El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) activa el 'plan B' para la gestión de su participación en Bankia ante las dificultades que se han presentado para llevar a cabo la desinversión. La institución que preside Jaime Ponce decidió anular la licitación para contratar un nuevo banco de inversión que diseñase la estrategia de venta del 61,8% de las acciones de la entidad que encabeza José Ignacio Goirigolzarri y culminase este proceso que lleva años en marcha. Ahora, en cumplimiento de la normativa por la que se rige, esta institución ha decidido prorrogar durante nueve meses más el contrato actualmente vigente con la firma nipona Nomura y que expiraba este mes de julio.
Uno de los requisitos que tiene que cumplir el FROB, confirman fuentes conocedoras, es la obligación de mantener un asesor financiero que dicte la estrategia a seguir con respecto a la participación que esta institución mantiene de Bankia a través de BFA. Tras la anulación de la licitación para contratar un nuevo banco de inversión, y ante las dificultades actuales, la también propietaria de las acciones públicas en Sareb decidió en una reunión de la Comisión Rectora el pasado 26 de mayo llevar a cabo esta prórroga de forma extraordinaria.
Para ello, se basó en uno de los decretos aprobados por el Ejecutivo de Pedro Sánchez durante el actual Estado de Alarma, en concreto el Real Decreto-ley 8/2020 de 17 de marzo de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social de la Covid-19. Este texto en su artículo 34 señala que si a la fecha de finalización del contrato -prevista para el próximo mes de julio-, por las circunstancias actuales, no pudiese haberse encontrado reemplazo, éste se podrá prorrogar durante un máximo de nueve meses, periodo elegido por el FROB.
La prórroga ha sido adjudicada por apenas 30.000 euros más IVA, tal y como establece el pliego de cláusulas particulares, ya que se corresponde con la parte proporcional del precio de adjudicación ajustado a la duración de la prórroga. Nomura seguirá siendo así el asesor financiero de cabecera del FROB hasta bien entrado el 2021, pues las condiciones actuales del mercado hacen altamente improbable la venta de la participación pública en la entidad, confirman a La Información fuentes conocedoras.
La licitación anulada
Con la fecha de julio en el horizonte -momento en que terminaba el contrato inicial con Nomura-, y pese a las caídas que ya se estaban viendo en la bolsa desde hacía semanas, el FROB lanzó la licitación para encontrar a un banco que además de crear la estrategia de gestión de la participación en Bankia llevase a cabo una hipotética colocación el pasado 2 de marzo, tal y como se puede ver en el sello de tiempo de la misma. Todo ello "con el objetivo de maximizar la recuperación de ayudas públicas", tal y como se puede leer en la memoria del contrato publicada en la Plataforma de Contratación.
El plazo de duración de dicho acuerdo -que dejaba abierta la posibilidad de que la venta no se llevase a cabo- hubiera sido de 17 meses que terminarían en diciembre de 2021, fecha que coincide con el fin del plazo de la última ampliación que otorgó el Ejecutivo de Pedro Sánchez para que el banco fuese privatizado. El pasado 17 de marzo, debido a la irrupción del coronavirus, la licitación fue suspendida, como ocurrió con muchas otras que se habían lanzado días antes, y este parón temporal fue prorrogado a las pocas semanas. En cambio, más de un mes después, el FROB decidió anularla ante la pandemia dando lugar a la actual prórroga.
El valor en bolsa, a la baja
La prórroga del plazo que se ha dado el Estado para vender su participación en la entidad que expira a finales de 2021 no es la primera. En 2016, el Gobierno de Mariano Rajoy aumentó el periodo máximo para privatizar la entidad durante dos años más, es decir, hasta diciembre de 2018. En ese momento la bolsa comenzaba a recuperarse de una importante caída, pero las circunstancias del mercado no eran las idóneas. Poco a poco el nivel bursátil consiguió recuperarse levemente, pero pronto comenzó a caer de nuevo y las posibilidades de venta volvieron a esfumarse.
Fue entonces, en plena caída de finales de 2018, cuando ante la imposibilidad de recuperar una parte importante de lo invertido en la entidad financiera, el Gobierno de Pedro Sánchez decidió volver a prorrogar el plazo máximo para la privatización. La fecha definitiva está ahora fijada en diciembre de 2021. En cambio, los últimos acontecimientos relacionados con el coronavirus han afectado negativamente al conjunto del sector financiero, centrándose en entidades como la propia Bankia que, a cierre de este miércoles, cotizaba a apenas 0,89 euros por acción. El valor de la participación del Estado ha sufrido un desplome cercano al 80% lo que hace muy difícil una salida dentro de las fechas previstas.
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