Henkell limpia Freixenet: absorbe, vende bodegas y "corrige" sus últimas cuentas

  • El gigante del cava, del que el grupo alemán controla más del 50% del accionariado desde marzo, da un volantazo en la gestión.
Cavas Freixenet
Cavas Freixenet
EUROPA PRESS - Archivo

Henkell no ha desembarcado en Freixenet para ser un sujeto pasivo. El tradicional productor de cava está inmerso en un proceso de transformación interna que está conllevando la reorganización de toda la sociedad. Por un lado, ha vendido alguna de las bodegas que no considera claves. Por otro, está adelgazando su estructura de filiales, un entramado de decenas de empresas constituido a lo largo de las últimas décadas. Y, también, ha puesto en orden sus cuentas de resultados en un movimiento de define como "corrección de errores".

El gigante alemán del consumo compró hace menos de un año, en marzo de 2018, el 50,7% de la compañía catalana. Pagó por ese porcentaje cerca de 220 millones de euros. Un precio que valoró la compañía en unos 440 millones, cuando las familias propietarias aspiraban a alcanzar los 500 millones de euros.

La operación conllevó un reparto de cargos y de poderes, pero la compañía alemana está marcando el paso. La distribución de funciones dejó a Freixenet con dos presidentes, el máximo responsable de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet; y Albert Christmann, primer espada del grupo Oetker, la matriz de Henkell. Además, decidió tener dos consejeros delegados, Pedro Ferrer y Andreas Brokemper.

Pero las últimas decisiones dejan claro que el capital germano está ejerciendo su capacidad de control. "Se está ordenando el grupo a nivel societario y simplificándolo", reconoce la empresa. Cambios que, matiza, no va a afectar a la plantilla, sino sólo a cómo se estructuran las sociedades del productor de cava.

Menos empresas

Uno de los últimos pasos de la compañía de Sant Sadurní d'Anoia es la absorción de cinco filiales por la matriz. Colgarán directamente de Freixenet que, a cierre de 2017, contaba con un entramado de más de 30 sociedades que ha ido construyendo a lo largo de los últimos cuarenta años. Dos de las firmas que asume (Cavas Conde de Caralt; y Canals y Nubiola) se dedicaban a la elaboración vinícola, pero no contaban con instalaciones propias ni actividad productiva durante los últimos años. Situación similar a una tercera sociedad, Rigol, enfocada al cultivo de vid.

Otra de las firmas absorbidas es el negocio de tiendas Freixenet Retail que engloba los establecimientos que la compañía tiene en su sede y en Barcelona. Una filial que, en el último ejercicio con datos disponibles (el concluido en 2017) tenía números rojos por importe de casi 390.000 euros. La quinta firma que asume la matriz es Corporación Mercantil Celes, que está enfocada a la actividad inmobiliaria y que sumaba, a cierre de ese año, un patrimonio de más de 1,6 millones de euros.

La compañía concentra esfuerzos en cuanto a sociedades y también en el terreno productivo, porque ha abierto la puerta a la venta de bodegas. Su intención, según comunicaron las compañías en el momento del desembarco de Henkell era centrarse en cava y vinos espumosos, donde va mayor capacidad de obtención de márgenes.

"Orden" en las cuentas

Al mismo tiempo, Henkell ha puesto orden en las cuentas de Freixenet. Acaba de presentar las cifras del ejercicio cerrado el 30 de abril de 2018. Un año en el que entró en números rojos (perdió 3,5 millones de euros) y elevó sus ingresos desde 535 a 542 millones. Doce meses en los que realizó una "corrección de errores" de aspectos relevantes de las cuentas del año previo. Por ejemplo, rebajó en más de 4 millones sus reservas.

En este sentido, en su informe anual explica que "ha cancelado con cargo a reservas parte del capital de determinados créditos concedidos a partes vinculadas [entre los que estarían las familias accionistas, aunque no lo detalla] por importe de 3,85 millones de euros". También asume que ha registrado "pasivos con cierto personal de la dirección al haberse cumplido determinados hitos en ejercicios anteriores para que sea un pasivo exigible" y que asciende a otros 2 millones de euros adicionales.

Los otros tres aspectos que ha corregido se centran en "saldos de activo vinculados a responsabilidades con terceros", de 700.000 euros, "por considerar que las dudas existentes en ejercicios anteriores sobre la recuperabilidad futura de los mismos se han acabado de evidenciar". Freixenet detalla que también, ha registrado una provisión de 575.000 euros por las inspecciones fiscales de años anteriores; y el registro de "bonus al personal devengado en ejercicios anteriores por importe de 735.000 euros", desglosa.

Mostrar comentarios