
La petrolera portuguesa Galp alcanzó un beneficio neto de 26 millones de euros en el primer trimestre de 2021, lo que supone un descenso del 13% respecto a los tres primeros meses del ejercicio anterior, un periodo que coincidió con el inicio de la pandemia de coronavirus y sus efecto. La caída de la producción de petróleo como consecuencia de las restricciones por la pandemia del coronavirus ha provocado esa reducción, además de la desaceleración de la actividad de refinación.
Según la información enviada hoy por la compañía a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) lusa, su beneficio antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) aumentó un 6%, hasta los 499 millones de euros. Este resultado vino impulsado sobre todo por el negocio de Upstream, y ante la caída del negocio de Refinación, que pasó de dar 90 millones de ganancias en el primer trimestre de 2020 a 6 millones en pérdidas este año.
Galp señaló que sus activos líquidos (cash flow) aumentaron un 46% frente a los tres primeros meses del año anterior, hasta los 446 millones de euros. Mientras, la producción de petróleo bajó hasta 125,2 millones de barriles de petróleo equivalentes por día, un 5% menos que en los primeros tres meses de 2020.

Pese a la caída en este primer trimestre, el efecto de la caída de la producción se vio compensado en parte por un aumento de los precios del petróleo y una recuperación de los márgenes de refinación.
El precio del barril de Brent se situó en torno a 61 dólares, 11 dólares más que en el mismo periodo de 2020. Los márgenes de refino de Galp -la diferencia entre el valor del crudo y los ingresos generados por su venta en forma de productos petrolíferos como la gasolina o el gasóleo- disminuyeron cerca de un 13%, hasta 2 dólares por barril.
La inversión entre enero y marzo alcanzó los 178 millones de euros, mientras que la deuda líquida creció durante el primer trimestre un 4%, hasta 1.552 millones de euros.
"La producción se vio afectada por limitaciones operativas, principalmente debido a las circunstancias de la pandemia", afirmó Galp, y agregó que la crisis continuó restringiendo las actividades en otros puntos fuera de Portugal y que la producción cayó un 3% en Brasil y un 20% en Angola.
De las dos refinerías que Galp gestiona en Portugal, las únicas en todo el país, solo está operativa la de Sines (Lisboa), ya que la petrolera lusa anunció a finales del año pasado que dejaba de operar su planta de refinado en Matosinhos (Oporto) debido a los ajustes de consumo de combustible en el mercado ibérico motivados por la covid-19. La petrolera lusa tiene presencia en once países, entre ellos Portugal, España y Brasil.