El Gobierno cerrará 2021 con una lista de siete PERTE, el acrónimo con el que se conoce a los Proyectos Estratégicos de Recuperación y Transformación Económica, incluidos en las 2.000 páginas del plan de recuperación que la Comisión Europea aprobó en junio. En los planes del Ejecutivo de Pedro Sánchez está la puesta en marcha de, al menos, un nuevo PERTE especial para descarbonizar el tejido productivo español, toda vez que la industria ha presentado proyectos por más de 1.600 millones de euros destinados a rebajar las emisiones de carbono.
El popular acrónimo ha despertado el apetito de asociaciones, lobbies y patronales, que han desfilado ante Moncloa con una ingente cantidad de proyectos bajo el brazo. Nadie quiere quedarse fuera de esta estructura de colaboración público privada que se beneficiará de macroayudas sectoriales con cargo a los fondos Next Generation. El Gobierno decidió cerrar en siete el mapa preliminar de los PERTE, entre otras cosas, por la urgencia de cumplir con el calendario marcado por Bruselas.
La oleada de proyectos presentados ha llevado al Ejecutivo a mantener abierta la puerta a la aprobación de otros grandes proyectos a lo largo del próximo año. Entre las opciones que el Gobierno estudia con más interés destaca un PERTE especial para descarbonizar la industria, una propuesta que encaja como un guante en el ideario impuesto desde la Comisión Europea a los Estados miembros para la gestión de las ayudas comunitarias.
El nuevo PERTE se sumaría a los siete ya detectados ante la llegada de las primeras partidas de los 70.000 millones en ayudas directas que Bruselas ha reservado a España. El Consejo de Ministros ha aprobado menos de la mitad, se trata de los esquemas de colaboración para el vehículo eléctrico, la salud de vanguardia y el llamado PERTE ERHA, que incluye el impulso de energías renovables, hidrógeno verde y soluciones de almacenamiento energético.
El Gobierno prevé movilizar casi 41.500 millones de euros de inversión entre los tres PERTE, incluyendo fondos públicos y privados. El del coche eléctrico fue el primero en obtener la luz verde del Consejo de Ministros, el 13 de julio, y obtendrá fondos públicos por valor de 4.300 millones. El segundo en obtener el aval del Gobierno fue el proyecto sanitario, que prevé una inversión estatal de 982 millones. El PERTE renovable, aprobado el 14 de diciembre, anticipa 6.900 millones de financiación pública. El resto de la inversión prevista correrá a cargo del sector privado.
El Gobierno ha optado por dilatar el calendario de presentaciones de los distintos PERTE para potenciar el rédito político que generan estos anuncios
Quedan por aprobar otros cuatro para completar el plan inicial de Moncloa. Se trata de los proyectos centrados en el desarrollo de la industria aeroespacial, la agricultura sostenible, el uso del español en el ámbito de la inteligencia artificial y la economía social de los cuidados. Los dos últimos ya han sido anunciados, mientras que los dos primeros todavía se encuentran en fase de estudio, pese a aparecer en el portal oficial del Gobierno. Todos ellos deberán obtener el visto bueno del Consejo de Ministros antes de ponerse en marcha.
Todo apunta a que el Gobierno seguirá estirando el calendario entre la presentación oficial de cada PERTE en 2022, como ya ha hecho este año. Con esta estrategia, diseñada desde Moncloa, el Ejecutivo logra potenciar el rédito de cada anuncio a nivel político, una vez que se ha demostrado el elevado reconocimiento que estos proyectos están generando tanto a nivel social como geográfico. Esto explica que el propio Pedro Sánchez haya tomado la palabra en la presentación de los tres PERTE aprobados hasta ahora. En cualquier caso, España sigue necesitando la luz verde de Bruselas a cada uno de los PERTE antes de poner en marcha la red de ayudas necesaria para activar dichos proyectos.
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