Ante la falta de compradores

Heineken se disculpa por lanzar nuevos productos en Rusia durante la guerra

La marca admitió que como empresa debería haber “sido más clara sobre la necesidad de introducir nuevos productos” y consideró que “las preguntas surgidas sobre estas políticas son comprensibles”.

Heineken pide perdón por incrementar su actividad en Rusia durante la guerra.
Heineken se disculpa por lanzar nuevos productos en Rusia durante la guerra.
ZUMA vía Europa Press

La marca de cerveza neerlandesa Heineken ha pedido "disculpas" después de la polémica que se ha generado en torno a sus sucursales rusas, en las que lanzó nuevos productos a lo largo de 2022 pese a que al estallido de la guerra en Ucrania. No obstante, desde la empresa mantienen su promesa de "dejar Rusia" cuando cierren acuerdos con algún propietario antes de verano. 

“Recientemente, se ha hablado mucho sobre nuestra promesa de abandonar Rusia. Lamentamos que informar sobre esto haya generado preguntas e inquietudes sobre nuestras intenciones. Pero no nos reconocemos en la imagen negativa que se ha pintado. No hay ambigüedad sobre nuestra promesa: dejaremos Rusia”, señaló la compañía en su web.

Además, admitió que como empresa debería haber “sido más clara sobre la necesidad de introducir nuevos productos” y consideró que “las preguntas planteadas al respecto son comprensibles”. La empresa sí retiró la marca Heineken del mercado ruso, pero la sustituyó con nuevos productos como las variantes de Amstel.

FTM también señaló que la cervecera introdujo refrescos no alcohólicos en el mercado ruso después de la retirada de los productos de Coca Cola y Pepsi. Heineken, que explicó en un comunicado los desarrollos que rodean las actividades de la compañía en Rusia, asegura ahora que está “trabajando arduamente para vender el negocio” que tiene en Rusia y subrayó que su objetivo es llegar a un acuerdo con un nuevo propietario “en la primera mitad de 2023”.

Además, justificó que no ha salido directamente de Rusia como sí han hecho otras compañías para “asegurar el sustento futuro” de sus casi 1.800 empleados en ese país, que sufrirían las consecuencias de una suspensión o detención repentina de las actividades de Heineken porque “el negocio quebrará rápidamente” y los trabajadores perderán sus ingresos.

Es difícil vender un negocio que genera pérdidas, y los privaríamos de la oportunidad de un futuro empleo. Al mismo tiempo, la 'quiebra intencional' es un delito penal en Rusia y conlleva un riesgo de enjuiciamiento y/o nacionalización, lo que queremos evitar”, explicó la compañía desde su sede central en Países Bajos. Cabe destacar que Heineken lleva veinte años en Rusia y el negocio ruso representa alrededor del 2 % de sus ventas en términos globales.

Mostrar comentarios