Aún puede suspenderse

Bankia ultima una nueva junta ante la tardanza de CNMC en aprobar la fusión

La entidad financiera celebrará la reunión con sus accionistas el próximo martes si las autorizaciones no llegan antes. En el banco preveían que la aprobación de Competencia y el BCE llegase antes de la cita. 

bankia
José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia. 
EFE

El pasado 1 de diciembre Valencia acogía la que parecía ser la última junta de Bankia como entidad independiente, pero puede no ser así. La entidad financiera ultima los preparativos para celebrar una nueva junta de accionistas el próximo martes. El banco que encabeza José Ignacio Goirigolzarri había convocado la reunión con sus accionistas para el martes 26 de marzo con la intención de recibir antes de esa fecha la autorización de la fusión con CaixaBank por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el Banco Central Europeo (BCE) y cancelarla. Pero este hecho no se ha producido por ahora, por lo que salvo que llegue antes del martes el banco se verá obligado a celebrarla. 

La autoridad nacional de Competencia que encabeza Cani Fernández está haciendo una análisis oficina por oficina de la operación de concentración que dará lugar al mayor banco en España. Con más de 6.800 sucursales y la importancia de ambas entidades en el campo de los productos de crédito y ahorro, la operación requiere un análisis pormenorizado de los detalles, lo que parece que está llevando más tiempo del inicialmente previsto. 

En cambio, y como ya afirmó hace meses José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de Bankia y futuro primer espada de la nueva CaixaBank, no se prevén problemas en las autorizaciones regulatorias. "Nosotros no estamos esperando ningún tipo de restricciones porque es cierto que, pese a que la suma nos pone en cuotas de mercado del 25%, al analizar las cuotas de los líderes en los países más cercanos, estas cifras son comunes", afirmaba entonces el presidente de la antigua Caja Madrid.  

El otro gran indicador clave, el índice de Herfindahl -que evalúa la concentración económica de un mercado- también daba por buena la unión ya que se sitúa, según los cálculos que maneja la entidad, en 1300 puntos, mientras que la Comisión Europea interpreta que hay problemas a partir de 1800. Todo ello hace ver que la autorización de las autoridades regulatorias llegará en los próximos días pero puede no ser lo suficientemente pronto como para salvar la celebración de la junta.

La convocatoria de esta reunión ya recogía la posibilidad de que esta fuese suspendida si para entonces se consiguiese perfeccionar la fusión mediante su ejecución en escritura pública y su inscripción en el Registro Mercantil de Valencia, ciudad en la que ambas entidades tienen la sede social. "Quedará automáticamente sin efecto como consecuencia de la extinción de la sociedad, de lo que se informaría oportunamente a los accionistas y a los mercados en general", decía la convocatoria enviada a la CNMV hace un mes.

De celebrarse finalmente, en ella se someterá a votación de los accionistas la aprobación de las cuentas anuales, la aplicación del resultado del ejercicio 2020, la reelección de varios de los miembros del consejo de administración -entre ellos la del propio Goirigolzarri- y algunas modificaciones que se han llevado a cabo en el reglamento del consejo. Además, también se someterá a la opinión de los propietarios de los títulos sobre el informe anual de remuneraciones de la cúpula del banco. 

La nueva entidad

El nuevo banco será el primero en España con más de 600.000 millones de euros en activos y estará encabezado por José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de Bankia, y Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank. La nueva entidad tendrá más de 20 millones de clientes e importantes cuotas de mercado en productos de ahorro. De acuerdo con el proyecto de fusión que fue aprobado a finales de año por los accionistas de ambos bancos, los propietarios de títulos de CaixaBank representarán el 74,2% del capital de la nueva entidad y los de Bankia, el 25,8%.

El primer accionista del nuevo banco será Criteria Caixa -que hasta ahora tenía un 40,02% de la entidad catalana tras realizar pequeñas compras con la autorización regulatoria-, que se quedará con poco más del 30% del capital. Por detrás estará el Estado que a través del FROB mantendrá una participación de alrededor del 16%. También tendrán posiciones relevantes en el capital el fondo BlackRock y otros inversores institucionales.

Mostrar comentarios