Golpe económico a Cataluña: de perder la Agencia del Medicamento a la World Race

  • El adiós a proyectos internacionales refleja la falta de tracción de Cataluña como destino de inversión extranjera. Éste se recortó un 40% en 2017.
Imagen de la competición Barcelona World Race.
Imagen de la competición Barcelona World Race.
Cordon Press

Dos golpes a la reputación y a la inversión en Cataluña en sólo cinco meses. La capital catalana ha perdido desde noviembre dos proyectos clave para su imagen internacional: por un lado, la Agencia Europea del Medicamento; por otro, la Barcelona World Race, una de las competiciones clave de la vela internacional. Esta última no ha huido por encontrar un destino más confortable o más atractivo que la Ciudad Condal, sino como consecuencia del clima político actual, mezclado con los recientes retrasos en la aprobación presupuestaria, que han dificultado a la organización encontrar patrocinadores.

La organización del evento, la Fundación Navegación Oceánica Barcelona (Fnob) comunicó este Jueves Santo que suspendía la próxima edición de la Barcelona World Race 2018-2019, que hubiera comenzado el próximo 12 de enero de 2019. Los motivos los desveló la propia organización. "El clima de indefinición institucional y falta de estabilidad política que vive nuestro país en este último año ha dificultado aún más esta comercialización", justificó la Fnob a la hora de explicar la falta de patrocinadores para el evento.

Una comercialización de 'sponsors' que ya se había enrocado debido a los últimos retrasos a la hora de aprobar los Presupuestos Generales del Estado. La organización llevaba años persiguiendo que se considerara la competición de vela como "evento de interés público". Lo solicitó en 2015, pero la prórroga en los PGE de 2016 (por la falta de Gobierno y la repetición de Elecciones Generales) hizo que esta valoración de acontecimiento de relevancia no fuese efectiva hasta 2017. Por ello, la búsqueda de patrocinadores no ha podido concretarse a tiempo.

Tras esta negativa, la Ciudad Condal se queda sin un evento que, en la última edición, la de 2014, atrajo un inversión en la ciudad de 23 millones de euros, según un estudio elaborado por la escuela de negocios Esade. Ahora la esperanza está puesta en 2022-2023, porque la Fnob confía en poder recuperar la competición en Barcelona para ese bienio.

La pérdida de un organismo de la UE

El adiós de la World Race se produce cinco meses después de que la la capital catalana se quedase sin la Agencia Europea del Medicamento, el organismo regulador de los fármacos en el mercado común, obligado a dejar el Reino Unido como consecuencia del Brexit. En este caso, perdió la agencia comunitaria a las primeras de cambio.

A pesar de que el Gobierno aseguró jugársela por Barcelona, con una campaña de relaciones públicas para convertirla en sede, la Ciudad Condal cayó eliminada en la primera ronda de votación de la nueva sede. La vencedora: Ámsterdam, que acabó ganando por sorteo tras empatar en la votación final con Milán.

En este caso, no se trataba de un evento de sólo unos días, la Agencia Europea del Medicamento cuenta con un presupuesto anual de 322 millones de euros y una plantilla fija de 900 empleados con sueldos que parten de los 3.600 euros al mes.

Imagen de la alcaldesa de Barcelona Ada Colau en la inauguración del último Mobile World Congress.
La alcaldesa de Barcelona Ada Colau en la inauguración del último Mobile World Congress. / Efe

Y puede que no haya dos sin tres. El tercer proyecto internacional que ha puesto en cuestión su continuidad en Barcelona es el Mobile World Congress. El temor a la inestabilidad política lo colocó en el ojo del huracán pero, al menos en 2019, tiene garantizada su continuidad en España, a pesar de la rumorología que apunta a Dubai como próximo destino.

La edición de este año ha sido "un gran éxito" para la organización, pese a que no consiguió récord de asistentes como en ediciones anteriores. Esta vez se quedó en 107.000 personas, frente a las 108.000 de 2017.

Caída de la inversión

Estos tres reveses son una muestra, porque la foto global indica que la inversión extranjera en Cataluña se recortó un 40% en el conjunto de 2017, hasta 3.093 millones de euros, según los datos del Registro de Inversiones Extranjeras (RIE) de la Secretaría de Estado de Comercio. En el conjunto de España, prácticamente, se mantuvo estable, porque sólo creció un 0,7%, situándose en 36.122 millones de euros.

Y alertas ha habido en estos meses. El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, auguró en enero a que, si no se reconduce pronto la escalada separatista, "puede afectar a la inversión empresarial en Cataluña, dado que el entorno de incertidumbres retrasaría la realización de nuevos proyectos de inversión y postergaría las decisiones de contratación". Ya está pasando.

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