En el año de la pandemia

Holded y Deporvillage sacuden la venta de startups tras la estela de Idealista

Las dos transacciones, que suman más de 300 millones de euros de pagos, reviven el mercado en un año récord de inversión ante la abundancia de capital y una mayor digitalización.

Deporvillage dispara sus ventas un 100% en 2016, hasta los 22 millones
El gigante británico dueño de JDSports anunció esta semana la compra de Deporvillage.
EUROPA PRESS

Dos ventas de startups por más de tres cifras con tan sólo unas semanas de diferencia. La tienda online de productos deportivos Deporvillage fue adquirida, después de meses de negociaciones, por el gigante británico dueño de la cadena JD Sports. La plataforma tecnológica para la gestión operativa de pymes Holded ha seducido a la cotizada noruega Visma. Entre ambas sumarán más de 300 millones que se repartirán entre fundadores y socios financieros. Las dos han sacudido el mercado en los estertores de lo peor de la pandemia en un 2021 que pasará a la historia como un récord de inversión en este tipo de compañías.

Los últimos fundadores que han estampado su firma en un contrato de compraventa han sido Xavier Pladellorens y Angel Corcuera. Los dos crearon Deporvillage en 2010, cuando Amazon aún ni había abierto su tienda online en España y el comercio electrónico apenas sumaba unas ventas anuales siete veces inferiores a las de 2020. Una década después, el gigante Iberian Sports Retail Group, dueño de las marcas JD Sports y Sprinter, saca la chequera y se hace con el 80% de las acciones. Lo hace después de un proceso de venta y de unos últimos años con diversos acercamientos de socios industriales. La venta, con un múltiplo algo superior a una vez las ventas anuales -habitual en comercio electrónico-, permite dar salida a fondos como Cabiedes o Samaipata (que ha devuelto todo su primer fondo de 30 millones gracias a la transacción), grupos como Mediaset, o a 'business angels' reconocidos como François Derbaix y David Tomás.

Dos semanas antes, quienes firmaban la venta de su compañía eran Javi Fondevila y Bernat Ripoll. Después de apenas 5 años de trayectoria, la cotizada noruega Visma ponía sobre la mesa 120 millones de euros -y un 'earn out' hasta acercarse a los 200 millones- para hacerse con la plataforma de software de gestión para pequeñas y medianas empresas, tal y como adelantó La Información. En este caso, el múltiplo es relativamente alto, aunque los referidos a las compañías SaaS (pago por uso de 'software') suelen serlo. Eso les ha permitido tener plusvalías significativas a todos los fondos. Es una de las ventas más grandes de este tipo de plataformas en la historia reciente en España en un momento especialmente 'caliente' para este tipo de soluciones en plena proceso de digitalización de las empresas.

En ambos casos se vuelve a repetir una constante en el mercado español: el comprador es una compañía internacional. La práctica totalidad de las ventas de compañías locales han sido firmadas por cotizadas europeas o estadounidenses o por fondos de 'private equity' internacionales. Y esa es una de las grandes 'quejas' del sector del capital riesgo español, cuyas gestoras respaldan a las startups locales y esperan que las grandes corporaciones españolas muevan ficha y decidan mejorar procesos o innovar en productos a través de adquisiciones. En la última década, ninguna de las transacciones de más de tres cifras firmadas en España han sido protagonizadas por un comprador local.

En lo que sí que son especiales ambas transacciones que han sacudido el mercado español es en la cuantía. Las diferentes operaciones que se han ido dando en este sector han sido muy inferiores. Según los datos del Observatorio de Startups de la Fundación Bankinter, de un total de 164 ventas analizadas, el valor medio de las ventas han sido de algo más de 100 millones de euros. Esa cantidad también la ha superado Freepik, el gigante malagueño de las imágenes que fue adquirido a mediados del año pasado -en pleno confinamiento- por unos 250 millones de euros por parte del fondo de 'private equity' sueco EQT. Otra que ha rozado esa cantidad, después de los ajustes finales, ha sido Verse, la 'fintech' española que compró Square -fundada por el creador de Twitter- por un valor de empresa de 30 millones. Lo pagó en acciones pero la fuerte subida en el mercado permitió a los accionistas triplicar esa cifra.

De las más de 70 compraventas que se han cerrado desde el arranque de 2020, justo antes de la pandemia, un buen número han sido por cifras relativamente menores. Despunta la de la catalana Vilynx, que desarrolla una herramienta de inteligencia artificial para analizar vídeos y sus contenidos, que fue comprada por Apple en octubre pasado por unos 50 millones de dólares. En muchas de estas operaciones no se han hecho públicas las valoraciones. Así fue con Signaturit, especializada en firma electrónica, que fue adquirida por el fondo de 'private equity' Providence. Esta gestora no entra en compañías por menos de 30 millones de euros.

¿Y los unicornios?

Una de las operaciones que trastoca todas las estadísticas de este último año y medio es la de Idealista. La compra del 100% de los títulos, en manos del equipo gestor y de Apax, por parte de EQT se cifró en 1.320 millones de euros. Fue el segundo cambio de manos importante que vivía la empresa en algo menos de un lustro -en 2016 Apax compró a Tiger y el resto de fondos-. Es la mayor venta de una compañía de internet en España. Y para ver algo similar había que remontarse a 2018, cuando el gigante estadounidense AT&T se hacía con la firma de ciberseguridad nacida en España Alienvault por unos 600 millones.

Hoy, las otras dos startups que en algún momento han tenido categoría de unicornio siguen sin cambiar de manos, pese a la consolidación que han vivido (y siguen viviendo) sus respectivos sectores. Glovo y Cabify mantienen a Delivery Hero (44%) y Rakuten (47%) como sus accionistas de referencia, pero aún no han protagonizado una de estas 'megaventas'. Ambas han defendido públicamente su preferencia por salir a bolsa y ambas han rechazado ofertas de compra de centenares de millones de euros en el pasado. En el caso de la empresa de transporte de pasajeros liderada por Juan de Antonio trata de recuperarse del golpe de la Covid-19, pero centrando su negocio principalmente en España -con una presencia reducida en Latam-, lo que no hace sencilla la defensa de esa valoración de 1.400 millones.

Esta cierta recuperación de las ventas de compañías españolas se da en un año 2021 en el que la inversión está completamente disparada. La razón hay que encontrarla en la fuerte abundancia de capital en el mercado, no sólo de los fondos de capital riesgo tradicionales para startups (conocidos como 'venture capital' en inglés) sino también la irrupción de fondos de 'private equity', más enfocados tradicionalmente a empresas mucho más maduras y de mayor tamaño. Aún no hay cifras oficiales de la propia patronal de este sector de inversión, pero sólo entre las rondas de Jobandtalent, Glovo, Wallapop o la firma de software con sede en Madrid Copado ya se ha superado todo lo logrado el año 2020, que obtuvo cifras importantes.

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