A mes y medio de la inauguración

Las grandes 'telecos' del Mobile, en vilo por la nueva ola de contagios de la Covid

Las dos próximas semanas serán claves para mantener el evento o retrasarlo, mientras las principales empresas con presencia inician los preparativos entre dudas sobre el impacto del virus en logística y viajes.

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Imagen de la edición de 2021 del Mobile World Congress.
EFE

La historia vuelve a repetirse. La GSMA, organizadora del Mobile World Congress (MWC), apura los plazos para tomar una decisión definitiva sobre la nueva edición del congreso que se celebra en Barcelona. Ante la intención de mantener las fechas, tensa la cuerda mientras los grandes expositores, entre los que están las principales operadoras y proveedores de telecomunicaciones, están en vilo a la espera de una confirmación formal. Ésta deberá llegar en plena ola de contagios de la Covid-19 por la nueva variante ómicron que se ha llevado por delante varios de los eventos presenciales a nivel mundial de las primeras semanas de este año 2022.

Algo más de mes y medio es lo que queda para que las puertas del reciento ferial de L'Hospitalet de Llobregat se abran. Las grandes compañías llevan semanas desplegando los preparativos, pero al ralentí. Con un ojo puesto en las presentaciones y el diseño del expositor y con otro, en la elevada cifra de contagios causados por la variante del coronavirus y cómo puede afectar al evento. Desde la organización aseguran en público que se mantiene la fecha de inauguración para el próximo 28 de febrero. Pero, como sucediera tanto en enero de 2020 como a finales de ese año, con la 'coletilla' de que la planificación es "dinámica, dadas las circunstancias mundiales continuamente cambiantes". Se guardan el as en la manga del retraso de fecha. Pero los plazos no pueden ser más ajustados.

La edición de 2021 se retrasó a junio en septiembre de 2020. Se hizo con seis meses de antelación. Ahora, en plena ola de contagios, no hay apenas margen de maniobra. Las grandes empresas del sector aseguran en público que mantienen su asistencia. Pero en privado hay muchas dudas sobre si podrán mantener la presencia física y, sobre todo, cómo se gestionará toda la logística y viajes internacionales en este momento de la pandemia, tanto en España como en el resto de grandes países. "Es muy complicado manejar viajes y toda la logística cuando los contagios están disparados; puede que a mediados de febrero todo esté más calmado pero cuando hay que decidir es ahora", aseguran desde uno de los principales expositores de la feria. En las últimas dos semanas, la incidencia se ha disparado a más del doble de la registrada antes de Nochebuena.

Los grandes grupos, entre los que están las principales operadoras de telecomunicaciones con presencia en España (Telefónica, Vodafone, Orange) y los principales proveedores de red (Ericsson, Nokia...), trabajan tanto en la elaboración de esas presentaciones públicas de nuevos productos y servicios y también en el diseño final del stand, para iniciar la construcción en las próximas fechas. El espacio ya lo tienen reservado pues, según explican diversas fuentes, se suele pagar justo después de la celebración de la edición del año anterior. Lo que más inquieta no es ya lo económico -el precio por metro cuadrado rondaba en años anteriores los 1.000 o 1.200 euros, por lo que los grandes expositores suman varios millones de euros solo de ocupación- sino la movilización de personal. La mayoría son multinacionales que deben mover a cientos de empleados esos días desde diferentes países. Han de llevar a cabo las reservas de hotel y de viajes desde diferentes partes del mundo. "Y la incertidumbre es creciente", aseguran desde uno de los proveedores de red.

Precisamente donde se juega realmente el 'partido' es en los grandes expositores. Suman una buena parte del espacio de exposición y, además, lideran los movimientos, por lo que su posición influirá también entre los asistentes más pequeños. Éstos también tienen comprometido su espacio en caso de que repitan, según el acuerdo al que llegó la mayoría con la propia GSMA tras la cancelación de la edición 2020. En esa ocasión, para los que gastaran más de 5.000 libras esterlinas en pagos a la organización, solo podían recuperar el 50% en dinero en efectivo y el resto con un crédito para abonar la ocupación de las ediciones de 2021, 2022 y 2023.

En el caso de la GSMA, según coinciden todas las fuentes consultadas, la presión económica es menor que el año pasado. En 2021 había un hecho que cambiaba por completo la situación: la GSMA había cobrado el dinero público para la celebración en Barcelona (9,5 millones de euros) del año 2020 pese a no haberse celebrado a cambio de que tuviera lugar sí o sí la de 2021. Esto obligaba al organizador. Finalmente se pospuso a julio. En esta ocasión no existe esa presión. El Estado ya ha reservado en los Presupuestos Generales del Estado de 2022 los 5 millones que le corresponden de subvención.

Mientras tanto, la agenda sigue siendo una incógnita, aunque sí que están confirmadas las presentaciones y la presencia de los 'primeros espadas' de las grandes operadoras de telecomunicaciones no solo españolas sino internacionales. Entre los participantes de grandes tecnológicas también está Jim McKelvey, cofundador de Block (antigua Square, gigante de los pagos móviles creado por el cofundador de Twitter). Ninguno de ellos ha explicado si estará físicamente en el evento o acudirá de manera virtual, como hicieron varios en 2021. Sobre las entradas sí que se ha tomado una decisión: congelar los precios ya bajos del pasado año y, además, mantener el ticket de 25 euros para profesionales españoles para los tres días (un precio que se antoja testimonial frente a los casi 700 euros del más barato), pero solo en caso de que lo compraran en la edición anterior.

Las dos próximas semanas van a ser claves. Según explican fuentes del sector de las telecomunicaciones y proveedores de red, antes de afrontar los últimos días de enero se debe decidir si se sigue adelante o se pospone a mediados de año donde se espera una menor incidencia del virus. Desde la GSMA aseguraban hace unos días a la agencia Servimedia que responden "de forma constante a la última información disponible a través de fuentes oficiales y adaptamos los planes en consecuencia". Era una manera de dejar la puerta abierta. Más allá de esa declaración genérica, no ha habido ningún comunicado oficial ni ningún contacto directo con las grandes firmas del sector, lo que ha acrecentado la preocupación y las dudas. Deberá gestionar también el riesgo de la irrelevancia internacional después de varios años de 'impasse' con cancelaciones o ediciones testimoniales.

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