La compra de Air Europa por Iberia se va a hacer esperar. El grupo IAG ha abierto hoy la puerta a que el cierre de la transacción se ejecute a comienzos de 2021, algo más tarde de lo previsto. Ambas partes trabajan para reestructurar el pacto anunciado el año pasado, con el objetivo último de reducir el precio acordado y asegurar el rescate público de 400 millones de euros solicitado por Globalia tras el fuerte impacto sufrido por la crisis del coronavirus y el desplome del tráfico aéreo.
"Esperamos que el cierre sea en la segunda mitad de 2020 o en los primeros meses de 2021", ha asegurado el presidente del consejo de administración, Antonio Vázquez, durante su intervención en la junta general de accionistas celebrada este martes. Esto abre la puerta a retrasarlo unos meses más de lo planeado por el nuevo consejero delegado, Luis Gallego, quien lanzó una suerte de 'ultimátum' a Globalia el pasado mes de julio insistiendo en que había que intentar que el cierre definitivo se produjera antes de que finalizara 2020.
Sobre los plazos, desde IAG insisten en que primero habrá que alcanzar un acuerdo sobre las condiciones del pacto y después pasar todas las autorizaciones regulatorias de la Comisión Europea. Lo único que sí ha tratado de hacer Vázquez es desligar esta operación de la ampliación de capital de 2.700 millones de euros que se ha aprobado en la junta. "Iberia es quien está negociando y quien está viendo el encaje dentro de sus posibilidades de caja como de deuda. Iberia es quien tiene que dar respuesta", ha concluido.
Pese a este potencial retraso en el calendario de la operación, desde IAG han asegurado que siguen creyendo que la incorporación de la aerolínea de los Hidalgo tiene "beneficios estratégicos", con el fortalecimiento del hub aéreo de Madrid y la ampliación de las alternativas para los consumidores. "Demuestra la habilidad del grupo para continuar ejecutando sus prioridades estratégicas", ha asegurado el presidente, que abandonará el grupo en el primer trimestre del próximo año.
Tanto Iberia como Globalia llevan varios meses de negociación para rebajar el precio y modificar algunas de las condiciones del acuerdo de compra de Air Europa que se firmó a finales del año pasado. Desde la aerolínea de IAG, insisten en que la valoración de los activos es muy inferior y esperan recortarla por debajo de la barrera de los 600 millones de euros.
La clave reside en las dificultades económicas del grupo familiar de los Hidalgo y el rescate público de 400 millones de euros que acaba de solicitar al Gobierno de España. Su consecución es un paso fundamental para alcanzar un acuerdo. El propio José Hidalgo aseguró en la cumbre de la CEOE en junio que no tenían "un duro" y que sin ayudas públicas durarían "un telediario".
La integración de Air Europa en IAG
Pese a las dificultades, Iberia ha defendido en numerosas ocasiones , pues ganaría tamaño con líneas en Latinoamérica -24 de los 69 destinos que tiene hoy Air Europa- agrandando su cota de mercado en esta zona hasta situarla en el 26% para alejarse de Air France-KLM. Además reforzaría el 'poder' en el hub aéreo de Madrid frente a los cuatro más grandes de Europa: Ámsterdam, Frankfurt, Londres Heathrow y París Charles de Gaulle.
¿Cómo sería la futura integración? Desde IAG no han querido adelantar cuáles son sus intenciones respecto a la gestión de la flota conjunta, la utilización de las diferentes marcas o la reorganización de las rutas. "Hay una serie de incertidumbres importantes frente a nosotros, empezando por la recuperación de los tráficos, como para anticipar aspectos concretos de la integración".
"Esperamos que el cierre de la compra de Air Europa sea en la segunda mitad de 2020 o en los primeros meses de 2021"
La respuesta a la crisis
La operación de Air Europa es sólo uno de los retos que tiene el grupo por delante en "la peor crisis jamás vivida", tal y como ha asegurado Willie Walsh, consejero delegado del grupo, durante su última intervención en el cargo. ¿Cuál ha sido su respuesta? El ejecutivo ha señalado tres tareas clave: la reducción de costes, la obtención de liquidez para reforzar la posición del balance y la redimensión de las diferentes aerolíneas ante un futuro inmediato con tráficos muy rebajados.
En concreto, respecto a la reducción de costes se han recortado los desembolsos de capital y se han aplazado las entregas de 68 aeronaves, además de la retirada de otras tantas y del cierre de la base de larga distancia de París de su aerolínea de bajo coste Level. Sobre la liquidez, junto a los préstamos avalados por los estados en Reino Unido y España han aprobado con amplia mayoría la ampliación de capital de 2.700 millones de euros durante la junta general.
Sus previsiones de tráfico son similares a los de la organización internacional IATA: la demanda de pasajeros no se recuperará hasta el año 2023 o 2024. Esto ha llevado a que se hayan iniciado por parte de cada una de las aerolíneas conversaciones y procesos de consulta con los sindicatos para ejecutar despidos colectivos y reducir el tamaño de las plantillas.
En estas previsiones poco halagüeñas también están influyendo las cuarentenas que están anunciando algunos gobiernos que están teniendo un "impacto colosal en un sector ya en dificultades", según Walsh. "Deberían reducirse con tests en los aeropuertos y deberían hacerse corredores aéreos seguros", ha defendido.
Junto a la ampliación de capital, en la junta general se ha respaldado el nombramiento de Luis Gallego como consejero ejecutivo en lo que ha sido la escenificación de una sucesión que se pospuso unos meses ante el estallido de la crisis del coronavirus. Walsh ha defendido la designación de Gallego, al insistir en que es "una persona idónea" para el cargo y un "líder de primer nivel".
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