Desde enero

Las grandes telecos se desangran con 630.000 líneas perdidas por el low cost

Telefónica, Orange y Vodafone suman ocho meses con un saldo muy negativo ante la presión competitiva de Másmóvil (y Euskaltel con Virgin) y la rumana Digi.

Digi es el quinto operador 'de facto' en España
Digi es el operador que más líneas móviles gana en portabilidad.
Digi

Algo más de 630.000 líneas móviles perdidas que han ido a parar a las filas de rivales más pequeños. Esa es la cifra acumulada durante los ocho primeros meses que sirve de termómetro para medir la temperatura del mercado de telecomunicaciones español. Son los 'robos' de clientes que han sufrido las tres grandes operadoras -Telefónica, Vodafone y Orange- por la fuerte competencia de Másmóvil y Digi y la gran presión del segmento 'low cost'. Movistar es la más perjudicada en esta sangría mientras entre las cúpulas directivas de estos grupos se agarran a una consolidación del mercado como salida.

El terreno ya era pantanoso para los grandes desde hace tiempo. El año 2020, pese a estar marcado por las restricciones de la pandemia del coronavirus y el parón de las portabilidades -se prohibieron durante el confinamiento-, fue especialmente doloroso en cuanto a 'robo' de clientes para Telefónica y Orange. Entre los dos sumaron casi 690.000 líneas perdidas, con los franceses con una cifra récord superior a los 416.000, según los datos definitivos aportados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Eso fue lo que encendió todas las alarmas y lo que llevó al actual consejero delegado, Jean François Fallacher -que se estrenó en el cargo tras el verano- a potenciar el low cost para reducir la sangría comercial. Sin embargo, el año 2021 no está siendo ningún camino de rosas para todas ellas.

En concreto, según explican varias fuentes del mercado, los ocho primeros meses se han saldado con una pérdida muy intensa para las grandes operadoras. Movistar ha intensificado el rojo superando la barrera de las 340.000 líneas netas que se pasaron a otros rivales. Orange ha reducido a menos de la mitad la pérdida hasta los 156.000, mientras que Vodafone ha empeorado el comportamiento hasta situarse en los 136.000. Pero más allá de las marcas, la tendencia es prácticamente idéntica en los números grandes: los operadores 'incumbentes', que concentran una parte importante de la inversión en el sector, han vuelto a tener un saldo negativo conjunto superior a las 600.000.

Todos estos números incluyen no sólo las primeras marcas cabecera de los grupos -Movistar, Orange, Vodafone, Yoigo, Euskaltel- sino también las de las segundas marcas para segmentos de medio y bajo coste como son O2, Jazztel, Amena, Lowi, Másmóvil, Virgin... Se desconocen cómo son los flujos de pérdidas de clientes, pero según explican las mismas fuentes, la reducción viene marcada por la tendencia hacia el 'low cost'. El cliente enmarcado en este tipo de productos es mucho menos fiel, sin apenas permanencias y con una mayor movilidad y sensibilidad al precio. Tal y como advertían numerosos analistas tras el estallido de la pandemia del coronavirus, ésta ha intensificado la tendencia. 

La portabilidad medida al milímetro en un mes puede ser engañosa. Pero en un plazo de tiempo más largo marca tendencias, pues la base de clientes móviles en España, con una población muy estable, no crece, por lo que para engordar la cartera de las telecos sólo queda 'robar' al rival. Es importante porque una pérdida neta muy elevada implica, en muchos casos, una 'tasa de abandono' (churn) alto y también un incremento de los costes (y rebaja de los márgenes de beneficio) para tratar de captar nuevos clientes en las filas competidoras, en numerosos casos, a base de precio y descuentos.

Este, que es un círculo vicioso para las grandes operadoras, se ha convertido en 'virtuoso' para los competidores más pequeños. Según esos mismos datos aportados por fuentes del sector, que han de ser ratificados por la CNMC, los grandes ganadores son los otros dos grandes grupos. Por un lado, Másmóvil que, junto a Euskaltel, suma casi 258.000 nuevos clientes netos en el cómputo. Por otro, el nuevo 'quebradero de cabeza', Digi, que acumula más de 221.000. ¿Y el resto? Sigue habiendo más de 150.000 líneas que han ido a parar a operadores móviles virtuales regionales y locales.

La gran duda es si esto va a cambiar. Tal y como ha reconocido la propia Orange a sus analistas en las dos últimas presentaciones de resultados, la tendencia del mercado no va a modificarse sustancialmente. Y analizando la estrategia apuntalada por los dos grandes aspirantes, no queda mucho margen. Másmóvil ya ha dicho que, tras la compra de Euskaltel, mantendrá la decena de marcas para tratar de presionar aún más en el lado comercial, sólo con una posible fusión a medio plazo de las firmas 'étnicas' Llamaya y Lycamobile. Después de haber activado su 'plan b' tras no conseguir la unión con Vodafone, su intención es mantener el pulso.

Si se analizan los movimientos de Digi, no se esperan grandes cambios. Máxime después de una semana en la que el grupo con sede en Bucarest ha vuelto a sacudir el mercado con una oferta de fibra de hasta 10 'gigas' de velocidad por 30 euros. Lo ofrecerá, al menos por ahora, en Madrid pero es otra vuelta de tuerca. Está siendo la más agresiva en precios. Y tiene gasolina para seguir adelante. A finales del mes de julio, tal y como explicó en su reporte semestral, firmó un crédito sindicado liderado por Banco Santander para una duración de tres años y medio con la posibilidad de extenderlo  hasta 5 años por importe de 132 millones de euros, que será destinado a "diferentes usos, incluido Capex".

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