Revisión exhaustiva

González-Bueno se conjura para rebajar más costes en su 'arreglo' del Sabadell

La entidad no tiene previsto realizar más ajustes en España, pero su estructura todavía es muy pesada. Tendrá que seguir mejorando su eficiencia para cumplir con la rentabilidad que le exige el mercado.

César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell
César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell
Sabadell

Los últimos resultados de Banco Sabadell constatan que está consiguiendo encauzar su camino. Pero el trayecto aún es largo. El grupo cuenta con una estructura pesada que todavía debe ser pulida, a pesar de haber emprendido dos grandes ajustes de la red en los últimos doce meses. La jefa de la dirección especial de eficiencia y proyectos corporativos, Elena Carrera, que depende directamente del consejero delegado, está trabajando de forma minuciosa junto a un equipo de una decena de personas para encontrar la manera de reducir costes sin volver a tocar a la plantilla. La entidad tiene claro que solamente por la vía de elevar los ingresos es imposible alcanzar la rentabilidad que le exige el mercado. 

El último Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que se terminará de ejecutar en el primer trimestre de 2022, le reportará unos ahorros anuales de 130 millones de euros, aunque el 100% no llegará hasta 2023. El próximo año verá el 80% de ellos, unos 104 millones de euros. En cualquier caso, los costes totales del grupo han ascendido a 2.549 millones de euros en los nueve primeros meses de 2021. Solo entre julio y septiembre se gastó 1.037 millones de euros, aunque esta cifra incluía 331 millones de euros no recurrentes del plan de ajuste. Su objetivo es rebajarlos a 2.900 millones de euros para un ejercicio completo.

Esta foto del balance aboca a la puesta en marcha de medidas adicionales de manera ineludible. Resulta obligatorio revisar todas y cada una de las líneas de costes. El banco valora la eliminación de proveedores en tareas que puedan asumir internamente o 'apretando' en precios a estos terceros, recortar presupuestas de distintas direcciones, así como poner en valor inmuebles, como puede ser alquilando algunos de sus activos. Carrera tiene el mandato de realizar este análisis profundo, puesto que Banco Sabadell no ve posible mejorar sus principales métricas solamente por la vía de los ingresos y sin llevar a cabo más despidos, algo que por el momento no pretende realizar. 

Valora eliminar proveedores, recortar presupuestos de direcciones o poner en alquiler algunos inmuebles

Los clientes son cada vez más exigentes en cuanto a precios, sobre todo en un escenario marcado por la irrupción de numerosos competidores nativos digitales que apuestan fuerte por un modelo que premia a los nuevos usuarios y que evita la imposición de comisiones en los productos y servicios más básicos. El sector bancario trata de mejorar sus márgenes haciendo frente a este terreno de juego con una oferta de alto valor añadido, a la que se le impone sin gran deferencia unos precios que permiten apuntalar los ingresos. Esta búsqueda, en medio de un contexto de tipos de interés en mínimos históricos, ha llevado al sector incluso a cobrar por los depósitos a clientes institucionales y empresas. Los particulares siguen bajo un escudo. Difícilmente se planificará la aplicación de algún coste a este colectivo. 

A pesar de que sabe que no suplirá todas las dificultades con la fórmula de los ingresos, las comisiones crecerán, mucho más en términos relativos que los intereses. Y se imputarán sobre muchos motores, no solamente en cuentas corrientes que es en donde un cliente tradicionalmente piensa que se impondrán. Previsiblemente subirán en servicios relacionados con los planes de pensiones o los fondos de inversión, así como en operaciones de banca corporativa que cada vez está más desintermediada.

Las comisiones que se aplican a los clientes crecerán en los próximos meses, sobre todo en los servicios de alto valor 

Se da la circunstancia de que la entidad tiene un compromiso. En poco más de dos años tiene que alcanzar una rentabilidad (ROTE) mínima del 6%, un nivel que seguirá siendo un tanto endeble teniendo en cuenta la habitual en el sector bancario, ya que en la mayoría de entidades duplica ese porcentaje. González-Bueno ha dejado claro en varias ocasiones que ese umbral es simplemente un nivel aceptable y se tomará como punto de partida. A cierre de septiembre se situaba en el 3,95%. A partir de ahí, Banco Sabadell pondrá el foco en conseguir rentabilidades acordes con lo que exigen los accionistas, puesto que es su responsabilidad tanto frente al mercado como para garantizar su propia viabilidad.

Y todas estas tareas que tiene por delante las quiere realizar en solitario. Descarta ir de la mano de a algún compañero que le permita captar sinergias de forma más ágil, obviando la propia complejidad de una operación de este tipo. Se siente cómodo con su tamaño dentro del mercado doméstico y también con las cuotas relevantes que ostenta en el exterior. Banco Sabadell está convencido de que su dimensión le ofrece la ventaja de contar con capacidad de crecimiento. El CEO quiere 'sacar' adelante al banco emprendiendo un proceso de gran transformación y cumplir así con su mandato, que es el de alcanzar los objetivos establecidos en el Plan Estratégico de forma individual y con TSB bajo su paraguas. 

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