Tras caer un 2% en bolsa

Iberdrola echa mano de su autocartera para neutralizar el 'torpedo' de Ribera

El grupo que preside Ignacio Sánchez Galán desembolsó 25,3 millones en acciones de la compañía este lunes en plena caída en bolsa tras el anuncio del plan del Gobierno de recortar el dividendo de carbono.

EFE
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán
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El lunes 31 de junio los mercados amanecieron con turbulencias en el sector energético. El coto a las retribuciones de las centrales hidráulicas y nucleares que planea el Gobierno fue el detonante común que desató las caídas entre las eléctricas del Ibex 35. Iberdrola no tardó en apretar el botón rojo y recurrir a su autocartera para neutralizar el golpe a 1.000 millones anuales de ingresos extra de las grandes eléctricas que disparó el Ministerio para la Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera.

El grupo que preside Ignacio Sánchez Galán desembolsó 25,3 millones de euros en adquirir 2.320.000 acciones de la energética, al precio medio de 11,04 euros por título. La operación se llevó a cabo en el marco del programa de recompra de acciones de Iberdrola para compensar el scrip dividend, como se conoce al pago del dividendo a través de títulos de la compañía en lugar de en efectivo. La caída de Iberdrola en bolsa orbitó en torno al 2% durante todo el lunes y cerró la jornada con una bajada próxima al 3%.

La empresa que dirige Sánchez Galán informó el martes de esta compra masiva de títulos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El comunicado que la compañía remitió al supervisor informó de que el grupo había llevado a cabo estas incursiones al mercado bursátil "durante el período transcurrido entre el 21 y el 31 de mayo de 2021", pero lo cierto es que todas las adquisiciones tuvieron lugar el lunes 31, momento en que las presiones bajistas rondaron a la energética. Durante la jornada, Iberdrola realizó 19 transacciones en las que llegó a comprar 520.000 títulos a un precio mínimo de 10,995 euros por acción.

La reacción de Iberdrola ante las presiones bajistas fue proporcionada a la amenaza que supone para la energética el anteproyecto de ley elaborado por el ministerio de Ribera. La compañía que dirige Galán será una de las más afectadas de todo el Ibex eléctrico por el cambio que estudia el Ejecutivo. Los analistas de Banco Sabadell calculan que la exposición global en el caso de Iberdrola roza el 8% del beneficio bruto de explotación (ebitda) del grupo, dada su notable presencia tanto en la capacidad nuclear como en la hidroeléctrica desplegada por todo el país. 

El Gobierno aprobó el giro legislativo en el Consejo de Ministros de este martes. La norma apunta a un recorte parcial pero multimillonario del 'dividendo de carbono'. Un término que ha acuñado el Ejecutivo para designar a las sobrerretribuciones que hidráulicas y nucleares ingresan cada año al comercializar la electricidad al mismo precio que la última tecnología en incorporarse al sistema (ciclos combinados), cuyo proceso de generación implica costes más elevados que los que conllevan los procesos más rodados.

Los analistas de Sabadell calculan que la exposición de Iberdrola al 'mordisco' del Gobierno roza el 8% del ebitda del grupo

Para entender la celeridad con la que el Ejecutivo ha tramitado el plan de coto al dividendo de carbono de los gigantes eléctricos basta con echar un vistazo a la evolución del mercado mayorista (el pool, en la jerga), donde se negocia diariamente el precio de la electricidad que luego sirve de referencia para calcular una parte de la factura de la luz: la electricidad cerró en máximos históricos el pasado mayo. Además, la nueva medida que plantea el Gobierno coincide con la entrada en vigor de la nueva factura de la luz, que encarecerá el recibo eléctrico para al menos 10 millones de consumidores. El coto a los ingresos extra de las eléctricas responde a un intento 'in extremis' del Gobierno para atajar por la vía legal el precio de la electricidad.

Las eléctricas siempre han argumentado que es el Gobierno quien sale beneficiado de estos sobrecostes generados por los derechos de emisión del CO2. En la actualidad cada país tiene asignados una cantidad de derechos de emisión de CO2. Antes de que el precio de estos se incrementase, el Ejecutivo esperaba obtener 1.100 millones de euros este año. En el contexto actual, el Gobierno español podría recaudar 2.200 millones, el doble de lo previsto. Desde que salieron a la luz los planes del ministerio, las eléctricas han apuntado a este colchón para incidir en que el Ejecutivo tiene margen de maniobra suficiente para abaratar el recibo de la luz sin trastocar las reglas del juego energético.

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