El Ibex 35 avanza (despacio) hacia una situación de menos desigualdad en los consejos de administración. Todavía está lejos de las recomendaciones de la Ley de Sociedades de Capital o del Código de Buen Gobierno, que promueven alcanzar un 30% de representación femenina, pero algunas empresas se acercan a esta cifra o la superan. Por ejemplo, hay empresas como Iberdrola que cambian las estadísticas, ya que tienen un 42,8 % de mujeres en su Consejo de Administración. Esta cifra luce flamante para el 8-M, ya que hace solo semanas acordó el nombramiento de la catedrática de Economía de la Universidad del País Vasco y actual directora de la Fundación ISEAK, Sara de la Rica, como nueva consejera.
La catedrática se uniría, de esta manera, a Denise Mary Holt, Inés Macho Stadler, María Helena Antolín Raybaud, Samantha Barber y Georgina Kessel Martínez, miembros del Consejo de Administración de Iberdrola, que suma actualmente un total de 14 miembros. Desde Women CEO, que lucha por la paridad y es la vez una potente 'networking' de mujeres empresarias, aplauden el caso de Iberdrola y apuntan que "España tiene el Gobierno con más mujeres de Europa. Es ejemplo mundial de paridad política, pero el equilibrio no llega al mundo económico".
Y hay más. En los consejos de las cotizadas, las mujeres representan solo un 18%. Para alcanzar la paridad —una presencia femenina de, al menos, el 40%— las firmas españolas de la Bolsa deberían sustituir a 352 altos ejecutivos varones por mujeres, según un informe publicado por Fedea, que recomienda una política de cuotas obligatorias como las que han funcionado en Noruega e Italia.
Sustituir a 352 altos ejecutivos varones por mujeres
Desde Women CEO apuntan que "al ritmo actual y sin medidas específicas, España necesitaría más de 20 años para alcanzar la paridad. La Ley de Igualdad, aprobada en 2007, recogía ya la necesidad de paridad en las empresas pero solo como una recomendación".
Para apreciar el buen dato de Iberdrola hay que echar la vista al resto de cotizadas. El 18% de las empresas cotizadas no tienen ni una sola consejera —la excepción son las 35 del Ibex, todas con representación femenina— y el 72% tienen apenas dos o menos. Solo una de cada 10 cotizadas —una de cada cuatro en el grupo del Ibex— superan el 30% de presencia femenina. El sector con menos representación de mujeres es el de bienes de consumo (16,7%) y el que más, servicios financieros e inmobiliarios (18,9%).
Sin embargo, lo importante es que a día de hoy se encuentran muchas más empresas que tienen entre un 20% y un 40% de mujeres en los consejos. Santander (33,3%), IAG (33,3%), Inditex (33,3%), Merlin (33,3%), Mediaset (30,8%), Grifols (30,8%), Bankinter (30%), Caixabank (27,8%), Acciona (27,8%), BBVA (26,7%), Mapfre (26,7%), Enagás (23,1%), Indra (23,1%), Acerinox (21,4%) o Repsol (21,4%) van mejorando la representatividad.
Pero volvemos al caso de Iberdrola. Desde la eléctrica apuntan que la Igualdad forma parte de las políticas de la empresa: "El grupo se comprometió formalmente en la Política de igualdad de oportunidades y conciliación, aprobada por el Consejo de Administración el 19 de julio de 2016 y actualizada por última vez el 23 de octubre de 2018".
La eléctrica deja patente su intención de "procurar una representación equilibrada en los diferentes órganos y niveles de toma de decisiones, garantizando que ambos géneros participen en condiciones de igualdad de oportunidades en todos los ámbitos de consulta y decisión del grupo". Y para ello se compromete a "garantizar el principio de igualdad de oportunidades en el desarrollo profesional de ambos géneros dentro del grupo, removiendo los obstáculos que puedan impedir o limitar su carrera por razón de género".
La importancia de mandos intermedios
Pero la compañía no limita su reducción de la brecha de género a los órganos de administración, sino que la diversidad se amplía también a los mandos intermedios, los puestos técnicos y el acceso al empleo. Iberdrola avanza, así, en su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la agenda de la Organización de las Naciones Unidas para 2030, especialmente con el ODS 5, que se centra en la lucha por la igualdad de género ya que, además de un derecho humano fundamental, es la base necesaria para conseguir un mundo pacífico, próspero y sostenible.
Los avances desarrollados por el grupo en esta materia han sido reconocidos a nivel internacional: Iberdrola ha sido incluida por segundo año consecutivo en el Bloomberg Gender-Equality Index (GEI). La compañía se sitúa de nuevo como la única eléctrica española presente en este informe, que distingue a las compañías comprometidas con la transparencia de información relativa a cuestiones de género y con el avance en la igualdad entre mujeres y hombres.
Además, el documento apunta que a nivel global el porcentaje de mujeres ejecutivas se ha incrementado un 40% entre 2014 y 2017. La media global de mujeres en los Consejos de Administración se ha duplicado y dentro de las compañías encuestadas, el 43% de las promociones realizadas en 2017 correspondió a mujeres.
200 directoras
Y es que Iberdrola, tal y como se recoge en la Política de igualdad de oportunidades y conciliación, considera que la igualdad entre hombres y mujeres forma parte de los valores esenciales de la compañía, y para ello ha lanzado más de 70 medidas tan solo en España. En la eléctrica, el porcentaje de mujeres en puestos de dirección es cada vez mayor.
El grupo cuenta con una vicepresidenta no ejecutiva —Inés Macho Stadler— y con más de 200 directoras al frente de áreas estratégicas como son el negocio renovable, la fiscalidad global, los asuntos europeos, la auditoría interna y el cumplimiento, entre otras.
Que el ejemplo de Iberdrola sea positivo para una empresa es algo también avalan las estadísticas. Según un reciente estudio de Accenture, una cultura corporativa igualitaria es un potente multiplicador de innovación y crecimiento. Getting to Equal 2019 desvela -por ejemplo- que la mentalidad innovadora de los empleados españoles es siete veces mayor en compañías que cuentan con una firme cultura igualitaria, donde todos pueden avanzar y prosperar, que en aquellas que carecen de ella. Según el informe, la gran mayoría de los ejecutivos de todo el mundo coinciden en que la innovación continua es necesaria: el 95% ve la innovación vital para la competitividad y la viabilidad de negocio. Así, una cultura igualitaria es un potente impulsor de innovación, más que otros factores diferenciadores como el sector, el país o los datos demográficos de la plantilla.
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