Gestiona ya 100.000 millones en depósitos

Invertir con 1.000 dólares: Goldman se aleja de los ricos con su banco digital

La institución financiera más venerable de Wall Street creo Marcus hace cinco años para expandir y diversificar sus ingresos y construir "una plataforma digital diferente y que sea altamente rentable".

Goldman Sachs trata de dar escala a Marcus, su banco digital
Goldman Sachs trata de dar escala a Marcus, su banco digital
EFE

La digitalización del dinero es una realidad que en Estados Unidos más allá de los pagos electrónicos con tarjetas o plataformas como PayPal. Solo hay que fijarse en la rutina de una joven profesional como Grace. Trabaja con un pie en Nueva York y otro en San Francisco. La idea de tener una cuenta corriente en un banco físico le parece algo casi prehistórico. "Es poco práctico", comenta. Casi todas las operaciones financieras las hace a través de Marcus de Goldman Sachs, el banco virtual de la institución financiera más venerable de Wall Street.

Goldman Sachs creó Marcus hace ahora cinco años, coincidiendo con la celebración de su 150 aniversario. Lo hizo para expandir y diversificar sus ingresos. La plataforma de banca minorista online ofrece cuentas de ahorro, préstamos personalizados y herramientas de gestión de carteras de inversión. Cuenta en la actualidad con más de cinco millones de usuarios y empieza a ofrecer servicios online en Reino Unido, su primer mercado fuera de los EEUU.

El arranque inicial de la plataforma se apoyó en la compra de la filial de banca minorista de GE Capital y hace menos de dos años introdujo en EEUU la tarjeta de crédito de la tecnológica Apple, la primera emitida también por Goldman Sachs. "La ambición es construir una plataforma digital diferente y que sea altamente rentable", afirma el consejero delegado de la firma, David Solomon. En el primer trimestre estrenó una herramienta de inversión similar al de Robinhood.

El negocio de banca de consumo le generó 370 millones de dólares en el primer trimestre, un 32% que en el mismo periodo de 2020. Es muy pequeño comparado con los 17.700 millones que tuvo en ingresos al arrancar el año. Solomon explicó que en este momento están centrados en dar escala a Marcus, ofreciendo cuentas corrientes digitales en EEUU. Eso le pondrá en competencia directa con entidades tradicionales como JPMorgan Chase, Bank of America y Wells Fargo.

Goldman Sachs fue visto siempre como el banco de los ricos. Había que invertir al menos 10 millones para tener un tratamiento de guante blanco. Ahora busca ir más allá de las élites. Recientemente adquirió la boutique United Capital, para captar clientes con inversiones desde un millón. Con la plataforma de Marcus se pueden crear carteras de inversión automatizadas con 1.000 dólares. "El objetivo es ofrecer servicios financieros básicos completamente digitales", explicó.

Montar de cero la plataforma, sin embargo, está siendo complejo tanto desde el punto de vista técnico como regulatorio. Goldman Sachs, además, está aplicando a los empleados de esta unidad de negocio la misma cultura de dedicación extrema que se sigue en la banca de inversión para competir esta vez con sus grandes rivales de Main Street. Los medios financieros se hacen eco estos días de la fuga de ingenieros, diseñadores de aplicaciones y gestores de productos.

Goldman Sachs fue visto siempre como el banco de los ricos. Con la plataforma de Marcus se crean carteras de inversión automatizadas con 1.000 dólares

El tipo de talento del que se nutre Goldman Sachs para construir este tipo de servicio es, además, muy demandado por otras compañías que se dedican al desarrollo de tecnologías para las finanzas. Se calcula que una cuarta parte de los ingenieros que empezaron en Marcus hace cinco años ya no está, según Business Insider. El propio banco publicó recientemente una encuesta interna en la que revelaba que sus banqueros más jóvenes están literalmente quemados.

Marcus gestiona en la actualidad cerca de 100.000 millones de dólares en depósitos y en menos de cinco años logró generar unos ingresos anuales superiores a los 1.000 millones. El banco está en proceso de reclutar a unos 300 ingenieros este año para ampliar estos servicios digitales y, como está haciendo también su rival Citigroup, está eliminando las videoconferencias los viernes y por las noches el resto de los días laborables para aliviar la presión.

Al frente de Marcus desde septiembre pasado está Stephanie Cohen, considerada actualmente como una de las mujeres más influyentes en el mundo de las finanzas. La combinación del servicio de inversión con la posibilidad de abrir cuentas corrientes, explica, permitirá a Goldman Sachs ser un “banco digital en el móvil”. Pero como señalan desde Cerulli Associates, está llegando relativamente tarde cuando se ve el recorrido de firmas emergentes o los bancos tradicionales.

El auge de las criptomonedas también plantea en paralelo una nueva oportunidad para hacer negocio a las firmas de Wall Street. Es una de las cuestiones sobre las que se preguntó a Solomon durante la presentación de resultados. Goldman Sachs ya sugirió hace algunas semanas la posibilidad de ofrecer a sus clientes en la división de banca privada acceso a productos de inversión relacionados con Bitcoin. “Estamos viendo la manera de responder a sus necesidades”, se limitó a decir este miércoles respondiendo a los analistas.

Las criptomonedas, añade, son “importantes para el futuro del sistema financiero global”. De hecho, los bancos centrales examinan cómo aplicar esta tecnología en sus respectivos mercados. La Reserva Federal habla ya del proceso para la digitalización del dólar. Pero al mismo tiempo que se exploran las oportunidades, como señala Solomon, se debe determinar el impacto a largo plazo en el sistema de pagos y cuál es la trayectoria de criptomonedas como Bitcoin.

Por lo que dice Solomon, no está muy claro que Goldman Sachs vaya a operar aún en ese espacio ofreciendo un criptomonedero a sus clientes de Marcus y así sacar tajada de la actividad reciente entorno a Bitcoin. “Evidentemente seguimos cómo evoluciona”, añade, “por ahora nos centramos más en la parte institucional”. Estas monedas virtuales se ven más como unos activos para acumular valor y la regulación le impide tener criptomonedas en propiedad o hacer transacciones.

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