Galán renueva en Iberdrola hasta 2023 sin ceder poder y con mensaje 'verde'

  • El presidente de la eléctrica respalda los planes de transición energética del Gobierno que considera ambiciosos pero realizables.
Ignacio Sánchez Galán en la junta de accionistas.
Ignacio Sánchez Galán en la junta de accionistas.

Ignacio Sánchez Galán presidirá Iberdrola cuatro años más. La junta de accionistas celebrada en Bilbao ha renovado el mandato del directivo salmantino, que llegó a la presidencia de la eléctrica en 2006. Sánchez Galán se convierte en el decano del sector eléctrico con un discurso basado en las renovables y en la internacionalización de la empresa. En 2018, la compañía eléctrica obtuvo un récord de beneficios con 3.014 millones de euros. Es el aval de Sánchez Galán para retrasar su retirada como presidente plenipotenciario -Iberdrola no tiene consejero delegado- hasta 2023, cuando cumpla 73 años. Además, Sánchez Galán es uno de los ejecutivos mejor pagados de España. Sólo en 2018 cobró 9,5 millones de euros.

En el discurso ante la junta, Sánchez Galán respaldó de forma explícita el proyecto energético del Gobierno. Según dijo, se trata de "un plan ambicioso, diseñado con rigor, pero realizable; que nos puede proporcionar una posición privilegiada en el proceso de transición energética, tanto por el aprovechamiento de nuestros recursos naturales, como por el desarrollo de nuevas capacidades industriales y tecnológicas".

Si se confirma la hoja de ruta diseñada por Sánchez Galán, en el momento de su retirada sólo habrá un directivo del sector de la energía que pueda mostrar una hoja de servicios igual de dilatada que la suya: Antonio Brufau, presidente de la petrolera Repsol. Con una diferencia. Aunque Brufau ha anunciado también su retirada en 2023, desde 2015 delegó los poderes ejecutivos en el consejero delegado Josu Jon Imaz.

Sánchez Galán tiene otro estilo. Aunque tiene a gala dirigir la empresa al estilo de la mejor tradición anglosajona, no ha asumido la fórmula habitual de repartir tareas entre un presidente y un consejero delegado. Asumió todo el poder de la compañía hace 13 años, cuando sustituyó en Iberdrola a Íñigo Oriol, y se resiste a soltar el timón.

Viejas fórmulas

Sánchez Galán es uno de los ejemplos en España de cómo un directivo puede sustituir a las viejas fórmulas de propiedad en una empresa haciéndose con todo el poder y moldeando la compañía a su imagen. En el sector de la energía, nadie como Sánchez Galán conoce las sendas que llevan un plan de empresa desde el comité de dirección a la consideración de la comisión de subsecretarios del Gobierno de turno. 

El gran argumento -siempre hay uno- del presidente de Iberdrola para continuar en el cargo cuatro años más es culminar el plan estratégico 2018-2022 que diseñó para el grupo y que trata de consolidar a la eléctrica en el top ten de las grandes energéticas mundiales. Todo en vuelto en el manto verde y ecológico que ha caracterizado a la marca Iberdrola en los últimos años.

Sánchez Galán, con poderes renovados, afronta en España un momento clave para el negocio. La compañía prevé invertir 8.000 millones en el negocio nacional hasta 2022, la mitad en renovables. Con la actividad  eólica  e hidroléctrica como puntales, Iberdrola afronta un momento de transformación en el negocio nacional, con el cierre programado de centrales nucleares y la necesidad de rentabilizar las centrales de gas infrautilizadas.

El plan de Sánchez Galán es convertir a la compañía en un gigante de las renovables a partir de sus puntales en el negocio internacional: con Scottish Power en Reino Unido, Avangrid en Estados Unidos y Neoenergia en Brasil como grandes pilares. El plan de inversiones hasta 2022 alcanza los 34.000 millones de euros, con una previsión de beneficios -brutos- de 12.000 millones al fin del periodo 2018-2022, lo que supone un incremento del 30% respecto a 2018.

Sánchez Galán promete a los accionistas un dividendo mínimo anual en el periodo de 0,4 euros, cifra que "podría ir incrementándose en línea con el crecimiento de resultados". Un caramelo envuelto en números espectaculares que resaltó ante los accionistas: 50.000 millones de euros de capitalización bursátil que le dan el tercer puesto del Ibex 35, sólo por detrás de Inditex y del Banco Santander.

La junta aprobó el nombramiento de Sara de la Rica como consejera en sustitución del exministro Ángel Acebes, encausado en el caso Bankia, que deja la compañía después de siete años. Con la incorporación de la bilbaína De la Rica, Iberdrola se convierte en la compañía del Ibex 35 con más mujeres en su consejo, con un 42,8% de consejeras sobre un total de 14 miembros. La eléctrica prácticamente duplica la media de porcentaje de mujeres en los consejos de administración en España y supera la recomendación del Código de Buen Gobierno de la CNMV para 2020 (30%) y la de la Comisión Europea (40% para ese mismo año).

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