740.000 cambios de líneas móviles

El giro al bajo coste calienta las telecos con el 'robo' de clientes en máximos

Másmóvil y Digi se convierten en las 'bestias negras' de Orange y Movistar, mientras se consolida una "polarización" del mercado.

Fachada de la sede de la empresa Grupo MásMóvil
Fachada de la sede de la empresa Grupo MásMóvil
Marta Fernández - Europa Press

El sector de las telecomunicaciones se prepara para un año clave en el desarrollo de la nueva generación de redes móviles 5G. Y lo hace con una "polarización" creciente del mercado español, con un pronunciado giro hacia los productos de más bajo coste. La guerra de tarifas en ese segmento ha calentado aún más el mercado, con un castigo mayor a Movistar y Orange frente a las ganancias de Másmóvil y Digi. Las principales compañías esperan un recrudecimiento de la batalla comercial en este año 2021, con una mayor sensibilidad, si cabe, al precio.

En los dos últimos años, el sector ha vivido una auténtica sacudida hacia productos de bajo coste. La irrupción de Másmóvil y su fuerte crecimiento obligó a girar a Vodafone, que abandonó el fútbol en 2018 y potenció Lowi, su marca para este tipo de productos. Luego, esa misma ola fue surfeada por la rumana Digi, que gracias a un acuerdo mayorista con Telefónica para acceder a su red móvil y su fibra, que se ha convertido en otro revulsivo. Y después, Orange decide completar con fibra las dos únicas enseñas de su cartera que no la tenían calentando más aún este terreno de juego, al que no ha querido renunciar Telefónica potenciando a O2.

El resultado de todo ese cóctel ha sido evidente. Según han ido confirmando los primeros ejecutivos de las principales operadoras en los últimos trimestres, en torno a la mitad de las altas brutas que se dan en España se dan para paquetes con bajos precios. Y, lógicamente, la oferta se ha disparado. Las cinco grandes telecos han llenado su portafolio con un total de nueve marcas de este tipo y con productos de una conectividad completa con fibra -hasta hace no mucho reservada para productos más premium- y no sólo con móvil. Simyo y República Móvil, ambos de Orange, han sido las últimas. Pero antes llegaron la propia Lowi (Vodafone), Másmóvil, Pepephone, Amena, Llamaya, Virgin Telco o O2.

Y entre medias ha llegado la pandemia del coronavirus y la crisis económica vinculada a ella. Esto ha acentuado la tendencia y también la sensibilidad al precio, especialmente significativa en un mercado como el español -muy basado en promociones-. Esto implica que, como aseguran varios analistas, pueda haber una mayor aceptación de productos más económicos, que empujaría a la baja los ingresos medios por cliente de las operadoras. A esto hay que sumar el fútbol, que en esta última temporada, marcada por la situación sanitaria, no ha movido especialmente la aguja comercial. Orange llegó incluso a ofrecerlo gratis como gancho a cambio de una permanencia de un año, pese a haber pagado más de 300 millones de euros por los derechos de retransmisión. ¿Qué dicen los números de probabilidades netas de líneas fijas, que son las que incluirían potenciales clientes de fútbol? En el año 2020, entre Orange y Movistar -ambos con este contenido premium- han perdido más de 380.000 líneas.

El cliente de este tipo de productos más 'low cost' tiene una mayor sensibilidad al precio y una menor vinculación a las operadoras. Su tasa de abandono es relativamente alta en comparación con otros más premium. Y eso es lo que ha llevado a que en el último año se haya roto en dos ocasiones el récord de portabilidades móviles en España: en octubre de 2019 y en septiembre de 2020. En este último mes, se han firmado 749.000 cambios de operador. Y los ganadores claros están siendo, precisamente, los dos competidores con un acento de bajo coste más marcado: Másmóvil y Digi. Ambos, según los datos recabados de fuentes del sector que deberán ser ratificados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), han 'robado' más de 482.000 clientes móviles a sus rivales. Son los dos únicos que acaban en positivo.

En el futuro se espera que esta tendencia se mantenga e, incluso, se intensifique en este año 2021, con una polarización más extrema entre productos premium puros (con precios de más de 90 euros) y otros más económicos por debajo de los 55 o 60 euros. Esta potenciación de paquetes de menor valor tienen unos márgenes más estrechos para las operadoras y, por tanto, una menor rentabilidad. A esa polarización, el consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilá, se ha referido en varias ocasiones ante los analistas. Y él insistía en que la compañía que dirige no era inmune pero están "más protegidos" precisamente porque cuenta con una cuota significativa en esa gama alta. Una gama alta a la que volverá a subir las tarifas a principios de este 2021 para tratar de compensar.

Mientras que en la gama más baja hay una pelea feroz por tratar de ganar clientes, basando las propuestas comerciales principalmente en el precio, las grandes operadoras tratan de mantener al margen a sus buques insignia. Sin embargo, también ha habido presión con descuentos más o menos agresivos, aunque lejos aún de los que se vivieron tras la guerra del fútbol después del verano de 2018. Pese a lo que cabía esperar, las rebajas ejecutadas por Movistar, Vodafone, Orange o Yoigo no han sido especialmente agresivas, llegando al 50% durante un periodo máximo de tres meses en la mayoría de los casos.

Toda esta sacudida en el mercado alienta aún más los vientos de consolidación en el mercado. Las operadoras están preparadas, precisamente, para una reducción de competidores en un intento para rebajar esta temperatura y esta batalla comercial. Analistas y agencias de calificación dan por hecho el baile de fusiones y compras. Queda por ver cómo queda el campo de juego y si los organismos de la competencia que, con su regulación de servicios mayoristas y con el fin último de mantener al menos cuatro operadores en cada uno de los países, lo permiten.

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