Empresas gasistas e industria chocan en la CNMC por retorcer los datos de precios

  • La patronal Sedigás sostiene que la factura industrial de España es competitiva en Europa mientras las empresas dicen que pagan peajes inflados.
Gráfico precios gas.
Gráfico precios gas.

En esta ocasión no se trata de una discrepancia sobre la botella medio llena o medio vacía. Las grandes empresas consumidoras de gas, representadas por 11 asociaciones y las compañías gasistas, discrepan radicalmente sobre la realidad de los precios del gas en España. Lo ponen de manifiesto en las argumentaciones que han planteado en la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) ante los planes de recorte a la retribución de las redes. La misma botella está vacía y llena a la vez, algo cuántico. Ambas partes manejan datos y ambas partes acusan a la contraria de retorcerlos de forma extrema.

La industria consumidora, que apoya los recortes planteados por Competencia y que consume el 62% de todo el gas en España, sostiene que, de forma general, las instalaciones industriales pagan precios entre un 20% y un 25% más altos que el de sus competidores europeos. En costes regulados -los que ocupan a la CNMC- los peajes del gas estarían un 45% por encima de la media europea.

Las empresas gasistas, con la patronal Sedigás al frente, cuestionan los datos de la industria. Sostienen que los números que manejan las grandes consumidoras ante la CNMC y en sus comunicados, están desfasados. Como prueba esgrimen documentos públicos de la asociación de empresas Gas Industrial que utiliza datos de 2013 -ver gráfico- para defender sus tesis.

Informe de PWC

Sus números son muy distintos. El informe que la patronal gasista encargó a la consultora PWC sostiene que tras la reforma del sector gasista en el año 2014, la retribución a las redes ha caído hasta un 15% "haciendo que la factura de gas natural doméstica e industrial sea competitiva contra la de otros países de la UE" (ver gráfico).

Las discrepancias son radicales. Las empresas afectadas por los recortes que ha planteado la CNMC a la retribución de las redes discuten a cara de perro el tijeretazo y analizan con lupa las posiciones del contrario. En más de un departamento financiero estudian con atención renovada las últimas estadísticas de Eurostat para amontonar razones ante la CNMC y ante los ataques de la industria.

Pero la gran industria consumidora lo tiene claro. Tanto que ha solicitado a la CNMC que adelante a 2021 el recorte retributivo a las compañías gasistas planteado para el periodo 2021-2026. Las alegaciones ante la CNMC sostienen que adelantar el recorte a 2021 y aplicarlo en su totalidad ahorraría a los consumidores en ayudas injustificadas unos 1.500 millones de euros entre 2021-2026. Según los cálculos que discuten sus suministradores, la sobrerretribución a las empresas de transporte y distribución de gas en el periodo 2014-2020 ha alcanzado los 5.000 millones de euros.

Rebajar la factura

El objetivo de los grandes consumidores industriales es reducir su factura energética. Tanto la eléctrica, para la que reclaman un estatuto específico -de consumidor electrointensivo-, como la del gas. Frente sus reclamaciones, las empresas gasistas -Naturgy, Enagás, Redexis, Reganosa, etc- aseguran que los recortes de la CNMC no supondrá una rebaja a corto plazo en la factura debido a que hasta que no se haya recuperado el déficit acumulado "no se pueden bajar los peajes del sistema".

En el caso concreto de los distribuidores de gas, las gasistas consideran que se debe mantener el sistema retributivo actual al estimar que el cambio propuesto "se basa en supuestos equívocos". No hay sobrerretribución de la actividad de la distribución como defiende Competencia porque su análisis se basa en ratios económicos financieros "no adecuadamente aplicados, con una metodología que no es válida ni rigurosa para un modelo que retribuye actividad". La pelea sigue.

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