Sigue a Amazon

Google levanta su segunda filial en España... y la controlará desde Irlanda

La sociedad centrará todo el negocio de la nube, que será separado del publicitario. El Gobierno espera que la llamada 'tasa Google' entre en vigor el próximo mes de enero.

Fuencisla Clemares
Fuencisla Clemares, la consejera delegada en España del gigante tecnológico.

Google sigue fiel a Irlanda. El gigante tecnológico acaba de levantar su segunda filial en España, cuyo cometido será gestionar el importante negocio de la nube. La sociedad será controlada desde una matriz con sede en Dublín, donde tiene su 'centro de operaciones' internacional con el objetivo de reducir al máximo su factura fiscal. Las operaciones de esta división se han lanzado en septiembre, tan sólo unos meses antes de que entre en vigor la llamada 'Tasa Google' que gravará algunas actividades del sector digital como la publicidad.

La compañía dirigida hoy por Fuencisla Clemares aterrizó en el país en el año 2003. Desde esa fecha hasta ahora sólo había operado con una sola sociedad filial, que concentró toda su actividad no sólo en lo que a publicidad se refiere sino en el resto de servicios digitales. La estructura es similar a la de otros gigantes: la empresa española factura todo a la sociedad irlandesa, que es la que realmente presta el servicio y ejecuta el contrato con el cliente local. El negocio se traslada a Dublín, donde tributa mucho menos de lo que lo haría en España.

Esa estrategia de filial única también la han ido siguiendo a rajatabla otros grandes nombres de la tecnología como Microsoft y Facebook, ambos con una estructura irlandesa similar. Pero en el caso de Google todo ha cambiado en septiembre. Según ha comunicado oficialmente al Registro Mercantil, ha puesto en marcha Google Cloud Spain SL, que tiene como objetivo la distribución y venta de servicios de almacenamiento en la nube. Es muy similar al que tiene la original, pero ésta referida a la publicidad online. Tiene una diferencia importante: la creada a principios de los 2000 tiene como socio único la matriz estadounidense, mientras que esta última 'cuelga' de la irlandesa Google Cloud Emea Limited. Cuenta con un millón de euros de capital social; se ubicará en la misma sede madrileña, en Torre Picasso, y tendrá como administrador único a Paul Manicle, interventor de la compañía para Europa.

El negocio de 'cloud' de la compañía estadounidense es uno de los más grandes del mundo y rivaliza con el de otros como Amazon (AWS) o Microsoft (Azure u Office 365). No sólo ofrece centros de datos y almacenamiento, sino también herramientas de gestión empresarial con GSuite. Se desconocen las cifras reales de facturación por este concepto a clientes españoles. En el último reporte trimestral confirmó que esta división superó los 5.700 millones de dólares (4.900 millones de euros al cambio actual) en ingresos durante los seis primeros meses de este año, lo que supone incrementar un 47% en un solo año. La previsión es que el ritmo de crecimiento se mantenga, toda vez que la digitalización de los negocios se ha acelerado a causa de la expansión del coronavirus.

Esta división que ha empezado a hacer Google de sus negocios en España ya la ejecutó Amazon hace varios años. Éste arrancó con una sola filial que era la que gestionaba toda la actividad principal de comercio electrónico. A partir de ahí se han ido creando otras muchas: para la administración de los almacenes y de la logística de última milla, para la publicidad online o para la nube. Todas ellas dependen en buena medida de Luxemburgo, donde radican casi todas las matrices y que también cuenta con una fiscalidad especialmente favorable. Con esta estructura no hay una consolidación local y se hace más complejo contar con una foto económica de lo declarado en España.

Los beneficios irlandeses

La estructura fiscal con sede en Irlanda -y que se ha apoyado también en Holanda y Bermudas- le ha permitido a Google, y otros muchos rivales, reducir de manera muy importante su factura fiscal. La agencia de noticias Reuters desveló que en el año 2018, el gigante movió 21.800 millones de euros a través de su compañía holding en Países Bajos hasta Bermudas, por encima de los 19.900 millones que envió un año antes. En España, el Impuesto de Sociedades abonado en los cuatro últimos ejercicios suma apenas 25 millones de euros. En esa cantidad se incluyen los 3 millones que tuvo que abonar hace un par de años tras una inspección de Hacienda, la segunda que ha sufrido en sus casi dos décadas en el país.

El negocio que Google declara en España es muy inferior al real, pues sólo representa lo 'refacturado' en servicios de marketing y apoyo a la matriz irlandesa. En 2018, último año disponible en el Registro Mercantil, fue la primera vez que superó la barrera de los 100 millones de euros de facturación. Fuentes del mercado publicitario estiman que los ingresos sólo por este concepto han superado de largo los 1.000 millones anuales. Para tratar de atajar esta ingeniería fiscal, el Gobierno de España ha implementado, al igual que otros en Europa, la llamada 'Tasa Google' que grava la publicidad online, la venta de datos y la intermediación en plataformas con un 3% sobre los ingresos.

En principio, esa nueva tasa debería entrar en vigor el 1 de enero de 2021. Sin embargo, la norma aún está en el Senado y no se ha aprobado de manera definitiva. No es el único frente que le queda. La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos inició una investigación a una veintena de jurisdicciones que ya habían implantado un impuesto similar o estaban en vías de hacerlo. Será el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio de Reyes Maroto el que defienda la posición del Ejecutivo.

Mostrar comentarios