La industria en el alambre

La guerra presiona a Ribera para seguir la estela de Draghi y bajar el IVA del gas

La invasión de Ucrania ha disparado los precios en el mercado gasista por encima de las previsiones, lo que aboca a la vicepresidenta tercera a abordar nuevas medidas fiscales.

El primer ministro italiano, Mario Draghi, y la titular de Transición Ecológica, Teresa Ribera
El primer ministro italiano, Mario Draghi, y la titular de Transición Ecológica, Teresa Ribera
Nerea de Bilbao (Infografía)

La invasión de Ucrania ha reactivado un géiser bajo los pies de la ministra para la Transición Ecológica, Tersa Ribera. Tras un par de meses de calma, en los que los precios del gas encarrilaban su desescalada tras los máximos históricos de 2021, la guerra en Europa ha vuelto a desbocar el mercado. En cuestión de días, el nuevo escenario ha llevado al lobby gasista a elevar la presión sobre la vicepresidenta tercera para que ponga en marcha un escudo fiscal para el esta materia prima, con el foco en la rebaja del IVA, cuyo tipo impositivo se ha mantenido en el 21% a lo largo de toda la crisis energética.

Si se comparan las acciones de Transición Ecológica con la política que han adoptado otros países europeos, España vuelve a ser vagón de cola en la protección del consumidor de gas. El conflicto bélico desencadenado por la ofensiva rusa en Ucrania tampoco ha hecho reaccionar a la ministra, aunque diversas fuentes del sector coinciden en que la guerra ha vuelto a poner el debate en la agenda de la máxima responsable de política energética.

Hace poco más de una semana, el primer ministro italiano, Mario Draghi, prorrogó el recorte del IVA del gas al 5%, rebaja que el gobierno transalpino puso en marcha el año pasado. Adicionalmente, el ejecutivo de Draghi ha anunciado un plan de acción que exigirá una inversión estatal de 5.800 millones de euros para paliar el efecto de la escalada de esta commodity y el crudo en el bolsillo de sus ciudadanos. 

Durante el pasado ejercicio, el gobierno italiano ya se rascó el bolsillo para reducir los costes del sistema eléctrico con un paquete de medidas con un coste de 1.200 millones de euros. Italia no es el único país que ha activado un escudo fiscal para esta materia prima. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha puesto en marcha una suspensión temporal del IVA de los alimentos básicos y el gas, además de importantes reducciones en el caso de la gasolina o la luz.

La incertidumbre geopolítica ha vuelto a llevar al sector gasista a las trincheras. Los operadores energéticos y los gigantes industriales del mercado español claman de nuevo por una rebaja del IVA del gas, por debajo del actual 21%. Las comparaciones levantan ampollas en el sector. Ribera aprobó en junio un recorte del IVA de la factura de la luz, del 21 al 10%, con carácter temporal. Más tarde, el Consejo de Ministros acordó prorrogar este balón de oxígeno para los consumidores eléctricos hasta marzo del 2021. 

Fue a partir del pasado verano, después de que el Gobierno aprobase el paquete de medidas urgentes para paliar la escalada de la luz, cuando el lobby gasista salió en tromba a exigir un trato equitativo para sus consumidores. La verdadera escalada se hizo notar a partir de septiembre, cuando el precio medio de esta commodity superó los 60 euros/MWh, un 472% por encima que el mismo periodo de 2020, cuando el precio estaba hundido por el impacto de la crisis sanitaria. 

La situación se agravó al cierre de octubre, que terminó con un precio medio de 89,7 €/MWh. Ese mes, las grandes asociaciones del sector, como Gasindustrial, Sedigás o Acogen, mantuvieron diversas reuniones con el ministerio que dirige Ribera. Entre otras medidas, mecanismos de flexibilización del caudal contratado, rebajas fiscales (IVA e impuesto especial de hidrocarburos) y una revisión anticipada de los peajes del gas. 

El sector gasista se prepara para retomar las negociaciones con el ministerio que dirige Ribera, después de dos meses de calma chicha 

El pasado otoño, el Gobierno aprobó la primera y puso en marcha un tope para aliviar el impacto del alza de precios en el recibo regulado de gas, conocido como Tarifa de Último Recurso (TUR) en la jerga. Nada de rebajas fiscales. Ministerio y asociaciones del sector gasista pararon su agenda de encuentros en diciembre, en el contexto de una bajada progresiva de los precios. Las alzas provocadas por la guerra en Ucrania y la incertidumbre que vive el sector han puesto de relevancia la necesidad de retomar estos contactos a los que la industria acudirá con toda su artillería y nuevas propuestas, incluida la esperada rebaja del IVA.

La escalada de precios ha tenido un fuerte impacto en la gran industria intensiva en gas, algo lógico si se tiene en cuenta que los consumidores industriales copan más del 60% de toda la demanda nacional de esta materia prima. La descontrolada subida que experimentó esta materia prima el año pasado, y que ahora vuelve a azuzar a los mercados, llevó a muchas empresas a tomar medias drásticas. Recorte de horas de actividad en las plantas, parones intermitentes e incluso cierres prolongados. 

Todo ello explica que la demanda nacional de gas se haya reducido en España para la práctica totalidad de los sectores en los que se concentran los grandes consumidores de esta commodity. Los mayores descensos se han producido en Refino y Construcción, con bajadas de un 18% y un 17% respectivamente el pasado enero frente al mismo periodo de 2021, según el Índice grandes consumidores de gas (IGIG) que reporta Enagás

Según Verónica Riviére, presidenta ejecutiva de GasIndustrial, patronal que aglutina a los grandes consumidores de gas de nuestro país, algunas empresas optaron por prolongar más de lo habitual los parones propios de enero, cuando muchos industriales echan el freno para acometer, entre otras cuestiones, procesos de mantenimiento. Esta tendencia genera un impacto en los niveles de producción de la economía española y, en última instancia, en el PIB y en los índices de recuperación que Bruselas vigila con especial celo a raíz de la crisis sanitaria y económica del coronavirus.

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