Iberdrola pasa a la acción

Galán demanda a ACS por competencia desleal y apunta a un pago millonario

La eléctrica no ha calculado el coste de la indemnización que puede reclamar, pero advierte que el daño reputacional lo ha sufrido la parte intangible de la empresa, que supone un 23% de su valor total.

Ignacio Sánchez Galán Iberdrola
Galán demanda a ACS por competencia deseal y apunta a un pago millonario.
EFE

El equipo jurídico de Iberdrola ha presentado una demanda ordinaria contra ACS por competencia desleal al instigar la publicación de una noticia negativa contra ellos sobre el caso Villarejo dos días antes de la presentación de resultados, con el consiguiente perjuicio para su reputación y el coste económico que eso supone para una empresa que cotiza en los mercados internacionales y depende en gran medida de su reputación y credibilidad a la hora de financiarse e invertir en el sector energético. 

La eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán no cuantifica en la demanda el coste que supuso para ellos esa publicación, en la que ACS les amenazaba con otra demanda por 2.600 millones si la compañía resultaba imputada en el caso Villarejo, pero se reserva esa potestad para un momento posterior, con la advertencia de que puede ser un coste muy alto, tanto porque la denigración que sufre la empresa por parte de ACS no ha cesado todavía, como porque el valor de la parte intangible de Iberdrola, que es la que se ha dañado con esa publicación, se estima en un 23% de su valor total. 

Según el análisis de los abogados de la eléctrica, “la ‘coincidencia’ de la publicación con la presentación de los resultados de Iberdrola, es una maniobra torticera y malintencionada para, de forma burda, ‘avisar y/o amenazar’ a los inversores, accionistas y clientes que, ACS tiene intención de presentar una demanda por un importe, a todas luces desproporcionado que minoraría, cuando no absorbería, los potenciales resultados positivos que Iberdrola presentaba a los mercados dos días después de la filtración de la noticia”. 

La compañía recuerda en la demanda que el precio de la acción es muy sensible y se ve fuertemente afectado por la información distribuida al mercado en los días anteriores y posteriores a la presentación de resultados, algo que también sería tenido en cuenta a la hora de calcular el golpe económico que, supuestamente, la eléctrica sufrió con la noticia publicada. "En el caso de Iberdrola, la creación de valor en los dos días previos a la presentación de resultados produce en media el 3% de la creación de valor total del año, habiéndose alcanzado algunos años el 21%", advierte la demanda, por lo que cualquier alteración sobre esos datos puede ser un coste millonario a la hora de calcular el pago de una posible indemnización. 

A pesar de todas las razones aducidas y reiteradas en la demanda, la parte de la eléctrica se resiste a hacer cálculo alguno del coste que puede tener el daño recibido bajo la justificación de que se trata de "actos continuados que continúan denigrando la reputación de Iberdrola en el mercado", con lo que estiman que es imposible cuantificarlos hasta la fecha en que se dicte sentencia.

El autor material de la filtración

Desde la empresa que preside Ignacio Sánchez Galán se recalca lo incongruente de mezclar o relacionar en la información publicada lo relativo al caso Villarejo con el coste que para la empresa de Florentino Pérez tuvo en 2010 su intento fracasado de meter un consejero en la eléctrica tras comprar un 20% de sus acciones en el mercado, algo que genero un proceso judicial que llegó al Tribunal Supremo y que ganó siempre la eléctrica, con un coste millonario estimado en los 2.600 millones que pensaba reclamar. “De un lado, se traslada al mercado una supuesta actuación ilícita de Iberdrola en el caso Tándem y, de otro, se vincula lo anterior, a una eventual demanda de daños por hechos acaecidos en 2010 y resueltos judicialmente a favor de Iberdrola, distorsionándose así intencionadamente la imagen patrimonial y financiera de un competidor frente a los mercados e inversores”.

La demanda se produce después de que el juez de lo Mercantil número 4 de Madrid, Jorge Montull, que lleva el caso, negara a Iberdrola la diligencia preliminar de que llamara a declarar a los representantes legales de ACS para comprobar si la filtración de la noticia que consideran “deningrante” ha venido de la constructora. A pesar de ello, en la demanda se considera a ACS como “autor material de la filtración de la noticia” y se analizan para ello el comunicado emitido por la empresa de Florentino negando tal punto, con la advertencia de que en ningún momento desmiente el contenido publicado. A su entender, “la noticia, no se puede explicar más que como una filtración desde ACS, con el fin de menoscabar la reputación de Iberdrola y así perjudicar a su competidora en el mercado, generándole una manifiesta desventaja competitiva y un grave perjuicio, dadas las dudas que, con esta noticia, se pueden generar en relación con la situación económica de la entidad y el destino de los beneficios obtenidos en el ejercicio 2020”.

La relación de los hechos desgrana a lo largo de 45 folios la importancia que la parte reputacional tiene para los negocios de la eléctrica, sobre todo por considerar al grupo que preside Florentino Pérez un competidor directo en la comercialización de energía renovables, así como en otras áreas estratégicas, como las redes de infraestructura de recarga de los coches eléctricos y la generación de hidrógeno verde. 

La demanda incluye un informe pericial donde se analiza esa coincidencia de negocios e incluso se evalúa, sin cuantificar el coste tampoco, “la intensidad competitiva de las áreas de negocio identificadas”, llegando a la conclusión de que la competencia entre las dos compañías “es estructural dada, la relevancia estratégica de los negocios en competencia para ambos grupos, el peso de las inversiones comprometidas y la valoración que hacen los analistas”. 

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