'Brexit duro': un riesgo significativo para Santander que Sabadell cree irrelevante

  • Ambos bancos temen las consecuencias que puede tener el Brexit sobre su negocio, pero Sabadell confía en el "fracaso" de Boris Johnson.
Donald Tusk, junto a Boris Johnson
Donald Tusk, junto a Boris Johnson
EFE

Tanto Banco Santander como Banco Sabadell, los dos bancos españoles con una presencia importante en Reino Unido, temen las consecuencias que pudiera tener el Brexit sobre su negocio, pero mientras el grupo cántabro ve la posibilidad de que la salida del país de la Unión Europea (UE) se produzca sin acuerdo con el bloque comunitario como un riesgo "significativo", la entidad catalana considera el próximo 31 de octubre -la fecha fijada para la 'ruptura'- como un día "irrelevante" para el devenir de los acontecimientos, o al menos así lo creía a finales del pasado julio.

Ambas entidades tienen diseñados planes de contingencia ante un 'hard' Brexit -como se conoce a la emancipación de Reino Unido sin un acuerdo con la UE-, pero la probabilidad de que se materialice difiere en sus últimas comunicaciones lanzadas al mercado. En el caso de Santander, que capta el 13% de su beneficio en territorio británico, se advierte a los inversores de que los recientes movimientos de los tipos de interés y de la libra esterlina "evidencian" que el riesgo de que se produzca un Brexit caótico es "significativo".

"Tras los resultados de las elecciones de la UE en mayo de 2019 y la posterior renuncia de la primera ministra (Theresa May), la incertidumbre política ha aumentado aún más, con el foco trasladándose hacia la estrategia para el Brexit del nuevo primer ministro (el euroescéptico Boris Johnson)", dice el banco que preside Ana Botín en las cuentas de su filial británica, publicadas a mediados de agosto.

En cualquier caso, Santander asegura que estará "preparado" para seguir operando con normalidad en el caso de que la salida de Reino Unido del bloque comunitario se produzca sin alcanzar un acuerdo. "Tenemos constituido un Grupo de Respuesta al Brexit sobre el que pilota la coordinación y escalación de los impactos operativos y que está diseñado para que las funciones comerciales y de soporte tomen medidas proactivas cuando sea necesario", dice la filial, que subraya que su comité de dirección y consejo de administración están a cargo de la supervisión de los aspectos clave relacionados con el Brexit.

En las cuentas semestrales del grupo, el banco rojo admite que una ruptura sin acuerdo podría tener "efectos adversos materiales en su acceso a capital y liquidez en condiciones aceptables", así como en su "negocio, situación financiera y resultados operativos".

Sabadell confía en el fracaso de Johnson

Por su parte, el escenario base de Banco Sabadell contempla un Brexit "ordenado" en la segunda mitad de 2020 tras la convocatoria de unas elecciones anticipadas en Reino Unido, después de que Boris Johnson "fracase en la renegociación del acuerdo con la UE y vea que no puede provocar una salida sin acuerdo ante la falta de apoyo parlamentario".

De hecho, en sus cuentas correspondientes al primer semestre de 2019, publicadas el 29 de julio, el banco catalán asegura que el 31 de octubre de 2019, el día establecido para la salida de Reino Unido de la UE, es una fecha que "vuelve a ser irrelevante". Entonces pronosticaba que, como ya pasó con el 29 de marzo, el Brexit se iba a posponer nuevamente. "Todavía cabe la posibilidad de un segundo referéndum en 2020. El escenario base contempla que la salida de la UE se acabará produciendo con un acuerdo que no distará demasiado de lo pactado por Theresa May en noviembre de 2018", reza el documento.

Sin embargo, el banco catalán tampoco descarta un escenario apocalíptico denominado "No Deal No-Cliff-Edge Brexit", que contempla que Reino Unido abandona la UE dentro de dos meses sin alcanzar ningún tipo de acuerdo con las autoridades comunitarias, lo que supondría la vuelta del país a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), con la consecuente introducción de barreras arancelarias, lo que provocaría una "importante" caída del comercio exterior en la economía británica y una recesión en el país en 2020.

Estas aproximaciones de Banco Santander y Banco Sabadell sobre el Brexit, en cualquier caso, se publicaron antes de que la reina de Inglaterra, Isabel II, autorizase a Boris Johnson a suspender el parlamento británico desde principios de septiembre hasta el 14 de octubre, decisión que parece que aboca a Reino Unido a salir de la UE sin tiempo para pactar un acuerdo con la Comisión Europea ni para prorrogar la fecha establecida para la desconexión.

En este escenario, el Banco de Inglaterra, según sus previsiones de noviembre, proyecta que el crecimiento de la economía británica se reduciría en hasta ocho puntos porcentuales hasta 2023, con una subida del paro al 7,5% y una tasa de inflación del 6,5%. Todo ello combinado con una depreciación de la libra del 25% y una caída del precio de las viviendas del 30%, lo que supone un impacto más acusado que el de la crisis del año 2008.

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