La semana pasada, la nueva Caixabank inició su andadura en solitario tras la fusión con Bankia, entidad que fue absorbida. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y Economía dieron luz verde a la unión jurídica y el proceso culminará con la integración tecnológica en el último trimestre de 2021.
Una vez cumplidas las fases del proceso dentro del calendario establecido, toca ahora el turno de uno de los escollos que ya se presuponía inevitable cuando el pasado 3 de septiembre los dos bancos anunciaron la fusión: la perdida de empleos.
En este sentido, Caixabank ha comunicado que el próximo 13 de abril empezarán los contactos con los sindicatos para negociar el ajuste de plantilla fruto de la fusión con Bankia.
De momento, la compañía que ya preside José Ignacio Goirigolzarri no ha dado ningún tipo de orientación a cerca de a cuántas personas puede afectar el recorte de plantilla. Los sindicatos, por su parte, dan por supuesto que será significativo, de miles de personas.
Hasta un 20% de empleados tienen 52 o más años
Actualmente, la nueva CaixaBank da empleo a unas 46.000 personas en España, y sobre esta plantilla se deberá hacer el ajuste, puesto que el negocio de Portugal, es decir, BPI, queda fuera del recorte laboral.
Como decimos, Caixabank aún no ha dado pistas de qué criterio de edad o territorial utilizará para llevar a cabo el ERE. Cabe recordar que en el anterior proceso se acordaron salidas a partir de los 52 años que incluían el correspondiente convenio de la Seguridad Social hasta los 63 años.
Según datos facilitados a Efe por fuentes sindicales, los trabajadores que tienen 52 o más años suman hasta 9.200, de los cuales 2.800 están en la Comunidad de Madrid, unas 2.000 en Cataluña y unas 980 en la Comunidad Valenciana.
Una de las preocupaciones de los sindicatos es precisamente que la plantilla de mayor edad no está repartida de forma homogénea por toda España. Algo que complica la tarea de cuadrar los deseos de la dirección con el mapa territorial que presenta el banco.
La petición de los sindicatos
Por su parte, los sindicatos de Caixabank reclaman que el ajuste de la plantilla sea voluntario y no incluya medidas traumáticas ni traslados forzosos.
Los sindicatos recuerdan que el convenio de CaixaBank establece un período de consultas previas antes de la presentación del ERE, por lo que estiman que a partir del 13 de abril se iniciará un período de unas dos semanas antes de desembocar luego en el período de negociación formal del ERE.
Otro temor también es si, tras la experiencia de la pandemia, CaixaBank querrá hacer un ajuste de personal en oficinas más contundente de lo previsto inicialmente, dado que la covid-19 ha impulsado aún más la digitalización del banco.
