El peaje que deja García Madrid en OHL: sin concesiones y con poca rentabilidad

  • Deja la compañía por considerar que ha cumplido su objetivo: devolver la sostenibilidad financiera a la constructora y garantizar su viabilidad.
Tomás García Madrid, CEO de OHL
Tomás García Madrid, CEO de OHL

Tomás García Madrid, hasta hoy CEO de OHL, ha presentado su dimisión como consejero delegado de la constructora. Poco ha durado su periplo como primer ejecutivo de la firma, ya que el directivo sustituía a Josep Piqué tras ser aprobado su nombramiento en la reunión que el consejo de administración celebraba el 23 de junio de 2016. Esto es, una exposición de 16 meses.

En ese tiempo, su gestión arroja luces, pero también llamativas sombras. El directivo se encontró una acción que había abandonado el Ibex 35 días antes de su nombramiento y que desde entonces ha logrado ligeras subidas. Los títulos antes de su nombramiento cotizaban en los 4,14 euros y en la actualidad se sitúan en los 4,997 euros. Es decir, ha rebotado un 20%, cifra ligeramente superior a la que se anota el Ibex desde entonces y que implica subidas del 16,5%. 

El comportamiento es positivo pero con matices. La compañía anunciaba el pasado 17 de octubre la venta de su filial de concesiones de infraestructuras, OHL Concesiones, al fondo australiano IFM Investor,  por 2.235 millones de euros y la acción rebotaba un 43,69%. Una subida que sirvió para convertir las caídas que sufría durante la gestión de Tomás García Madrid a números verdes. 

Además, la venta de OHL Concesiones deja el negocio de la constructora muy debilitado aunque sin deuda. En la presentación de resultados del primer semestre de este año, la deuda neta ascendía a 2.839 millones (814 con recurso y 2.079 sin recurso), mientras que su ebitda en el ejercicio 2016 fue de 222,9 millones. Es decir, su ratio de apalancamiento se sitúa en las 12,7 veces.

El endeudamiento pasaría a ser prácticamente cero por dos motivos: obtiene 2.235 millones con la venta de la división de concesiones y desconsolida la deuda de dicho negocio, que a cierre de 2016, alcanzaba los 451,8 millones. Es decir, la operación reduciría la deuda de la compañía en 2.687 millones y sería de únicamente 150 millones. Eso sí, el peaje que paga la constructora con dicha venta es bastante alto. En concreto, OHL obtuvo en el primer semestre de año unas ventas de 1.804 millones y un beneficio operativo (ebitda) de 500 millones. 

Pues bien, su división de concesiones generaba 216 millones de euros de ventas y 481 millones de ebitda, es decir, suponía más de 10 de cada 100 euros facturados por la constructora (11,97%) mientras que casi todo su beneficio operativo provenía de dicho negocio (96,2%). 

Tomás García Madrid abandona el cargo por considerar que ha cumplido el principal cometido que se le encomendó: devolver la sostenibilidad financiera a la compañía y garantizar su viabilidad.

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