Los proyectos del Fondo UE

Gestamp, Antolín… Los componentes de automoción 'tiran' de la recuperación

El gobierno trata de financiar a un sector que necesita evolucionar hacia una economía verde y en el que la movilidad eléctrica marcará la próxima década.

Imagen de Francisco Riberas, presidente de Gestamp.
Gestamp, Antolín… Los componentes de automoción 'tiran' de la recuperación
Efe

España es uno de los países líder de la Unión Europea en cuanto al poder de la industria de componentes para la automoción. Se trata de un sector con un tejido productivo disperso y en el que conviven Pymes y grandes monstruos de la industria de componentes, como las españolas Gestamp, CIE Automotive y el Grupo Antolin, con gigantes extranjeros como Bosh o Continental. Quizá por eso, más de 20.000 millones de euros serán dedicados a proyectos relacionados con la movilidad a través del Plan de Recuperación y Resiliencia presentado por el Ejecutivo central y que se espera cuente con la financiación de los fondos NextGeneration.

Tanto en su eje 1, Plan de Choque de Movilidad Sostenible, segura y conectada en entornos urbanos y metropolitanos, como en el 6, Movilidad sostenible, segura y conectada, y el 12, con el Programa de impulso de la competitividad y sostenibilidad industrial, el plan del gobierno tratará de ofrecer financiación a un sector que necesita urgentemente evolucionar hacia una economía descarbonizada y en el que la movilidad eléctrica aparece como el referente de diseño y construcción para las próximas décadas.

El principal problema que aparece en el horizonte de las empresas es la gestión y presentación de sus proyectos para poder así cumplir los requisitos exigidos para obtener la financiación necesaria de los fondos europeos. Una dificultad que las grandes del sector como Gestamp, CIE Automotive o Antolin afrontan de una manera radicalmente diferente al resto del ecosistema de la industria auxiliar, compuesta por más de mil empresas que han sufrido el impacto del Coronavirus como ninguna otra.

Según datos de Sernauto, la Asociación Española de Proveedores de Automoción, en 2020 la industria española sufrió un batacazo nunca visto. El sector facturó 30.200 millones de euros, un 15,7% menos que en 2019, suponiendo “un retroceso a cifras previas a 2015”. De la facturación en el mercado nacional, estimada en 12.300 millones, 7.740 corresponden al suministro de equipos y componentes a los fabricantes de vehículos y 4.560 proceden del mercado de recambios.

Durante ese año, “el sector dio empleo a un total de 344.500 personas” entre puestos de trabajo directos e indirectos, si bien el generado directamente por las empresas de componentes disminuyó un 5,7% con respecto al año anterior. Con el ánimo de mejorar estos datos e independientemente de la llegada del maná europeo, las empresas afrontan tres retos para salvar una industria que ha sido referencia en España desde la transición democrática y económica vivida en el último cuarto del sigo pasado.

Exportación

Entre enero y abril de 2021, las empresas de equipos y componentes exportaron por valor de 6.833 millones de euros, un incremento de un 26% con respecto a 2020, si bien Sernauto matiza que “representa una reducción del 7,1% respecto al periodo prepandemia”.

La Unión Europea fue el principal destino de las exportaciones de equipos y componentes, “con una cuota del 68% sobre el total, y con una cifra de 4.649 millones de euros”, siendo Alemania, Francia, Portugal, Italia y Polonia, los principales mercados dentro del espacio comunitario y Reino Unido, Estados Unidos y Marruecos y China los referentes de la exportación española fuera del entorno UE.

Pese a los buenos datos, la gran mayoría de empresas necesitan afrontar con garantías el proceso de internacionalización, caracterizado por ser altamente exigente y competitivo debido a la aparición de otros puntos de producción como India, Corea de Sur o Japón y los propios europeos, que también gozan de importantes empresas que compiten con las españolas. Gran parte de los proyectos europeos irán dirigidos a aumentar la competitividad de las empresas en el exterior, apostando por la digitalización y la reducción de costes para continuar con la recuperación de la industria auxiliar.

PERTE del vehículo eléctrico

Hace apenas un mes se presentó el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado. El carácter estratégico del sector de la automoción se constató con la presencia de todas las empresas y asociaciones involucradas en la industria de la automoción en España.

El proyecto es fruto de la colaboración público - privada y prevé una inversión de más de 24.000 millones de euros para el periodo 2021 - 2023. El sector público contribuirá con 4.300 millones, mientras que el privado invertirá 19.700 millones. El objetivo es aumentar hasta un 15% del PIB el peso de la automoción en España respecto al 10% actual.

El desarrollo y construcción de baterías, la movilidad conectada, automatizada y sostenible y la conversión a una industria inteligente y competitiva son los ejes sobre los que pivota el plan y ante el que las empresas de componentes se han posicionado de manera favorable, ya que puede suponer el impulso que llevaban exigiendo desde hace décadas para convertir a España en una auténtica potencia mundial de la industria del vehículo sostenible.

El hidrógeno como solución verde

Junto al vehículo eléctrico, el de hidrógeno, más dirigido al gran transporte por carretera y ferrocarril, aparece en el horizonte del millar de empresas dedicadas a la fabricación de componentes.

La responsable de I+D+i de Sernauto, Cecilia Medina, señaló durante la jornada virtual “España como fabricante de baterías y pila de combustible” que “solo en este proyecto paraguas están integradas más de 60 entidades de todo tipo, pertenecientes a 11 comunidades autónomas. La colaboración entre estas entidades es fundamental para fortalecer capacidades, atraer más inversiones y proyectos internacionales y conseguir productos competitivos”.

También los fondos europeos jugarán un papel fundamental en el desarrollo de este tipo de proyectos. Para Medina, “los fondos europeos son una oportunidad única para posicionar a España en estas temáticas y en otras que estamos trabajando, como la movilidad sostenible, conectada y automatizada y la dotación de inteligencia a nuestras plantas”.

Los fondos NextGeneration son especialmente importantes para las pymes de la industria de componentes de la automoción y lo son, precisamente, por la dificultad de estas empresas para acudir a la financiación tradicional en un sector en el que España cuenta con importantes ventajas. Sin embargo, a la vez debe competir en innovación con el resto de países y con el reto de mantener una mano de obra bien formada, preparada, cualificada y con una remuneración notablemente superior a la de los países asiáticos y del norte de África, que compensan la falta de tecnología con el abaratamiento de salarios, algo que el ejecutivo y empresariado español tampoco se puede permitir.

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