El brazo inmobiliario de Axa lleva tres años esperando en Madrid una licencia que no llega. Un cambio de uso que permitiría a Axa Real Estate Managers Iberica sacar en alquiler un local 'premium', situado en el número 43 de la Gran Vía madrileña, que acogía los míticos cines Rex, nacidos al calor de la posguerra. Casi 700 metros cuadrados en una de las vías con más tránsito de España en desuso, según argumenta el informe Tráfico Peatonal y CCP 2019 de las calles comerciales europeas, publicado por TC Group Solutions, que ha clasificado a la Gran Vía como la calle más transitada de España y la tercera de Europa. Axa adquirió el inmueble por 42 millones de euros.
¿Cuál es el origen del problema? El emblemático edificio se comercializa en dos partes. Por un lado un hotel, donde estaba el Hotel Rex, y por otro, los bajos que ocupaban los Cines Rex. El inmueble en su conjunto cuenta con un nivel 1 de protección, que obliga al propietario a proteger tanto la fachada, con la típica arquitectura madrileña de los años cuarenta, como su interior, de ahí que todos los trámites sean doblemente lentos. El edificio data de 1943 y fue diseñado por el arquitecto Luis Gutiérrez Soto que ya había construido el Cine Callao en la plaza homónima y el bar Chicote en la propia Gran Vía. El escollo principal es el uso de sus bajos, que actualmente son para cine y sala de espectáculos y, de momento, el Ayuntamiento de Madrid sigue sin permitir la explotación comercial.
Las nueve plantas en altura del inmueble seguirán con el uso hotelero de siempre. Algo que ha favorecido al nuevo casero de las mismas, el empresario Kike Sarasola que tiene más que avanzado su flamante Room Mate Rex de 130 habitaciones. Con la fecha de inauguración ya fijada para finales de 2019, cada vez se hace más evidente que los franceses no van a poder rentabilizar del todo la compra que hicieron del inmueble en 2015. O al menos hacer coincidir los dos alquileres: el del hotel y los bajos.
Además de la reforma, que pagarán a medias Room Mate y los propietarios, el acuerdo incluye que la compañía hotelera gestione el futuro hotel en régimen de alquiler durante 25 años. Axa compró el edificio del hotel y el cine Rex a los hermanos Mazin Mor, uno de ellos patriarca histórico de la comunidad judía en España fallecido en 2012, Antonio Briones y la familia Calero, dueña de la cadena hotelera Vincci. Ya entonces los cines Rex llevaban cuatro años cerrados.
El veto de Manuela Carmena
Tras la compra, la entonces alcaldesa de Madrid Manuela Carmena les vetó cuando solicitaron el cambio de uso para los bajos y ahora, según ha podido saber este medio, tienen todas las esperanzas puestas en el ejecutivo del Popular José Luis Martínez Almeida, porque novios para alquilar no les faltan. En 2015 Axa Real Estate pagó 42 millones de euros convencida de que era una operación segura. Tal vez porque un año antes, en Gran Vía 37, adquirió el antiguo cine Avenida por 79 millones de euros. Una cifra que batió un récord en 2014 ya que pagaron a 20.000 euros el metro cuadrado.
Una inversión más que rentabilizada gracias a que H&M tiene aquí uno de sus buques insignias en España. Sin embargo, su experiencia de convertir cines en locales comerciales funcionó con los Avenida pero no con los Rex. El objetivo es alquilarlo a una gran compañía para que instale su 'flagship'. Ejemplos no faltan y tampoco hay que andar mucho. Hablamos del Espacio Huawei Madrid (en el número 48 de Gran Vía), Primark (en Gran Vía 32, uno de los más grandes del mundo), Adidas (en Gran Vía 21) o el mencionado gigante sueco, en el número 37.
Por cierto, H&M podría perder en los próximos meses una de las dos tiendas que tiene ubicadas en la Gran Vía de Madrid. AXA ha contratado a dos consultoras para que busquen un nuevo ocupante para los 2.300 metros cuadrados de superficie comercial.
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