Primer trimestre

IAG pierde 787 millones hasta marzo y prevé cerrar 2022 con ebitda positivo

La propietaria de Iberia acusó los últimos coletazos de ómicron y el aumento del coste de las operaciones. Espera volar al 80% de su capacidad prepandemia en el segundo trimestre y alcanzar el 85% en el tercero.

IAG Iberia avión
Un avión de Iberia.
Europa Press

IAG, el holding hispano-británico que engloba a Iberia, British Airways (BA), Vueling, Level y Aer Lingus, registró pérdidas por valor de 787 millones de euros en el primer trimestre del año, cifra que recorta los números rojos del mismo periodo de 2021. Con este resultado, la compañía aérea puso de manifiesto cómo todavía no ha vuelto a niveles previos a la pandemia, pero sí está más cerca cada vez de conseguirlo. Aunque el resultado operativo también fue negativo en los tres primeros meses del año, los ingresos totales mejoraron respecto al segundo año de pandemia y la compañía apunta a cerrar el año con beneficio operativo.

Según la información remitida por el dueño de Iberia a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la previsión de empezar a ser rentable de la compañía se mantiene, ya que en su última comunicación de resultados esperaba cumplir este hito a partir del segundo trimestre este año. En este sentido,"IAG espera que su resultado de las operaciones sea positivo a partir del segundo trimestre, llevando tanto al beneficio de las operaciones como a los flujos de efectivo netos de las actividades de explotación a ser positivos en el ejercicio", ha explicado al regulador bursátil.

Esa mejora en los indicadores de rentabilidad del grupo llegará por el impulso de la actividad. La hoja de ruta pasa por alcanzar el 80% de la capacidad previa a la pandemia a partir de abril y elevar ese porcentaje al 85% en el tercer trimestre del año. En zonas como el Atlántico Norte, IAG tiene la previsión de recuperar prácticamente el 100% de la capacidad a partir de julio.

Se mantiene sin cambios la previsión de IAG sobre el listado de lastres para la recuperación. El holding hispano-británico ha comunicado que estos resultados iniciales de 2022 reflejan la estacionalidad del negocio -el primer trimestre acostumbra a ser el más débil para las aerolíneas-, el impacto de ómicron que se extendió más allá de final de 2021 y los costes asociados con el incremento de las operaciones. 

Aumento de los costes

Todo ello hizo que registrara unas pérdidas operativas de 731 millones de euros y unos números rojos finales de 787 millones. El resultado después de impuestos mejora en un 26,7%, ya que las pérdidas en el mismo periodo del año anterior fueron de 1.074 millones. Los ingresos, por su parte, siguieron aumentando con motivo del repunte progresivo de reservas y alcanzaron los 2.655 millones de euros. Esta mejora de las ventas llegó tanto desde el lado del transporte de pasajeros como del negocio de carga.

La partida de gastos, por su parte, estuvo marcada por el aumento de los costes de producción. Este fenómeno se trasladó en gran medida a los precios del combustible en los mercados de materias primas donde se sintió con mayor contundencia el efecto de la guerra. También aumentaron los gastos de personal con motivo de la necesidad de dar formación a nuevos integrantes de la plantilla y los gastos asociados a proveedores por la inflación.

De momento, la bolsa no ha digerido bien los resultados del grupo de aerolíneas. La compañía cae en los primeros compases de la jornada de este viernes más de un 8%, lo que le lleva a ser el valor más bajista del Ibex. Algunos analistas ya se han pronunciado al respecto. El área de research de Bankinter ha señalado que las cifras presentadas son más débiles de lo esperado, pero que, aun así, hay signos positivos a los que aferrarse, como el aumento de liquidez y "el fuerte repunte de las reservas".

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