Tras superar los problemas de gobernanza

Los consejos de Unicaja y de Liberbank dan luz verde a su fusión 'in extremis'

Manuel Azuaga, de la entidad malagueña, será el presidente y Manuel Menéndez, de la asturiana, será el consejero delegado del banco combinado que nacerá a principios de verano.

Unicaja y Liberbank negocian los detalles d su fusión con el BCE
Manuel Azuaga y Manuel Menéndez, presidente y consejero delegado de la futura Unicaja.
Lainformación

Los consejos de administración de Unicaja y de Liberbank han dado luz verde definitiva al proyecto de fusión que creará el quinto banco en España con más de 100.000 millones de euros en activos. Tras superar los problemas surgidos con la gobernanza de la nueva entidad, el pasado domingo se convocaron dos reuniones paralelas de los máximos órganos de cada banco que se han celebrado este mismo martes. En ellas, los directivos de una y otra entidad dieron la aprobación definitiva a este proyecto que ahora deberá contar con el visto bueno del auditor independiente que designe el registro mercantil.

Desde que se conociese oficialmente que ambas entidades habían retomado los contactos para una operación de concentración en el mes de octubre, se han sucedido varios problemas en las negociaciones pero finalmente, esta vez sí, Unicaja y Liberbank han entrado en capilla. Manuel Azuaga, actual presidente de Unicaja, seguirá en el cargo como ejecutivo en el banco resultante hasta que cumpla los 75 años -hasta 2023-. El consejero delegado será Manuel Menéndez, actual CEO de la entidad heredera de Cajastur que, una vez que se produzca la pérdida de los poderes ejecutivos en la figura del presidente, tal y como exige el Banco Central Europeo (BCE), se someterá a la consideración del conjunto del consejo de administración para, si así se decidiese, aglutinar, total o parcialmente, los poderes que éste deje. 

Con respecto al otro punto clave de las operaciones de fusión, como es la ecuación de canje, Unicaja contará con alrededor de un 59,5% del capital del nuevo banco y Liberbank, por su parte, tendrá un 40,5%. Estas cifras permiten salvar la gran línea roja que supuso el porcentaje del accionista mayoritario de la entidad andaluza, la Fundación Unicaja, en la anterior intentona de fusión. Siguiendo la denominada ‘Vía Fainé’, el supervisor permitió que la fundación superase, momentáneamente, el 50% del capital en la actual Unicaja para que, una vez aplicada la ecuación de canje, su posición fuese superior al 30% del capital. Este hecho le permite mantener innumerables beneficios fiscales y, en caso de que en un futuro, quisiese aumentar su posición, le exime de lanzar una opa.

De esta forma, el capital de la futura Unicaja estará formado, además de por la Fundación Unicaja como principal accionista, por las tres fundaciones que están actualmente presentes en Liberbank (Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria); el fondo Oceanwood, que tendrá poco más de un 7%; y varios inversores privados entre los que destacan el empresario andaluz Tomás Olivo, el mexicano Ernesto Tinajero, los dueños de Mayoral y la familia Masaveu.

Ambas entidades tienen los niveles de capital más altos del conjunto de la banca española y sitúan la ratio de CET1 fully loaded –el capital de máxima calidad- por encima del 14%. Además, otro de los indicadores clave de los balances, más en una situación económica como la actual, la ratio de morosidad, se coloca por debajo de la media del sector en España. Estos datos, sumados a la buena acogida de la fusión en el mercado, han llevado a la acción de ambos bancos a revalorizarse de forma muy importante superando el 140%, en el caso de Liberbank, desde el suelo marcado en mayo.

Además, contarán con una plantilla de casi 10.000 empleados, de acuerdo con los últimos datos públicos, que provendrán en su mayoría de Unicaja –6.274 trabajadores-. En cuanto a la red comercial, la entidad resultante tendrá más de 1.600 oficinas, repartidas por ubicaciones muy diferentes y que se centran, en el caso de Liberbank en Castilla La Mancha, Asturias y Cantabria, y en el caso de Unicaja, en Andalucía. Las entidades deberán llevar a cabo importantes recortes para conseguir sinergias en costes, un proceso que comenzará tras las juntas de fusión, previsiblemente el próximo mes de febrero. Los primeros cálculos del sector financiero sitúan las salidas de entre 1.500 y 2.000 personas.

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