Tras años de exuberante crecimiento

Google, Meta, Microsoft... Los gigantes tech apuntan a un 'frío invierno laboral'

El temor a una recesión y a los efectos de la inflación y la inestabilidad por la guerra han llevado a compañías a repensar sus necesidades de plantilla con frenazos en el reclutamiento o, incluso, despidos.

El primer campus de Google
El primer campus de Google
Agencia EFE

Vienen curvas en lo económico. Las grandes compañías tecnológicas han demostrado exuberancia en el crecimiento de sus negocios durante los últimos años, también de sus plantillas. Pero el temor a una recesión y a un invierno largo de crisis, junto con los efectos de la inflación alta y de la inestabilidad por la guerra de Ucrania, han llevado a los equipos de recursos humanos a tirar del freno de mano. Microsoft y Google han sido los dos últimos que han movido ficha con una ralentización en las contrataciones o, directamente, una congelación. Otras, como Netflix, han optado por los despidos selectivos.

Microsoft tiene una exposición mixta a una fuerte recesión y una caída en el consumo por la inflación. Tiene áreas más expuestas como es la red social profesional Linkedin -que tiene un modelo de anuncios y de suscripciones-, los videojuegos o la publicidad. Por eso ha lanzado un mensaje conservador en el lado del empleo. A principios de este mes despidió a algo menos del 1% de sus 180.000 empleados y apuntó a una ralentización del reclutamiento en su sistema operativo Windows, su plataforma de comunicación Teams o la herramienta de ofimática Office. La pasada semana la compañía insistió en que el equipo crecerá, pero se frenarán contrataciones. "La empresa se asegura de que los recursos adecuados estén alineados con la oportunidad adecuada", apuntaba.

Otras compañías algo más expuestas, como es el caso de Google, han ido más allá en las medidas. Esta pasada semana, el gigante del buscador, que contaba a finales de marzo con una plantilla global de cerca de 164.000 empleados, anunció que congela todas las contrataciones durante las próximas dos semanas. "Utilizaremos este periodo de tiempo para revisar nuestras necesidades y alinearlas para los próximos tres meses", apuntaba en un correo interno, desvelado por el medio especializado The Information, el vicepresidente Prabhakar Raghavan. Ya el consejero delegado, Sundar Pichai, ya había preparado el terreno unos días antes en una comunicación interna.

Ese aviso a navegantes es mucho menos duro del que lanzó el consejero delegado y fundador de Meta, Mark Zuckerberg, a principios del mes de julio: "Si tuviera que apostar, diría que esta podría ser una de las peores desaceleraciones que hayamos visto en la historia reciente", apuntaba en una sesión de preguntas y respuestas con los empleados. El recorte a las nuevas contrataciones era del 30% en el caso del holding dueño de la red social Facebook o de Instagram. Así de los 10.000 nuevos ingenieros que pretendían incorporar para reforzar su apuesta por el metaverso incorporarían a algo menos de 7.000.

En el 'cuartel general' del holding dueño también de WhatsApp se da un paso más, según apuntó Zuckerberg en esa reunión interna. "Probablemente, haya un montón de personas en la empresa que no deberían estar aquí", afirmó con rotundidad. Por eso se refería a establecer objetivos mucho más agresivos para "subir la calefacción" e incentivar salidas de empleados. "Parte de mi esperanza es que teniendo objetivos más agresivos y elevando un poco el calor, pienso que algunos de vosotros podríais decidir que este no es el lugar para vosotros y esa autoselección es buena", apostilló.

Zuckerberg señaló en una reunión con empleados de Meta (Facebook) que elevará los objetivos para tratar de incrementar las salidas: "Hay muchas personas que no deberían estar aquí"

Apple ha sido algo más tibia en sus movimientos. Como desvelaba Bloomberg hace unos días está planeando frenar el reclutamiento y el gasto en algunas divisiones durante el próximo año. Se trataría de una medida selectiva y no para toda la empresa, aunque no se ha explicitado cuáles son esas áreas afectadas. En ellas directamente no se incrementará la plantilla y no se cubrirán las salidas durante el año 2023, cuando normalmente crecerían entre un 5% y un 10% en un ejercicio normal. Amazon también ha admitido que tenía exceso de plantilla y de espacio de almacenamiento en sus grandes mercados debido al fortísimo crecimiento vivido durante la pandemia del coronavirus, pero no ha hecho públicos los planes. En España ha frenado la construcción de algunos centros logísticos.

Hay otras compañías más allá de las cinco grandes que o bien han ejecutado despidos o han ralentizado contrataciones. Netflix anunció en mayo la salida de 150 empleados y de 300 en junio. Todo ello después de la primera pérdida de suscriptores en sus filas. La plataforma de streaming de audio Spotify aseguró recientemente que recortaría el crecimiento de empleados en un 25% (hoy cuenta con cerca de 7.000 empleados en todo el mundo). Tesla despidió a unos 200 empleados destinados a la unidad del piloto automático. Snapchat frenará  "sustancialmente" su tasa de crecimiento de plantilla, al igual que los gastos operativos, tras un segundo trimestre peor de lo previsto por la ralentización del mercado publicitario.

Años de bonanza

Esta serie de medidas adoptadas por compañías no es sólo un contraste con lo vivido en los últimos años (de fuerte crecimiento) sino también un termómetro de la situación económica. Hay que tener en cuenta que desde el año antes de la pandemia hasta el pasado mes de marzo, plantillas como la de Google se han incrementando en casi un 38% hasta situarse en los 164.000 empleados. El comportamiento es muy similar al resto. Esto ha convertido el reclutamiento en algo clave para su crecimiento, lo que llevó a iniciar una guerra con una significativa inflación en los salarios. "La competición en nuestra industria por empleados cualificados es muy intensa", avisaba Google en su último informe anual.

En este contexto, las startups tampoco se han mantenido al margen y también se están produciendo recortes, especialmente entre las compañías que no eran aún rentables y que buscaban ajustar sus cuentas de resultados. Contrasta con esta situación la cantidad de anuncios de 'hubs' tecnológicos que se han sucedido en el mercado español. Numerosas compañías han anunciado la apertura de este tipo de centros de desarrollo. La última es la 'fintech' francesa Mangopay. Pero ha habido muchos más. 

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