Megaplan inversor de Iberdrola a cinco años. La eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán anunció ayer un plan de inversiones a seis años de 75.000 millones centrado en las energías renovables y el negocio de redes, regulado y de rentabilidad segura. En plan irá en aumento por años. La inversión media será de 10.000 millones de euros al año entre 2020 y 2022, y de 13.000 millones de euros anuales en el período de 2023 y 2025. Del total, 7.000 millones se destinarán a la compra de la compañía norteamericana PNM, que fusionará con Avangrid, la antigua Energy East, para convertirla en la tercera gran compañía de renovables en EE UU. Al término del plan, el grupo prevé duplicar su potencia instalada en renovables hasta los 60 GW y aumentar sus beneficios en 5.000 millones.
Del total a invertir, las renovables representarán un 51%, unos 34.680 millones de euros, mientras que el 40%, (unos 27.200 millones) se destinarán al negocio de redes. El área de clientes recibirá un 9%. En ESpaña,la inversión prevista crece hasta 14.300 millones (un 21% del total), lo que supone un aumento del 60% respecto al plan anterior. Habrá 7.000 millones para renovables y 4.500 millones para redes.
El aumento gradual del ritmo inversor irá acompañado, si se cumplen las previsiones de un incremento, también gradual, de la retribución al accionista en línea con los resultados. La compañía se establece un suelo creciente de entre 0,40-0,44 euros por acción a 2025. La política de dividendos sitúa la distribución de beneficios -pay out- entre el 65% y el 75%. Del total a invertir, las renovables representarán un 51%, unos 34.680 millones de euros, mientras que el 40%, (unos 27.200 millones) se destinarán al negocio de redes. El área de clientes recibirá un 9%.
El plan inversor discurre por la senda que el presidente de la compañía marcó en la presentación de resultados del primer semestre, cuando desveló dos de los tesoros que se ocultan en las tripas del grupo para asegurar inversiones y dividendos: la rentabilidad que aseguran los activos regulados -las redes- en países como España, Reino Unido o EE UU y la fuerte subida de las reservas de agua en España -euros en forma líquida-.
Las redes de distribución suponen ingresos seguros e Iberdrola -como otras compañías del sector- aboga en España por eliminar o revisar en su caso, los límites de inversión anual que aprueba el Gobierno. El atractivo de un negocio seguro ha sido, precisamente, una de las razones que ha llevado a Sánchez Galán a aumentar su apuesta en EE UU con la compra de PNM.
En España, el Gobierno ha recogido el guante y ha revisado los topes de una inversión segura y bien retribuida desde la factura eléctrica. El porcentaje de inversión anual en la red de transporte en relación al producto interior bruto (PIB) ha subido del o,065% al 0,075% mientras que el límite en la red distribución se eleva del 0,13% al 0,14%. Iberdrola, según detalló Sánchez Galán en su intervención, espera que el límite se siga ampliando.
La presentación de los planes de inversión coincide en España con la negociación de un nuevo convenio para 9.600 empleados. Iberdrola ha planteado a los sindicatos un ajuste de alrededor de 1.500 puestos de trabajo, en torno al 15% de la plantilla , y un recorte en algunas de las condiciones laborales vigentes actualmente, como la tarifa de luz gratis para empleados, dentro del proceso de negociación abierto para el nuevo convenio colectivo de la compañía.
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