabeza que ha dado la cadena de supermercados en el último año. Pero aún puede haber alguna otra piedra en el camino, por ejemplo, si aparece una opa competidora. 

Sigue también abierto el frente judicial, tras la denuncia presentada por el actual consejo de administración, ante la Fiscalía, por la manipulación contable que ha constatado durante los ejercicios 2016 y 2017, en la que participaron altos directivos. Se basa en un informe de EY, la firma de auditoría que revisará sus cuentas durante tres ejercicios. Este año, también, en solitario, después de que la junta votase en contra de la coauditoría con KPMG, la firma que ha revisado sus estados financieros en las últimas dos décadas.

¿Se sentará con la banca?

No le queda otra. Su propuesta de inyectar 500 millones de euros está condicionada, por un lado, a que salga adelante su opa; por otro, a pactar un acuerdo de refinanciación con los bancos acreedores. Los mimbres están, porque le bastaría con sellar el mismo acuerdo que las entidades anunciaron el martes, pero que estaba condicionado a que saliera adelante la ampliación de capital de 600 millones que proponía el consejo. Un acuerdo que es papel mojado pero que puede recuperarse.

Las entidades, lideradas por Santander y BBVA, aceptaban aplazar hasta 2023 deuda por valor de 912 millones de euros. La deuda total está por encima de esa cifra, porque supera los 1.450 millones de euros. Y tiene prisa, porque en julio le vencen más de 300 millones de la primera de las tres emisiones de bonos que realizó en Irlanda. El tiempo corre y, por eso, Fridman ha buscado como aliado a Guillermo de la Dehesa, ex hombre fuerte de Goldman Sachs en España, el banco que ha asesorado en los últimos meses a Stephan Ducharme, consejero delegado de Letterone; y consejero de Banco Santander. Es la pieza clave para tender puentes.

Guillermo de la Dehesa podría ser una de las figuras clave en la elección del nuevo presidente de Dia. En la junta, el CEO de la compañía reconoció que ese cargo lleva meses vacante, tras la salida de Ana María Llopis, porque las circunstancias no han ayudado a encontrar candidatos a asumir el puesto. Sin embargo, aseguró que hay varios nombres sobre la mesa. Entre ellos, el de Jaime García-Legaz, al que sí dio visto bueno la junta en su ratificación como consejero de la enseña de supermercados.

El problema esencial, si no se despejan todos los anteriores frentes abiertos, es que Dia puede acabar en concurso de acreedores si no llegan los fondos de Fridman. Legalmente, tiene dos meses para lograrlo. En la presentación de resultados de 2018, ya reconoció que su balance refleja fondos propios negativos por importe de 166 millones de euros, de los que 99 millones corresponden a la matriz, lo que le encamina a la disolución. Y no le queda otra que dar un giro a su balance. Si sigue ese rumbo, la carrera de fondo de Dia puede convertirse en una contrarreloj. 

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