La guerra de Dia vs Fridman: proyectos similares... ¿Condenados a entenderse?

  • El consejo de administración del grupo de supermercados critica la propuesta del inversor ruso, mientras, sigue sobre la mesa un posible acuerdo.
El magnate Fridman se 'come' Dia: se hace con el 25% del capital
El magnate Fridman se 'come' Dia: se hace con el 25% del capital

Quedan casi diez días para la cita clave en la que el grupo de supermercados Dia se juega su futuro. El próximo 20 de marzo, sus accionistas tendrán que decantar la balanza y desvelar si prefieren apostar por la inyección de fondos que propone su consejo de administración (600 millones de euros, acordados con los bancos acreedores) o la de su primer accionista, Mijail Fridman (que aboga por inyectar 500 millones, que correrían a su cargo) y que, de momento, no tiene el respaldo de las entidades financieras. Las posiciones parecen antagónicas, a tenor de las declaraciones realizadas a lo largo de la última semana. Sin embargo, no todos los puentes están rotos y el acuerdo aún es viable.

En las últimas semanas, las negociaciones se han sucedido, para tratar de acercar posturas. Sobre todo, según indican fuentes conocedoras, porque Fridman es el primer accionista de la compañía (controla el 29% del capital) y, aunque haya dicho que si su ampliación fracasa saldría del accionariado, la voluntad es lanzar un mensaje a los inversores que convenza sobre la viabilidad de la empresa. Más aún cuando su situación financiera es delicada y requiere la inyección de fondos no sólo para tapar el roto en su capital (ahora mismo está en causa de disolución), también porque Dia tiene a la vista el vencimiento en julio de bonos por valor de 306 millones de euros. 

De puertas a fuera, tanto el consejo como Fridman hacen énfasis en sus diferencias. La cúpula de Dia señala que los millones propuestos por el inversor ruso a través de LetterOne, su brazo inversor, no llegarían a tiempo para salvar la empresa y, además, si se presenta una oferta competidora (y hay una guerra de opas) los fondos se pospondrían aún más y no serían efectivos, como pronto, hasta llegado el verano. En cambio, el inversor ruso critica que el consejo juegue con el alarmismo y le pide más transparencia, por ejemplo, que desvele el acuerdo pactado con Morgan Stanley, el banco de inversión que actúa como garante de su ampliación de 600 millones.

De hecho, lo previsible es que en esa ampliación propuesta por el consejo aparezca un nuevo jugador, un inversor con voluntad de convertirse en accionista de referencia de Dia. Sin embargo, la empresa encabezada por Borja de la Cierva no ha desvelado, de momento, cuáles son las cartas con las que juega a la hora de garantizar que su ampliación de capital saldrá adelante sin contar con el inversor ruso.

Al margen de estas disparidades, que han ido sucediéndose en las últimas jornadas; y de la ansiedad que pueda producir el desequilibrio patrimonial de la empresa, la realidad es que las propuestas de Fridman y el consejo sobre el futuro de la empresa no son tan diferentes. Ambos han ido desvelando pinceladas sobre la cadena de supermercados que aspiran construir y hay nexos en común.

Remodelación de tiendas y menos referencias

La propia compañía reconoció que su plan de transformación (que anunció tras asumir pérdidas de 352 millones de euros en el último año) y el propuesto por LetterOne "son similares". ¿Cuáles son sus coincidencias? Por ejemplo, ambos creen que Dia tiene capacidad para 'reinventarse' y mejorar la densidad de ventas y el tráfico en sus establecimientos. Aspiran a atraer clientes (y rentabilizarlos) con un nuevo esquema de tiendas, cerrando las no rentables. Así, mientras el consejo habla de la necesidad de invertir en "la remodelación de "la mayoría de la actual red de establecimientos", LetterOne lo define como "gestión activa de ubicaciones y formatos".

Y en cuanto a la propuesta comercial en sí, sobre qué vender en sus tiendas, también están próximos en sus planteamientos. Consideran que Dia debe acelerar su apuesta por los productos frescos, donde Fridman percibe que existe capacidad de mejorar la relación calidad-precio. También, consejo y accionista creen que Dia debe mejorar su marca propia y, ahí, la dirección propone un previsible recorte de la oferta de marcas del fabricante porque, en concreto, se decanta por la "racionalización del surtido y del espacio a través de una reducción del número de referencias, en línea con las necesidades del consumidor", según indicó en la presentación que remitió a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), algo que le aproximaría a la propuesta comercial de Mercadona.

Otro de los aspectos que comparten es la necesidad de cambiar la estrategia de precios. El consejo planea que, de cara a los próximos años (este año da por perdida la vuelta a la rentabilidad de la cadena) Dia debe reducir las promociones y que estas estén mas personalizadas en función de los clientes. Mientras, LetterOne considera que cambiar esta estrategia de descuentos es clave para incentiva el tráfico en sus tiendas. Unas similitudes que pueden acercar posturas antes de que escale, aún más, la crisis de la compañía de supermercados madrileña.

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