Los frenos de Glovo para convertirse en un 'player' en la nueva tanda de fusiones

  • Delivery Hero sigue ostentando una participación significativa de la startup española, algo relevante en un escenario de consolidación.
El consejero delegado y fundador de Glovo, Oscar Pierre
El consejero delegado y fundador de Glovo, Oscar Pierre
GLOVO - Archivo

La segunda oleada de fusiones en el sector de la comida a domicilio ya está aquí. Primero fue el intento (fallido) de compra de Deliveroo por Uber, que precedió a la inversión relevante de Amazon en la compañía británica. Ahora llega el siguiente movimiento con la fusión de Just Eat y Takeaway, dos de los grandes del sector. Hoy existe una compañía española relevante en este sector: Glovo. Y esta ola de reducción de operadores llega con la startup con sede en Barcelona con el otro gigante europeo, Delivero Hero, como uno de los socios clave, algo que no haría sencillo un acuerdo en una potencial venta con un tercero.

La primera de estas oleadas arrancó hace ahora tres años. Just Eat y la 'fábrica' de startups alemana Rocket Internet -con su marca Foodpanda- se repartieron algunas de las compañías más destacadas del sector. Se sumaron también la propia Delivery Hero o Takeaway. En esta fase se completó la venta (que resultó ser una subasta cuyo precio se disparó hasta los 80 millones de euros) de La Nevera Roja a Rocket Internet en lo que vino a ser uno de los ejemplos más paradigmáticos del calentamiento del sector.

Ahora viene una segunda oleada. El movimiento de Takeaway y Just Eat así lo demuestra. Dos de los tres grandes dominadores de la comida a domicilio en toda Europa -junto a la propia Delivery Hero- anunciaron este lunes sus negociaciones avanzadas para fusionarse. Llega después de otros dos movimientos importantes: la frustrada venta de Deliveroo a Uber en el último trimestre del año pasado por las diferencias de valoración (la compañía se valoraba a sí misma en 4.000 millones de dólares) y la compra del negocio alemán de Delivery Hero por Takeaway por más de 900 millones de euros entre acciones y efectivo.

Las voces que defienden una consolidación entienden que la unión de marcas y la reducción de operadores a dos o tres en toda Europa permitirá recortar costes y mejorar márgenes en un negocio con una rentabilidad complicada. Cat Rock Capital es un inversor activista que durante los últimos meses ha presionado mucho para la fusión de Takeaway y Just Eat, después de tomar un 4,9% y un 2,6% de las acciones de cada una, respectivamente. ¿La razón? Entendía que era la única manera de traer "valor real" a este sector.

Cómo llega Glovo

En este contexto, Glovo es una de las compañías aspirantes en esta consolidación. ¿En qué momento llega la startup española? Lo hace con una durísima batalla en Latinoamérica que le ha costado mucho capital (se vio obligado a salir de Chile y, sobre todo, de Brasil por la guerra de precios surgida en el mercado). Y con un accionariado en el que cuenta con una porción relevante Delivery Hero. ¿El porcentaje? Se desconoce hasta que en septiembre, la alemana no ofrezca su informe semestral, en el que desglose cómo quedó su participación tras la última ronda de 150 millones de euros del pasado mes de abril.

Esa ronda de financiación fue liderada por el fondo de capital riesgo Lakestar y también participaron el dueño de la cadena de restaurantes Papa John´s, y otros nuevos inversores como la firma de capital riesgo Korelya Capital. A estos, por ejemplo, se suma Amrest, el gigante dueño de La Tagliattella, que adquirió un 10% de las acciones en la ampliación anterior. ¿La conclusión? Un accionariado muy nutrido y repartido y con intereses muy diversos ante esta posible consolidación.

En este contexto, Delivery Hero -que es controlado por el gigante sudafricano de los clasificados Naspers y dueño del 'brazo' estadounidense de Wallapop- se convirtió en el máximo accionista en la ronda anterior, de la que aportó casi la mitad de los fondos. Y desde ese momento, según confirman dos fuentes con conocimiento de la situación, la relación no ha pasado por el mejor momento, debido a las diferencias respecto a su intención por ganar peso dentro del accionariado con títulos ya existentes.

Con todo, pese a que la última ronda fue vendida por Glovo como la última oportunidad de invertir antes de una salida a bolsa, todas las fuentes consultadas aseguran que la venta es la salida más lógica en un escenario como este. Pero la clave aquí sería el precio que se lograría. No hay más que ver cómo la operación de Deliveroo y Uber se rompió por esa 'tasación'. La última valoración de Glovo es de 600 millones de euros, por debajo de la de sus rivales en el continente europeo (al igual que también está por debajo su negocio).

El momento en el que llega esta intensificación de las fusiones es delicado en Glovo si se mira a la fuerte competencia surgida. No sólo en Europa, donde tiene que verse las caras con la propia Just Eat, Deliveroo o el gigante Uber Eats, sino también en Latinoamérica, donde tiene que batallar contra su homólogo Rappi, en el que el gigante japonés Softbank invirtió 1.000 millones de dólares hace unas semanas.

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