Por el Real Decreto Ley 17/2021

Iberdrola apuesta por Alemania y UK ante la inseguridad jurídica en España

La eléctrica destinará 7.100 millones de inversión en el parque eólico marino 'East Anglia Hub', en Reino Unido, y esta semana ha confirmado 800 millones destinados al parque offshore germano 'Windanker'.

Ignacio Sánchez Galán
Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.
Europa Press

Hasta aquí hemos llegado. Salvando las distancias y las formas, eso parece haberle dicho Ignacio Sánchez Galán a la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, cuando condicionaba su compromiso a la competitividad de la industria española a la retirada del Real Decreto Ley 17/2021 aprobado por el Gobierno y convalidado por el Congreso de los Diputados.

A juicio del presidente de Iberdrola 'el hachazo' supone "un grave perjuicio de 1.000 millones de euros mensuales para las empresas eléctricas españolas", por lo que la acción inversora de su compañía se mudará, de no mediar arreglo, a otros lugares donde la apuesta por las energías renovables se vea acompañada de un marco jurídico lo suficientemente estable como para asegurar el retorno de una inversión que sólo se amortizará en décadas.

Para elegir adecuadamente el nuevo foco de desarrollo de Iberdrola, los de Sánchez Galán parecen haber elegido el Reino Unido como centro neurálgico de su orientación internacional. La eléctrica destinará 7.100 millones de euros de inversión en el parque eólico marino 'East Anglia Hub', el que sin duda es el proyecto más ambicioso de los que actualmente se construyen y diseñan en el mundo. Parte de esta inversión redundará en la industria española ya que "las turbinas que instala Iberdrola en Francia son de Gamesa y las plataformas marinas, de Navantia-Windmar", como intencionadamente remarcaba la nota de prensa difundida por parte de la compañía para suavizar la retirada del mercado renovable español.

Al igual que en España, Iberdrola acompaña su ofrecimiento en Reino Unido con la condición de que se aprueben las licencias y autorizaciones pertinentes para acompañar el proyecto de transición energética británico en el que la compañía está firmemente comprometida a través de su filial en el país, Scottish Power. El presidente de Iberdrola no dudó un instante en conseguir el reconocimiento a su proceso de internacionalización. Hace ya casi siete años, Sánchez Galán aseguraba que la compañía se sentía "más británica, americana o mexicana que española", en unas declaraciones que no sentaron nada bien al ejecutivo de Mariano Rajoy, por aquel entonces en el poder. Esta semana, su apuesta en UK se veía reflejada y recompensada con las felicitaciones del 'premier' británico, Boris Johnson, y con la recepción ofrecida por la Reina de Inglaterra, Isabel II, tras el anuncio de la multimillonaria inversión.

Pero Reino Unido no es el único país beneficiado por la estrategia de Iberdrola. Esta misma semana la compañía también confirmó una inversión de 800 millones de euros destinada al parque offshore 'Windanker'. En este caso, Iberdrola ha ejercido su derecho de tanteo y retracto sobre la infraestructura situada en el mar Báltico y que proporcionará, una vez esté finalizada, 1.000 MW de potencia destinada a colmar las necesidades renovables del mercado alemán. En este proyecto la industria española también saldrá beneficiada. Solo en 'Windanker', Navantia y la asturiana Windar mantienen una producción por valor de 104 millones de euros.

Además de Reino Unido y Alemania, Iberdrola es la adjudicataria del proyecto eólico marino 'Saint-Brieuc', en Francia. En este parque offshore, de casi 500 MW, Iberdrola ha firmado que el plan contenga 350 millones de euros de producción industrial de Windar. De nuevo inversión que encuentra fuera lo que no consigue dentro.

Sin embargo, no todo han sido miel y flores en el recorrido de la empresa por el mundo. En el pasado Iberdrola ha mantenido discrepancias con determinados gobiernos que modifican por sorpresa las reglas del juego eléctrico. Es el caso de México, donde Sánchez Galán descartó iniciar nuevos proyectos energéticos si el gobierno continuaba cambiando el marco jurídico que obstaculizaba la inversión extranjera en el país. La confrontación llegó a implicar al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien animó incluso a la compañía a abandonar el país si no le gustaban los cambios. En todos los casos las acciones de Iberdrola se han dirigido a remarcar su apuesta por mercados estables, como ocurrió meses después con la compra de PNM Resources por 8.500 millones de dólares.

Una estrategia planificada al detalle

El despliegue inversor y mediático, las fotografías con Boris Johnson y la Reina Isabel II, la nota de prensa publicada minutos antes del cierre de la Bolsa, las referencias a la industria nacional, son signos evidentes de que existe una estrategia planificada por parte de la compañía para resaltar su apuesta por mercados maduros y que ofrecen seguridad jurídica al inversor en el marco de la Unión Europea.

Diversas fuentes del sector energético apuntan a la necesidad de que sea el presidente del Gobierno el que tome las riendas de los encuentros y negociaciones con las eléctricas, un deseo por parte de estas que choca con la 'realpolitik' que supondría poner al frente de un tema tan espinoso al último recurso político, con las implicaciones que tendría para el jefe del ejecutivo "quemarse" en un tema tan complejo y polémico como la luz.

Sin embargo, el mensaje de la compañía es claro. La inversión tiene un precio y este se llama seguridad jurídica. Sin ella, las fotografías con los primeros ministros, las recepciones reales o las visitas a Washington se quedan en otros lares. Con la esperanza puesta en que finalmente sea Moncloa quien decida intervenir en el pulso entre compañías y ministerio, no será la última vez que Sánchez Galán tire de contactos y proyectos para vender aquello que no logra en su propio país: un marco estable en el que sea posible completar la transición energética con el menor coste, económico y social, posible.

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