En pleno cerco fiscal

Hacienda bate récords con una multa de más de 50 millones al gigante IBM

La americana se prepara para una pelea legal similar a la vivida con Oracle o Microsoft durante los últimos años. La cuantía es superior a los 34 millones abonados por Facebook en 2019.

FILED - 26 October 2016, Baden-Wuerttemberg, Ehningen: An IBM logo is seen in front of the IBM branch in Ehningen. The shares of the American computer and technology giant IBM achieved significant gains of more than 5\% in the extended trading session on Monday evening after it announced that it achieved revenues and profits during the fourth quarter of last year that exceeded expectations. Photo: Silas Stein/dpa (Foto de ARCHIVO) 26/10/2016 ONLY FOR USE IN SPAIN
IBM
DPA vía Europa Press

Sanción récord de Hacienda en el sector de las grandes empresas tecnológicas en España. La Agencia Tributaria ha exigido a la histórica multinacional IBM el pago de algo más de 50 millones de euros tras una inspección abierta a sus dos principales filiales en el país. La multinacional con sede en Nueva York anticipa una batalla legal similar a las vividas por Oracle o Microsoft en el pasado, pues ya ha presentado un primer recurso y se ha negado a provisionar alguna cantidad en sus cuentas. Este pago está muy por encima de los 34 millones que abonó Facebook hace dos años después de regularizar su situación.

Los inspectores españoles pusieron la lupa sobre prácticamente todos los impuestos relevantes pagados durante los ejercicios 2015, 2016 y 2017 por la cotizada americana, especializada en la fabricación de software y hardware para ordenadores y en otros servicios en la nube. No sólo con el Impuesto sobre Sociedades, que grava los beneficios obtenidos en el país, sino también otros como los de Renta de No Residentes. Lo hizo para las principales filiales del grupo. Y unos meses atrás, a mediados de 2021, emitió un puñado de actas de liquidación que suman la cantidad más alta de todas las investigaciones que se han abierto en los últimos años a estos gigantes, tal y como ahora desvelan.

La factura más importante es, lógicamente, la que tiene que ver con el Impuesto sobre Sociedades pagado. Esta es la 'clave de bóveda' de la estructura fiscal de estas multinacionales tecnológicas, pues habitualmente se 'compra' los derechos de explotación de una propiedad intelectual que se sitúa fuera del país. En concreto, según queda reflejado en la memoria anual recién presentada, se ha enfrentado al pago de 50,3 millones de euros, con la inmensa mayoría procedente de su filial de servicios globales. Esta es la mayor que se ha exigido hasta la fecha, pues en el caso de Oracle procedían de investigaciones diferentes.

Como suele suceder en este tipo de compañías, el grupo en España hace de distribuidor de productos desarrollados en Estados Unidos. Tiene firmados varios acuerdos con la matriz (IBM World Trade Corp). A diferencia de otras compañías del sector, la propiedad intelectual del software y el hardware que se ofrece a través de sus oficinas comerciales se compra a la cabecera estadounidense. Los precios de transferencia que se fijan en cada una de esas transacciones son clave y los que han permitido a muchos de sus rivales reducir de manera importante su factura fiscal en España -elevando los gastos- y trasladando buena parte de los beneficios a países con una tributación más favorable como Países Bajos, Irlanda o Luxemburgo.

El gigante recurrirá y defiende que la Agencia Tributaria española ha basado sus sanciones en una "total falta de entendimiento" de su modelo

El pago de 50,3 millones de euros es el más cuantioso pero no el único. Otra inspección sobre el Impuesto de Sociedades ha implicado la cancelación de 5,5 millones de derechos de cobro pendientes con la Agencia Tributaria y la puesta en marcha de una provisión de 3,6 millones por unas actas recibidas. A esto hay que sumar otros 5,5 millones de lo que se conoce como Impuesto sobre la Renta de No Residentes, vinculado al pago de 'royalties' a la matriz estadounidense. Por último, sumó algo menos de un millón de euros de su filial Viewnext.

Sólo una de estas actas levantadas por los inspectores españoles ha sido firmada en conformidad, por lo que la empresa no acudirá a la vía administrativa o judicial. El resto sí que las peleará. El grupo ha presentado la reclamación ante el Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC). Esa es la primera fase, que podría acabar en la Audiencia Nacional como ya sucedió con Oracle o Microsoft. La segunda perdió una de las más importantes en el Tribunal Supremo y en otra buscaba un pacto 'in extremis' que aún no se ha hecho público.

IBM ha decidido no provisionar nada en su balance, porque sus asesores fiscales entienden que tiene posibilidades de ganar. "Existen menos probabilidades de ocurrencia de un desenlace negativo para el grupo, que de lo contrario", aseguran en la memoria. Argumentan que existe una "errónea interpretación" administrativa del modelo del grupo. "La base es de una total falta de entendimiento de cuál es el modelo comercial y cadena de suministro del grupo", admiten desde la compañía.

Estos casi 60 millones de euros, entre provisiones y las actas de liquidación, de una tacada representa la cantidad más elevada a la que se ha enfrentado un gigante tecnológico en los últimos años. Se produce precisamente en un momento en el que existe un debate cada vez más intenso respecto a los impuestos que pagan, con el Gobierno impulsando la conocida como 'Tasa Google'. Muy lejos de esa cifra se encuentran los 34 millones que abonó Facebook a la Agencia Tributaria en una regularización a las puertas de que entrara en vigor esa nueva figura tributaria en 2020. Ese desembolso fue asumido por una de las matrices con sede en Dublín (Irlanda).

IBM, valorada en bolsa en algo más de 111.000 millones de euros -muy lejos de las grandes como Microsoft o Google-, cerró el año fiscal 2020 con una plantilla en España de más de 9.000 empleados, entre las compañías propias y las 'joint ventures' creadas con Bankia o con otras empresas españolas para la externalización de sus departamentos tecnológicos. Los ingresos prácticamente se calcaron: 1.660 millones de euros. Pero mayores gastos vinculados a los planes de jubilación de su plantilla -que fueron diana de un conflicto colectivo hace varios años- llevó a unas pérdidas consolidadas de algo más de 85 millones.

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