Las principales energéticas se lanzan a por el segundo gran contrato eléctrico de Adif, el que permite iluminar y dotar de energía a estaciones de viajeros, terminales de mercancías y otros recintos ferroviarios del ente público. En juego están 158,6 millones de euros, cifra que parece pequeña si se compara con el concurso de energía de tracción —valorado en 1.850,7 millones de euros—, pero por el que también se han interesado las tres grandes eléctricas españolas: Endesa, Iberdrola y EDP.
Adif Alta Velocidad ha abierto los primeros sobres del proceso de licitación pública que garantizará que llegue el suministro eléctrico a sus instalaciones entre el 1 de abril de 2023 y el 31 de diciembre de 2025, con opción a prorrogarlo un año más. Tras superar los primeros requisitos del procedimiento, los tres ofertantes iniciales pasan así a la fase de negociación directa con el gestor público. Las elegidas están también inmersas en la fase final del contrato de energía de tracción, la mayor licitación del ente público y el verdadero objetivo de todas ellas.
Desde 2019, toda la energía que adquiere Adif tiene un origen 'verde' e incluye garantías de origen. En 2021, las instalaciones de la sociedad pública consumieron 241 gigavatios-hora (GWH) de electricidad, cifra que estiman que crezca hasta los 248 GWh en el cómputo definitivo de 2022. Para ponerlo en contexto con el otro contrato, la tracción de los trenes consumió un total de 2.106 GWh en 2021 y se prevé que se eleve a 2.414 GWh en 2022 por el incremento de tráficos y viajeros.
Precios indexados al mercado diario
La gestora de la red ferroviaria ha optado por indexar sus precios al mercado diario OMIE atendiendo a criterios de "eficiencia del gasto", aunque se reserva la posibilidad de acordar precios fijos durante determinados periodos temporales. Adif optó por agrupar los puntos de suministro eléctrico en tres lotes con el fin de unificar tarifas de acceso y homogeneizar los costes de mercado y los niveles de potencia contratada.
En el proceso también incluyó la posibilidad de que las eléctricas fijaran un precio mixto, donde una parte del suministro tendría una tarifa fija y otra indexada al mercado diario. En esta modalidad, los puntos de suministro (CUPS) de cada lote se hubieran dividido en dos grupos y a cada uno de ellos se le asignaría un precio distinto, uno fijo y otro indexado al mercado diario, aunque no ha sido la opción finalmente elegida.
Para este nuevo contrato, que se alargará durante 2 años y 8 meses, el consumo total estimado se sitúa en unos 720 GWh. El coste definitivo dependerá de factores como el consumo real, las ofertas recibidas y la que finalmente se seleccione, el precio que fije el operador del mercado ibérico (OMIE) o las coberturas de precio que se negocian en el mercado OMIP. La licitación no incluye los costes de acceso a las redes de transporte y distribución, trámite que acordará Adif directamente con las distribuidoras.
Todos pendientes del megacontrato de tracción
Mientras avanza el proceso para adjudicar la energía de las instalaciones, las grandes energéticas siguen a la espera de que se cierre la negociación del concurso para proveer la energía de tracción, valorado en 1.850,7 millones de euros. Este contrato tiene el mismo período de validez -de abril de 2023 a finales de 2025-, pero una cláusula permite extenderlo durante dos años más en caso de que el gestor necesite activar una prórroga. A las ofertas de Endesa, Iberdrola y EDP se sumaron las ofertas de las comercializadoras Acciona Green Energy y Total Energies.
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