Google se suma también a Amazon. El gigante del buscador ha anunciado a los clientes de su herramienta publicitaria en España que cobrará lo que denominan un "recargo" del 2% a sus facturas, trasladando así el coste vinculado a la llamada 'Tasa Google', aprobada por el Gobierno y cuyo primer cobro arranca ahora. Esta misma medida fue anunciada por Amazon hace tan sólo unas semanas para las pequeñas y medianas empresas (pymes) que venden a través de su plataforma.
En una comunicación enviada a los clientes como un 'Aviso Legal', la compañía ha anunciado que estos "nuevos recargos" se cobrarán a partir del próximo 1 de mayo. Lo harán tanto en Francia como en España, donde han entrado en vigor precisamente sendas tasas digitales. La justificación: los "costes operativos regulatorios" que afrontan por el cumplimiento de la legislación que regula el Impuesto Sobre Servicios Digitales (llamada 'Tasa Google' en España).
Ese cobro 'extra' que pondrá en marcha es del 2% y no del 3%, que es el porcentaje de los ingresos anuales que son exigidos con la nueva tasa y por eso asegura que "cubre parte de los costes asociados" a la tasa. "Alentamos a los gobiernos a nivel global a llevar a cabo una reforma fiscal internacional en lugar de implementar impuestos unilaterales", asegura una portavoz de Google España.
¿Cómo se cobrará a los anunciantes? Según queda reflejado en la comunicación, a la que ha tenido acceso La Información, se cobrará por los anuncios que se sirvan en España (y en otros como Francia, donde también se han aprobado estos cobros extra por la tasa digital). "Estos recargos se incluirán en tu factura o extracto como un concepto independiente por país", asegura".
Este movimiento se produce tan sólo unas semanas después de que Amazon España hiciera lo mismo con las empresas que venden a través de su 'marketplace' digital. El correo enviado a estas pymes aseguraba que el cobro de ese 3% -un 1% más que Google- se iba a hacer a partir del próximo 1 de abril con el objetivo de "reflejar ese impuesto adicional".
Los impuestos de Google
Google mantiene, como muchas compañías tecnológicas, desde el inicio de sus operaciones en España una estructura fiscal con sede en Dublín (Irlanda), que ha convertido a la filial española en una comisionista y ha reducido su factura fiscal en España. En los últimos años, el gigante ha afrontado dos pagos extraordinarios después de sendas regularizaciones fiscales. La última se produjo en 2018 y supuso el desembolso de 3 millones de euros. La primera fue en 2013, cuando la Agencia Tributaria le exigió 1,9 millones.
La compañía, dirigida en España por Fuencisla Clemares, aún no ha presentado cuentas del ejercicio 2019. En el ejercicio 2018 pagó un total de 6,8 millones de euros de Impuesto de Sociedades, un 30% inferior al año anterior, cuando se formalizó la regularización fiscal. Todo ello con una facturación declarada ligeramente superior a los 100 millones, pero que no refleja el negocio real de la compañía, pues la facturación de los anuncios se hace a través de la matriz irlandesa -la española cobra una comisión por los trabajos de marketing y promoción-. Pese a ser un actor clave, junto a Facebook, en el mercado de la publicidad digital, esa cifra es un porcentaje residual de los 1.900 millones que estimó IAB Spain en su estudio anual.
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