El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha participado este lunes de la cumbre de empresarios convocada por la CEOE para dialogar sobre el futuro económico de España por la crisis del coronavirus. El empresario, contra las intenciones de algunos miembros del Ejecutivo, ha asegurado que es muy contraproducente que se le pidan esfuerzos extraordinarios en materia fiscal al sector, ya que si las entidades financieras no son rentables estarán infracapitalizadas y no podrán financiar a las familias y empresas que sirven.
El líder de la entidad también ha insistido en que "debemos avanzar en la unión bancaria de la Unión Europea porque es la única forma de garantizar financiación a las empresas de toda Europa. Si no lo hacemos, las nacionalidades condicionarán el éxito de las compañías".
En cuanto a los retos, Goirigolzarri ha dicho que "el mayor desafío que tenemos por delante es incrementar de forma sustancial la productividad". El empresario ha explicado que las administraciones deben crear un caldo de cultivo capaz de atraer talento e inversiones porque solo así se garantizará la financiación futura del estado de bienestar. Para él la clave para lograr este objetivo está en "mejorar la empleabilidad de los ciudadanos". Pero, para que esto sea posible, "la oferta de formación debe dar respuesta a las demandas presentes y futuras. Se exigirá una adaptación continua".
Sin embargo, el presidente de Bankia ha reconocido que la crisis tendrá un impacto en el sector financiero, pues su rentabilidad depende del comportamiento de la economía y ya tenía un problema de rentabilidad antes de la crisis del coronavirus como consecuencia del escenario prolongado de tipos negativos, por lo que tras el impacto de la Covid-19 su situación "no va a mejorar", ha reconocido.
Goirigolzarri ha recordado que, si el sector bancario no es rentable, las entidades estarán infracapitalizadas y no podrán cumplir con su objetivo de apoyar a la recuperación socioeconómica de España ayudando a las familias y las empresas.
Durante más de una semana (del 15 al 25 de junio), los máximos dirigentes de los principales bancos españoles, de las grandes eléctricas, de los grupos hoteleros y de las empresas del sector turístico, así como del transporte, del motor y los seguros, de la alimentación, la agricultura, la industria o los servicios o la cultura y el deporte propondrán las medidas más convenientes para reconstruir el país y afrontar la crisis económica consecuencia de la pandemia.
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