La noticia financiera del año saltaba este jueves 3 de septiembre ya bien entrada la noche: Caixabank y Bankia preparan una fusión inminente. Así, las entidades capitaneadas por José Ignacio Gorigolzarri y Jordi Gual estarían analizando las sinergias de una unión que crearía una entidad fuerte en el Ibex 35. Veamos, a continuación, las claves de esta operación.
Qué significa esta fusión y por qué es tan importante
Este movimiento supone la fusión del que, a día de hoy, es el tercer banco español-Caixabank- y el cuarto -Bankia-. Entre ambas entidades acumulan casi 22 millones de clientes en todo el país.
Que ambas se aúnen bajo el mismo paraguas daría lugar al primer banco en España, con unos activos totales de 663.027 millones de euros, al sumar los 444.572 del banco catalán y los 218.455 de la entidad de Goirigolzarri, según datos relativos al primer semestre del año, que constan en las cuentas de las dos compañías. Esto, además, supondría relegar a segunda y tercera posición en el escalafón a Banco Santander y BBVA, quienes se encuentran aún en los escalones más altos.
Por qué ocurre ahora
Lo cierto es que no es la primera vez que ambas entidades tratan de unirse. Ya ocurrió en 2012 cuando La Caixa de Isidro Fainé y la entonces Bankia de Rodrigo Rato mantuvieron intensas conversaciones en una de las llamadas 'fusiones frías' que nunca llegaría a salir adelante.
Ahora, la situación es bien distinta: Luis de Guindos, vicepresidente del BCE y uno de los padrinos de Bankia, lleva meses insistiendo en la idea de una consolidación del sistema financiero. Y esto sumado a la crisis que ha desatado la pandemia de la Covid ha terminado por impulsarlo todo: el virus ha llevado a las entidades a una posición en Bolsa que nada tiene que ver con la que tenían a principios de año: los dos protagonistas de las negociaciones situaron este indicador en el mes de junio por debajo de la recomendación del 5% que hacen los reguladores.
¿Se perderán puestos de trabajo?
La posible operación de fusión entre Caixabank y Bankia tiene entre sus espinas más duras la potencial pérdida de puestos de trabajo. A nadie se le escapa que ambas entidades bancarias tienen una amplia presencia en oficinas cara al público repartidas por todo el país y que, en no pocas ocasiones, compiten en ubicación casi puerta con puerta.
Cada una de las oficinas bancarias está atendida por, aproximadamente, siete empleados, con lo que el personal afectado por la fusión se elevaría a cerca de 10.000 empleados. Del mismo modo, la estimación de despidos se sitúa entre los 2.500 y 7.500 en función de si el plan es más o menos agresivo.
¿Se cerrarán oficinas?
Según un análisis elaborado por Barclays, más de 1.400 oficinas de Caixabank y Bankia operan bajo el mismo código postal y son susceptibles de poder cerrarse dentro de una estrategia para optimizar recursos. Supone cerca de una de cada cuatro sucursales de las 6.115 con las que cuentan Caixabank (3.846) y Bankia (2.269).
¿Tiene aún el Estado una parte de Bankia?
Sí. Otra de las claves de la operación es que no es solo cosa de dos entidades privadas. Resulta también crucial el papel del Estado en todo este proceso, ya que cuenta con más de un 60% del capital de Bankia a través del Fondo de Reestructuración de Activos Bancarios (FROB) que, tal y como están los plazos a día de hoy, debe ser desinvertido antes de diciembre de 2021.
Debido a este hecho, cualquier ecuación en la que Bankia pueda estar inmiscuída tiene que contar con el beneplácito de los poderes públicos, algo que históricamente ha sido una barrera de cara a cualquier operación.
Cómo han reaccionado Bankia y Caixabank en bolsa
La reacción en bolsa a la posible fusión ha sido una ola compradora de títulos. La más alcista, Bankia, se dispara por encima del 30%, hasta los 1,35 euros por título, su nivel más alto desde comienzos de marzo. Por su parte, Caixabank sube más de un 10%, hasta los 2,018 euros por acción, máximos desde mediados de agosto de este año.
Por tanto, ambas entidades habrían recuperado sus niveles previos al impacto de la Covid-19 en los mercados, sobre todo en el caso de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri, que era la más rezagada.
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