Gas Natural apunta al relevo de Villaseca y espera ya el aterrizaje de Reynés

  • El primer ejecutivo de Abertis se perfila como el nuevo hombre fuerte de la empresa gasista, con las opas de ACS y Atlantia como claves
De izquierda a derecha: Isidro Fainé, Francisco Reynés y Salvador Alemany en una junta de Abertis.
De izquierda a derecha: Isidro Fainé, Francisco Reynés y Salvador Alemany en una junta de Abertis.
EFE

Todo llega y todo pasa. Gas Natural Fenosa prepara el relevo de su consejero delegado, Rafael Villaseca (66 años), tras 12 ejercicios al mando de la compañía. Villaseca llegó a la empresa -entonces sólo gasista-en el año 2005-. En 2018, si se cumplen los términos del contrato comunicado a la CNMV este año, su tiempo habrá pasado. Su labor como primer ejecutivo durará lo que su condición de consejero de la compañía: hasta mayo de 2018, cuando se cumplen tres años de su nombramiento.

Su relevo más probable, según fuentes al tanto del proceso, es Francisco Reynés, mallorquín de 54 años, y consejero delegado de Abertis. Al nuevo consejero delegado de Gas Natural le tocará gestionar una empresa en tiempos de mudanza, marcados por el auge de las renovables y el afán del presidente de la compañía y expresidente de La Caixa, Isidro Fainé, por construir un gran grupo energético en el sur de Europa. Los planes de Fainé siguen apuntando a la portuguesa EDP para una posible gran operación, algo que no todos los accionistas ven con buenos ojos.

El relevo se da por hecho. Pero los grandes accionistas de la empresa, Repsol (20%) y Criteria-La Caixa (24,4%) también manejaron esa posibilidad hace un año y no se cumplió. En una compañía como Gas Natural Fenosa, en la que su presidente Fainé actúa con un estilo y una autonomía respecto al consejo poco habituales todo puede pasar,  sostienen fuentes con intereses en el grupo.

Fuentes de la compañía consultadas por este diario aseguran que no hay nada concreto sobre la mesa, y que la llegada de Reynés al grupo es un rumor recurrente. Puntualizan, además, que la vinculación de Villaseca con la compañía depende exclusivamente de la junta de accionistas. 

Accionistas y momento clave

Los grandes accionistas, entre los que se incluye el fondo estadounidense GIP (20%), al que Repsol y La Caixa vendieron cada uno un 10% de Gas Natural Fenosa en 2016 por 3.800 millones, saben que el grupo vive un momento clave. Gas Natural domina el mercado gasista, está enfrentado al ministro de Energía, Álvaro Nadal por las nuevas obligaciones que le ha impuesto en el mercado del gas y presiona para que las renovables no se coman el terreno que comenzó a conquistar en 2008, cuando adquirió la mayor parte del capital de Unión Fenosa a la ACS de Florentino Pérez.

Al nuevo consejero delegado le tocará también encajar los intereses del nuevo accionista GIP en el nuevo plan estratégico de la compañía. GIP ya ha puesto las cartas sobre la mesa: quiere la máxima rentabilidad y convertir en euros contantes y sonantes parte de los activos. Gas Natural ya ha vendido por 1.500 millones un 20% de su red de distribución de gas y GIP se pregunta. ¿por qué no más?

Villaseca dejará la compañía, tras cumplir con su último contrato, con una buena indemnización, por encima de los 12 millones de euros y tras haber batallado con intensidad contra las primas a las energías renovables y contra quienes criticaron la conexión de Gas Natural con las puertas giratorias de la política. Villaseca defendió con énfasis la labor del expresidente Felipe González como consejero de Gas Natural.

La elección de Francisco Reynés como sucesor de Villaseca no es casual. Es un ‘insider’ de La Caixa. Ya en 2007 fue director general de Criteria, el holding empresarial de la entidad, donde desembarcó, precisamente, desde Gas Natural. Durante un año fue director general de Recursos del grupo energético. En 2010, fue nombrado consejero delegado de Abertis.

Abertis y el calendario

Tampoco es irrelevante el calendario. En el primer trimestre del año, si nada se tuerce, empezará a estar más claro el futuro de Abertis. Ahora mismo, sobre el gestor de autopistas hay dos ofertas de compra latentes. Por un lado, la opa lanzada por ACS a través de su filial alemana Hochtief, que está a la espera de ser aprobada por la CNMV. Por otro, la de Atlantia, que lleva sobre la mesa desde el pasado verano pero está parada hasta que el regulador abra la puerta a la propuesta de la constructora y las dos compitan a la vez.

ACS cada vez tiene más visos de ser el triunfador en esta batalla de opas. El Gobierno ya ha mostrado sus cartas. Se opone a la propuesta de Atlantia, por la negativa de los italianos a buscar el permiso del Ejecutivo a su oferta, algo que exige Moncloa por afectar a un negocio de concesiones administrativas (las autopistas y los satélites de Hispasat, controlado por Abertis). Y la empresa transalpina ya empieza a dar muestras de que puede dar marcha atrás en su oferta.

La marcha del máximo responsable ejecutivo de Abertis coincidirá así en el tiempo con el previsible desenlace de la oferta que se haga con el control del gestor de autopistas, siempre que la acepten sus accionistas. Si sale vencedora ACS, la batuta de su nueva participada la llevará Marcelino Fernández Verdes, consejero delegado de Hochtief y de ACS, además de mano derecha y sucesor de Florentino Pérez al frente de la constructora.

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