Tras la fase de consultas

IAG reclama a Bruselas una mejora fiscal en el pacto por la aviación verde

El grupo de hispano-británico se reúne por primera vez con la Comisión de Transportes para abordar los compromisos en el programa 'Fit for 55', que ha enfurecido a las aerolíneas.

Luis Gallego Iberia
Luis Gallego Iberia
EFE

El futuro de las aerolíneas europeas pasa por el paquete de nuevas medidas incluidas por la aviación verde, el conocido como programa Fit for 55. La fase de consultas que se inició el verano pasado ha llevado a distintas compañías a movilizarse en contra de las iniciativas propuestas por Bruselas, que iría en contra de la competitividad de las compañías frente a sus rivales extracomunitarios. El propietario de las españolas Iberia y Vueling, el grupo IAG, ha tenido ya su primera reunión con los responsables de Transportes de la Comisión Europea para intercambiar sus pareceres al respecto.      

A la cita, que tuvo lugar el pasado 31 de enero de manera presencial en Bruselas, asistieron Rachel Smit y Flip Alexanduro, dos miembros del gabinete de la comisaria de Transporte, Adina Valen. Aunque se trata de la primera reunión que el grupo hispano-británico con miembros de la comisión por este asunto -así lo prueba el registro de reuniones-, fuentes comunitarias consultadas por La Información enmarcan la reunión en la "normalidad" que acostumbran a tener este tipo de encuentros. 

Sobre el contenido de la cita, un portavoz de IAG optó por no pronunciarse a preguntas de este medio y prefirió remitirse a las últimas declaraciones de Luis Gallego, consejero delegado del grupo, al respecto. El ejecutivo criticó hace unos meses durante una reunión ante analistas parte de las medidas incluidas en el plan por la aviación verde. Las declaraciones, pronunciadas con motivo de los resultados económicos de la primera mitad de 2021, atacaban frontalmente las implicaciones fiscales que tiene este nuevo marco legislativo. 

La iniciativa Fit for 55 persigue eliminar los beneficios fiscales sobre el combustible que actualmente tienen las aerolíneas en los vuelos intraeuropeos-exceptuando regiones ultraperiféricas como las Islas Canarias- siempre y cuando no sobrepasen un techo de emisiones que se fija periódicamente. 

El nuevo planteamiento, a juicio de las aerolíneas europeas, restaría competitividad frente a otros rivales extranjeros y también contra operadores de carga, que contarán con otro esquema fiscal de las aerolíneas centradas en el transporte de pasajeros. "Los impuestos no reducen las emisiones de carbono", dijo Gallego. La carga impositiva, en su opinión, reducirán la capacidad de las compañías aéreas para invertir en tecnología baja en carbono. "Todo esto está en fase de consulta. Esperamos poder trasladar nuestros comentarios a las autoridades", añadió entonces el máximo responsable del grupo.

Fuera de la órbita de Aena y Air Europa

El papel de IAG en el sector levanta mucha expectación no solo por su envergadura -en un año normal opera a 279 destinos y transporta a 118 millones de pasajeros-, sino por haberse quedado fuera de la organización europea Aviation Alliance, en contra de lo que han hecho Air Europa, su compañía deseada, y Aena. 

El gestor de los aeropuertos españoles y la compañía del holding turístico Globalia se han adherido a una alianza europea, en la que figuran otros miembros de renombre como Lufthansa o Swiss Airlines, creada este mes ad hoc para contestar al plan Fit for 55. "El paquete representa una oportunidad sin precedentes para que Europa se convierta en líder mundial en la descarbonización de la aviación. Pero será necesario realizar ajustes", manifiestan desde este nuevo lobby. 

Fuentes del sector explican a este medio que el posicionamiento de IAG fuera de este club se debe a que su parecer sobre el nuevo paquete legislativo no es tan negativo como el de estos participantes, que se han encargado de elaborar estudios en los últimos meses en los que concluyen que el pacto por la aviación verde, en los términos previstos, podría llevar al límite a algunas  compañías aéreas. Prueba de ello es que desde IAG, principalmente Iberia, han avanzado en las recomendaciones de la nueva normativa europea en lo relativo al uso de Combustible de Aviación Sostenible (SAF, por sus siglas en inglés). 

En este sentido, la compañía dirigida por Javier Sánchez Prieto ha afirmado alianzas con Repsol y Cepsa. La última, presentada el pasado mes de enero, perseguía desarrollar y producir este tipo de biocombustibles sostenibles para la aviación a gran escala y a partir de residuos, aceites usados reciclados u otras materias primas de origen vegetal sostenible. Las compañías deben alcanzar uso del SAF total de aproximadamente el 2% en 2025. Ese porcentaje debe aumentar hasta el 5% en 2030 y ser el 63% en el año 2050.

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