El Mobile World Congress sigue adelante. Cerca de una decena de grandes expositores han cancelado su presencia física en el evento ante el riesgo vinculado al coronavirus. Todo apunta a que habrá más bajas en las próximas semanas. Pero todas ellas saldrán realmente caras. El organizador, la GSMA, exigirá el 100% de lo que se conoce como ‘paquete de expositor’, donde se incluye la reserva de espacio y otros servicios vinculados a la estancia en el recinto ferial. En pequeños expositores, podrían suponer unos decenas de miles de euros, mientras que en casos de compañías grandes puede ser mucho más.
En los términos y condiciones básicos del contrato firmado con los expositores actualizado para este año 2021, consultados por La Información, se asegura que la empresa puede rescindir su acuerdo comercial, en su totalidad o algunas partes, en cualquier momento antes de la fecha del evento mediante la notificación por escrito. Sin embargo, esta cancelación tiene un coste. Para los que lo hicieron formalmente a mediados de febrero, es decir más de 120 días antes de la fecha del MWC, perdían el 80% del coste total del paquete. Los que lo hacen con menos de 120 días (4 meses) de antelación deben abonar el 100%.
En ese coste está incluido lo que se conoce como ‘paquete de exhibición’, es decir el pago que se hace para participar a través de un stand de exhibición en una ubicación asignada, para la promoción a través de diferentes publicaciones y medios y la provisión de ciertos servicios de apoyo vinculados a la seguridad, el registro o la salud. Según apuntan fuentes del mercado, el grueso está relacionado con la ocupación del espacio del expositor. Hay algunos pequeñas compañías con espacios muy limitados en metros cuadrados, que deben afrontar una factura de varias decenas de miles de euros. Sin embargo, las más grandes superan con creces la barrera del millón de euros.
"Para el MWC21 no ofrecemos reembolsos, ya que el evento sigue adelante; nos estamos adaptando según sea necesario asumiendo de forma coherente nuestro papel de convocantes de un evento complejo", explican fuentes oficiales de la GSMA, quien insiste en que están trabajando con expositores "para que puedan participar en la forma que mejor les convenga y les permita, en su caso, conservar las inversiones para la edición 2022 y 2023".
Hasta la fecha, el último en decir adiós a la feria ha sido Cisco, otro de los proveedores de infraestructura de telecomunicaciones con sede en Estados Unidos. No es el único. El primero que abrió la veda fue Ericsson y siguió con Nokia, Sony, Facebook, Oracle y BT. En el caso de Ericsson, Nokia o Sony, el espacio expositivo reservado en la Fira Barcelona es uno de los más grandes. Todos ellos aseguraron que no estarán de forma presencial. “Respetamos las decisiones que han tomado algunos de los expositores y esperamos dar la bienvenida a todas las empresas de nuevo en Barcelona en futuras ediciones del MWC”, aseguran desde la GSMA ante las bajas que se están produciendo en las últimas semanas.
¿Y qué sucede si antes de que se celebre la GSMA, como le exigen algunos de los grandes expositores, decide cancelar? Según ese contrato estándar, puede hacerlo en cualquier momento “por cualquier motivo”, pero se obliga a reembolsar todas las tarifas pagadas por adelantado por parte de la empresa de turno. El año pasado llegaron a acuerdos con los diferentes expositores que no cancelaron y se quedaron hasta la suspensión oficial para no pagar todo de golpe y ofrecer descuentos en los años siguientes y así evitar un aluvión de demandas en los tribunales.
"En estos momentos no contemplamos la cancelación del evento", asegura la GSMA
Pese a que esté previsto sobre el papel en los diferentes contratos estándar firmados con los expositores, desde la GSMA niegan tajantemente que tengan sobre la mesa la opción de una cancelación. “En estos momentos no contemplamos la cancelación del evento; confiamos en la celebración del evento del 28 de junio al 1 de julio de 2021 en el formato híbrido que hemos planificado desde el principio y más ahora que acabamos de presentar un plan de seguridad y salud”, apuntan fuentes oficiales de la entidad.
No quieren oír hablar de cancelación y de sus potenciales consecuencias económicas en la entidad. En las últimas semanas se había barajado la posibilidad de que aguantaran la decisión definitiva sobre una potencial cancelación a seis semanas antes de la celebración. Sin embargo, las mismas fuentes oficiales aseguran que vigilan las circunstancias mundiales, buscando el asesoramiento de expertos. "Las circunstancias mundiales siguen siendo dinámicas, por lo que debemos actuar en consecuencia, lo que significa una evaluación y un ajuste constantes; por ello no establecemos ningún límite de tiempo", apuntan.
Hacia una 'versión online'
Pese a todo, todas las fuentes del sector de las telecomunicaciones consultadas por La Información dan por hecho que no habrá una celebración híbrida, con presencia física de hasta 50.000 personas en la Ciudad Condal, sino que se convertirá en un evento puramente digital para así evitar un aluvión 'in extremis' de bajas importantes entre las grandes operadoras que obligue a cancelar.
Queda la duda de si se celebra de manera digital. Existen dudas sobre cómo podrá justificar la GSMA los 9,5 millones de euros de dinero público para la celebración en el recinto ferial de Hospitalet de Llobregat. Las próximas semanas serán claves para determinar el futuro del evento. En cuanto a la relación comercial con los expositores, lo único que contempla el contrato es que la GSMA puede, sin ningún coste añadido, sustituir el lugar de celebración por otro, sustituir algunos de los paquetes o hacer otros cambios si, en su opinión, el propósito comercial del evento y el patrocinio "puede cumplirse mediante dicha reorganización, aplazamiento o sustitución".
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