Glovo pierde un nuevo asalto de su pelea judicial con Sanidad por vender fármacos

  • Recurrió ante el tribunal la resolución de la Agencia del Medicamento que le ordenó frenar la intermediación en la venta de medicamentos.
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EFE

Otro frente abierto en los tribunales para Glovo. La startup española, que tiene numerosos casos judiciales en marcha por su controvertido modelo laboral, también mantiene una pelea con el Ministerio de Sanidad por la venta de medicamentos en su plataforma. Y acaba de perder el primer asalto de esta batalla. La Audiencia Nacional rechaza la suspensión cautelar de la resolución de la Agencia del Medicamento, en la que le exigía frenar la distribución de estos productos.

Tras varias denuncias de organizaciones de farmacias en toda España, la Agencia Española de Medicamentos asestó el primer golpe a Glovo hace ahora justo un año, en junio de 2018. Ordenó la interrupción y retirada de la oferta e intermediación en la venta de medicamentos a través de su propia plataforma. La empresa se resistió y recurrió la decisión, pero perdió. Acudió a finales del año pasado al Juzgado Central Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional... y perdió. Recurrió ante la Sala Contencioso-Administrativo del tribunal y acaba de salir derrotada.

En la sentencia, fechada el pasado mes de mayo y a la que ha tenido acceso La Información, la Sala de lo Contencioso de la Audiencia rechaza que quepa legalmente la posibilidad de una suspensión cautelar, al entender que es prioritario "el interés público, la salud y la seguridad de los ciudadanos" antes que los potenciales perjuicios económicos y reputacionales alegados por la compañía.

La resolución, según relata en la sentencia, considera que existe una oferta y venta de medicamentos a través de la plataforma, lo que supone una "vulneración" de la legislación vigente, ya que no lo realiza una oficina de farmacia, sino a través de intermediarios. "Y se incumplen el resto de condiciones como la ausencia de logotipo común, información mínima omitida, ausencia de consejo farmacéutico previo...", apunta.

Glovo alegó que ofrece "un servicio complejo" de la sociedad de la información que pone en contacto al cliente con la farmacia y su repartidor y no una venta directa. Insistió en un informe entregado al tribunal que su actividad consiste en el desarrollo y gestión de una plataforma, a través de la cual ciertos negocios locales, con los que formalizan acuerdos comerciales, pueden ofertar sus productos mediante su aplicación móvil. 

No habrá suspensión cautelar

La startup ha alegado el perjuicio económico de esta prohibición entretanto se analiza el fondo de la demanda. Sin embargo, la Audiencia Nacional insiste en que pese a ese intento por incluir un trasfondo económico, en este caso hay que tener en cuenta "el interés público, la salud y la seguridad de los ciudadanos" y priorizarlo respecto a potenciales perjuicios en las cuentas de la compañía.

El tribunal no entra en el fondo de la cuestión, que se analizará en una posterior sentencia. ¿Y si, finalmente, gana la batalla Glovo? "Siempre sería posible una indemnización compensatoria a cargo de la compañía", apunta.

En este tiempo, varias organizaciones de farmacias en España han denunciado que la compañía ha violado la prohibición dictada por Sanidad de hace un año. El pasado mes de mayo lo hacía la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña ante la Generalitat. Se suma a las que presentaron la Asociación de Empresarios de Madrid, la Confederación Empresarial de Oficinas de Farmacia de Andalucía y el propio Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España.

El modelo laboral, también en los tribunales

Además de este frente, Glovo debe afrontar también la otra gran batalla en los tribunales por su modelo laboral. Los jueces han ido dictando sentencias confirmando que sus repartidores son empleados de la compañía y también lo contrario, creando un caos jurídico que aún no se ha resuelto. El conflicto colectivo interpuesto por UGT en la Audiencia Nacional sigue su curso.

Este modelo se puso aún más en cuestión después de la muerte de uno de sus 'riders', un joven nepalí de 22 años, después de ser atropellado mientras trabajaba para la plataforma sin estar registrado en la aplicación -utilizando la cuenta de otro-.

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