El Gobierno fraccionará las ayudas a CAM y Unnim hasta 2022 para evitarse déficit

  • El Fondo de Garantía negocia con Sabadell y BBVA repartir los impactos de forma que la banca no tenga que efectuar derramas extraordinarias
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La oportunidad en Sabadell y BBVA de sacarse el ladrillo de encima con grandes ventas ha servido al resto de la banca y al Gobierno un desafío no menor. Ambos recibieron un blindaje del Fondo de Garantía sobre carteras de la CAM y Unnim que les protegía frente a quebrantos. Saldar esa factura de golpe obligaría a la banca a encarar derramas o, alternativamente, ser asistida por el Tesoro con el consecuente impacto en el déficit. Las negociaciones continúan abiertas, pero la solución se perfila con un reparto del impacto en “tres o cuatro años” que soslayaría ambos escenarios, refieren fuentes al corriente de las conversaciones.

En la práctica se trata de dar suficiente tiempo para evitar apuros financieros al vehículo de garantía y que la banca mantenga su ritmo normal de aportaciones con las que construyen su presupuesto. Tradicionalmente inyectaban unos 1.700-2.000 millones de euros cada añoen 2017 se limitó a 1.157 millones a raíz de la división y reparto de la cuota entre dicho mecanismo y el fondo de resolución (Frob).

Con el rescate de las antiguas cajas, el Ejecutivo diseñó los denominados esquemas de garantía (Epas) para atraer el interés comprador del banco. El fondo de garantía protegió al Sabadell una cartera de activos de la antigua CAM valorada en 24.644 millones, y a BBVA una exposición de 7.359 millones en Unnim. Gracias a ese sistema, el vehículo de la banca asumía el 80% de las pérdidas generadas cuando agotasen una hucha de provisiones heredada igualmente en las entidades adquiridas con 3.882 y 1.330 millones respectivamente.

Las estimaciones del Fondo de Garantía situaban a finales de 2017 en 1.254 millones los costes futuros que encajaría en Unnim y en 3.248 millones en la caja alicantina. El Sabadell contabilizaba aún en dicho momento con una exposición de 11.260 millones en la cartera de la CAM blindada con el EPA. Hasta la fecha, el grupo ya ha girado tres facturas desde que agotó el colchón de dotaciones existente en el ejercicio 2016 por una cuantía total de 3.239 millones y BBVA por 491 millones.

El cálculo de las pérdidas depende siempre del precio de venta. Una variable que suele ser superior en las desinversiones unidad a unidad, ya que los grandes fondos demandan fuertes descuentos para quedarse gigantescas carteras como las que tienen sobre la mesa. BBVA acordó, de hecho, transferir 13.000 millones brutos a una sociedad donde Cerberus tendrá el 80% del capital, y Sabadell recibirá hoy mismo ofertas sobre distintos portfolios con una exposición global de 10.800 millones.

Para conciliar sus estrategias de limpieza acelerada del balance con los presupuestos del resto de entidades que nutren las arcas del Fondo de Garantía y firmaron dichos Epas por un plazo de diez años se plantea la solución sobre tres vectores: el citado fraccionamiento de los costes, topando la cuantía cada año y con la posibilidad de que Sabadell, como ha hecho BBVA, continúen con cierta propiedad sobre las carteras afectadas para mantener el derecho a las ayudas.

El Sabadell recibe hoy ofertas de los fondos

La regla del 80% a cargo del Fondo de Garantía y el 20% restante para el banco se elimina en la práctica en la ecuación en favor de fijar una cuantía anual de quebrantos máxima. Si se supera dicha pérdida correrá con la diferencia la entidad financiera, ahorrando derramas al resto de entidades. Los fondos presentarán hoy sus ofertas sobre cuatro carteras del Sabadell. La mayor, con activos valorados en 5.000 millones, podrá enajenarla casi al instante al carecer de ayudas. Las otras tres, dos con exposiciones por 2.500 millones y otra por 900 millones, sí incluyen activos protegidos de la CAM. Dependen, por tanto, del acuerdo con el Fondo de Garantía y no es descartable que mantuviese algún tipo de vinculación durante el tiempo que se mantenga vigente la protección.

Las conversaciones, aún en marcha, y la colocación de los portfolios están ligados sin ser excluyentes. No en vano, BBVA selló su alianza con Cerberus el pasado año y, por la complejidad inherente a este tipo de transacción, aún consumirá algún mes adicional su ejecución efectiva. Está pendiente del Fondo de Garantía la definición final del perímetro de activos, sin que condicione la venta. En el caso del Sabadell, oficialmente el banco solo ha aclarado que exploraba opciones y resolverá estrategia en función de las ofertas que reciba y cómo se formule la resolución de las ayudas. Su plan comunicado al mercado y aprobado por el BCE limita, de hecho, a 2.000 millones de euros la evacuación de ladrillo al año.

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